¿Qué órgano falla cuando se retiene líquidos?

Cuando el Cuerpo Se Inunda: El Órgano Clave en la Retención de Líquidos

Sentirse hinchado, notar los tobillos inflamados al final del día, o la sensación de que la ropa queda más ajustada de lo habitual. Estos son solo algunos de los síntomas que pueden alertarnos sobre una posible retención de líquidos. Pero, ¿qué órgano es el responsable de este problema y qué ocurre cuando no funciona correctamente?

Si bien varios factores pueden contribuir a la acumulación de líquidos en el organismo, el órgano central que falla cuando se produce retención de líquidos de forma crónica y significativa son los riñones.

Para entenderlo mejor, imaginemos a los riñones como sofisticadas plantas de tratamiento de agua que operan las 24 horas del día. Su función principal es filtrar la sangre, eliminando los desechos, el exceso de agua y las sales que ya no necesitamos. Estos productos de desecho se convierten en orina y se eliminan del cuerpo.

¿Qué sucede cuando los riñones no funcionan correctamente?

Cuando la función renal se ve comprometida a largo plazo por una enfermedad crónica, como la diabetes, la hipertensión, la glomerulonefritis o la enfermedad renal poliquística, los riñones pierden su capacidad de filtrar eficazmente los fluidos del cuerpo. Esta deficiencia provoca la acumulación de líquidos, manifestándose en edemas e hinchazón, ya que el organismo no puede deshacerse del exceso de agua y sales de manera adecuada.

Más allá de la hinchazón: las consecuencias de la retención de líquidos relacionada con la insuficiencia renal.

La retención de líquidos causada por la insuficiencia renal no es solo una molestia estética. La acumulación de agua puede ejercer presión sobre el corazón, dificultando su función y aumentando el riesgo de insuficiencia cardíaca congestiva. Además, puede provocar:

• Dificultad para respirar: El exceso de líquido en los pulmones puede dificultar la respiración.
• Aumento de la presión arterial: El exceso de sodio retenido contribuye al aumento de la presión arterial.
• Fatiga y debilidad: La acumulación de toxinas y el desequilibrio electrolítico pueden provocar fatiga y debilidad.
• Problemas cardíacos: Como se mencionó anteriormente, la presión sobre el corazón puede provocar complicaciones graves.

¿Qué hacer ante la sospecha de retención de líquidos relacionada con problemas renales?

Es crucial consultar con un médico si se experimenta retención de líquidos persistente, especialmente si va acompañada de otros síntomas como dificultad para respirar, fatiga, cambios en la micción o hinchazón severa. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar la enfermedad renal y minimizar los efectos de la retención de líquidos.

En resumen: Si bien otros factores pueden contribuir a la retención ocasional de líquidos, cuando esta se vuelve crónica y significativa, la función renal comprometida es la causa principal. Cuidar la salud renal es fundamental para mantener el equilibrio hídrico del organismo y prevenir complicaciones graves. Por lo tanto, prestar atención a los síntomas y buscar atención médica oportuna es esencial para un manejo adecuado de la retención de líquidos y la salud renal en general.