¿Qué no se puede hacer con la menstruación?

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Durante la menstruación, evita el ejercicio intenso o tratamientos dolorosos. El agua caliente empeora las manchas; un seguimiento cuidadoso de tu ciclo menstrual te ayudará a comprender mejor tu cuerpo y anticipar posibles molestias.

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Desmitificando la Menstruación: Lo que NO Debes Hacer (Y Por Qué)

La menstruación, ese proceso natural y cíclico que acompaña a la vida de la mujer, sigue rodeado de mitos y tabúes que a menudo nos limitan y nos impiden vivir este periodo con comodidad y autoconocimiento. Más allá de los dolores, los cambios de humor y la sensación de incomodidad, es importante comprender qué es lo que realmente debemos evitar durante la menstruación, separando la realidad de la ficción y priorizando nuestro bienestar.

Si bien cada cuerpo es un mundo y las experiencias menstruales varían enormemente, existen algunas pautas generales que, de seguirlas, pueden ayudarte a navegar este periodo de manera más amigable contigo misma. Sin embargo, la clave reside en la escucha atenta a tu cuerpo. Aprender a interpretarlo es fundamental para tomar las mejores decisiones.

Entonces, ¿qué es lo que NO se debe hacer durante la menstruación?

A diferencia de lo que la creencia popular sugiere, la menstruación no te convierte en una persona frágil e incapaz. La clave no está en lo que “no se puede hacer”, sino en lo que es preferible evitar para optimizar tu bienestar durante esos días:

1. Ejercicio Extenuante (Si no te sientes con energía): Si bien la actividad física es beneficiosa para la salud en general y puede ayudar a aliviar algunos síntomas menstruales como los cólicos (a través de la liberación de endorfinas), el ejercicio intenso o extenuante puede ser contraproducente.

  • ¿Por qué? Durante la menstruación, algunas mujeres experimentan fatiga, debilidad y una mayor sensibilidad al dolor. Forzar el cuerpo con entrenamientos muy exigentes puede agravar estos síntomas y provocar mareos, náuseas o incluso lesiones.
  • ¿Alternativas? Opta por actividades más suaves como caminar, yoga, pilates o natación a un ritmo moderado. Lo importante es escuchar a tu cuerpo y adaptar la intensidad del ejercicio a cómo te sientas.

2. Tratamientos Dolorosos o Invasivos: En general, es recomendable evitar tratamientos de belleza o procedimientos médicos invasivos que puedan generar dolor o estrés adicional durante la menstruación.

  • ¿Por qué? La sensibilidad al dolor puede aumentar durante este periodo, haciendo que los tratamientos sean más incómodos y dolorosos. Además, el sistema inmunológico puede estar ligeramente más vulnerable.
  • ¿Ejemplos? Depilación con cera (especialmente en áreas sensibles), tatuajes, piercing, cirugías no esenciales o tratamientos dentales dolorosos. Si es posible, pospón estos procedimientos para después de tu periodo.

3. Abusar del Agua Caliente: Si bien un baño caliente puede ser relajante y ayudar a aliviar los cólicos, el uso excesivo del agua caliente puede tener efectos no deseados.

  • ¿Por qué? El calor dilata los vasos sanguíneos, lo que podría aumentar el flujo menstrual y, consecuentemente, las manchas.
  • ¿Alternativas? Opta por duchas tibias en lugar de baños largos y calientes. También puedes utilizar una bolsa de agua caliente en el abdomen para aliviar los cólicos de manera localizada, sin afectar el flujo menstrual.

Más allá de las prohibiciones: Conócete a ti misma

La regla de oro para una menstruación saludable y confortable es el autoconocimiento. Lleva un registro detallado de tu ciclo menstrual. Anota la duración, la intensidad del flujo, los síntomas que experimentas, tu estado de ánimo, e incluso los alimentos que te apetecen.

  • ¿Por qué? Llevar un registro te ayudará a identificar patrones, anticipar posibles molestias y tomar decisiones informadas sobre tu salud y bienestar. Además, esta información es valiosa para compartir con tu médico en caso de que experimentes irregularidades o síntomas preocupantes.

En resumen: La menstruación no es una limitación, sino una parte integral de la salud femenina. Evita el ejercicio extenuante, los tratamientos dolorosos y el uso excesivo de agua caliente, pero, sobre todo, escucha a tu cuerpo y aprende a interpretar sus señales. Con autoconocimiento y cuidado, puedes transformar este periodo en una experiencia más llevadera y empoderadora.