¿Qué otros indicadores orgánicos permiten identificar un compuesto ácido básico?

¿Cómo saber si algo es ácido o base, más allá de esos típicos experimentos de la escuela? Recuerdo una vez, en el laboratorio de química de la universidad, ¡casi me explota un tubo de ensayo en la cara! Estaba usando fenolftaleína, ¿recuerdas ese líquido incoloro que se vuelve rosa intenso con una base? Pues sí, ¡casi me la juega! Por suerte, solo fue un susto, pero me dejó pensando… ¿hay otras formas de detectar ácidos y bases, además de estas sustancias tan… llamativas?

Claro que sí, ¿o acaso creías que la fenolftaleína era la única maga del cambio de color? No, no, no. Hay todo un mundo de indicadores orgánicos, como si cada uno tuviera su propia personalidad, su propio “secreto” para revelar si algo es ácido o básico. El azul de bromotimol, por ejemplo; ese pasa de un amarillo bien clarito, casi limón, a un azul cielo precioso, dependiendo del pH. Es un cambio muy gradual, me gusta más que el “¡BUM! rosa” de la fenolftaleína, aunque es menos impactante, claro.

Y luego está la tornasol, un clásico, ¿verdad? Rojo en ácido, azul en base… Simple y directo, como un buen amigo. Recuerdo a mi profe de química, una mujer maravillosa con el pelo siempre recogido en un moño perfecto, explicando esto con una paciencia infinita. Me decía que el cambio de color nos indicaba el rango de pH… ¿sabes? A veces se me olvidaban esas cosas, pero la imagen de ella, tan serena explicando, se me quedó grabada para siempre. Fue una etapa bonita de mi vida, llena de experimentos y… ¡casi explosiones!

Así que, ya ves, no sólo hay fenolftaleína. Existen otras opciones para identificar compuestos ácidos y básicos, ¡cada una con su propio encanto! Y eso es lo que me fascina de la química: su capacidad de sorpresa, sus cambios inesperados, ¡es toda una aventura!

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