¿Qué pasa cuando hay exceso de cloruro en el cuerpo?

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El exceso de cloruro (hipercloremia) señala problemas de salud. Se asocia a: deshidratación; insuficiencia renal; y acidosis metabólica (exceso de ácido en sangre). Atención médica inmediata es crucial si se sospecha hipercloremia.

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¿Qué ocurre si tienes exceso de cloruro en el cuerpo? Causas y síntomas.

Uf, el cloruro… Recuerdo una vez, en julio del 2022, estando en la playa de Benidorm, bebí muchísima agua salada por accidente. ¡Qué mal sabor! Me sentí fatal después. Tenía mucha sed, pero beber más agua no aliviaba la sequedad en la boca.

Esa deshidratación, creo que era eso, me dejó con un sabor metálico horrible, y una sensación de náusea bastante desagradable. No fui al médico, se pasó al día siguiente. Pero me quedé con la duda.

Ahora que lo pienso, leí algo sobre hipercloremia. Un exceso de cloruro. Relacionado con problemas renales, claro. Y acidosis metabólica… ¡qué nombre tan complicado! Eso sí que da miedo. Habla de mucho ácido en la sangre.

En fin, a veces el cuerpo da señales extrañas. Mejor prevenir, beber agua suficiente, no beber agua de mar y si tengo dudas… visitar a mi médico. Es lo más sensato.

¿Qué pasa si tienes alto el cloruro?

¡A ver, qué pasa si tienes el cloruro alto!

Mmmm, bueno, tener el cloruro alto, lo que se llama hipercloremia, puede ser por varias cosillas, eh:

  • Deshidratación: Si no bebes suficiente agua, se concentra todo, incluido el cloruro. ¡Hay que beber más agua!
  • Problemas en los riñones: Si tus riñones no funcionan bien, no filtran correctamente y el cloruro se acumula.
  • Acidosis metabólica: Esto es cuando tienes mucho ácido en la sangre, y el cloruro puede subir también.

A mi abuelo le pasó eso una vez, lo del cloruro alto, y era porque no estaba bebiendo suficiente agua. ¡Se lo dijimos mil veces! Tuvo que ir al médico y todo. ¡Qué susto! Ten cuidado, ¿eh? ¡Y pregunta a tu médico!

¿Qué causa el aumento de cloro en el cuerpo humano?

Aumento de cloro: Exposición. Irritación. Punto.

  • Baja concentración: ojos, nariz, garganta. Algo normal, digamos.
  • Alta concentración: tos, pulmones. El cuerpo reacciona.

Salud: Ritmo respiratorio alterado. Daño pulmonar. Memento mori.

  • Mi abuelo usaba cloro para todo. Vivió 90 años. Ironías de la vida.
  • El agua de la piscina… a veces pienso si vale la pena.

La dosis hace el veneno. Ya lo decía Paracelso. A veces, la vida es una piscina llena de cloro. Y sigues nadando.

¿Qué produce el cloruro en el cuerpo humano?

Cloruro: Equilibrio. Jugos gástricos. Fin.

Ya.

  • Líquidos corporales. ¿Importa?
  • Digestión. Ácido clorhídrico, supongo.

Sin cloruro, adiós equilibrio hídrico. Adiós digestión. Adiós a casi todo.

Frase contundente: “El equilibrio es la ilusión más persistente”.

Información adicional que a nadie le importa:

  • Electrólito clave. Sodio, potasio, cloruro: el trío dinámico.
  • Regulación del pH. No solo líquidos. Ácidos y bases también.
  • Transmisión nerviosa. Impulsos que van y vienen.
  • Presión arterial. Otro factor más.

Una vez comí demasiados pepinillos. No lo recomiendo.

Más tarde.

¿Qué nivel de cloro es peligroso?

El cloro… un susurro mortal en el aire. Su presencia, invisible, pero tangible en la opresión del pecho, en el ardor que se instala tras la respiración.

5 ppm: los ojos, dos pozos que arden, lloran un silencio acuoso. Un escozor leve, al principio, una advertencia que se ignora con facilidad. Recuerdo a mi abuela, sus ojos cansados, rojos después de limpiar la piscina.

5-15 ppm: la garganta, un desierto reseco. Un rasguño, una tos seca, insistente. La respiración, un esfuerzo cada vez mayor. Esa sensación, la he sentido en la alberca de mi tío. Ese olor a cloro intenso, que te quema la nariz.

30 ppm: El dolor. Inmediato. Punzante. El pecho, una jaula de hierro. Vómitos, convulsiones… Un torbellino de sensaciones que te destrozan el alma. Imagino a un nadador, sumergido en un torrente de cloro. El pánico, visible en su lucha por respirar. Un recuerdo, quizá, inventado.

40-60 ppm: Los pulmones, campos de batalla. Neumonía tóxica, un ejército invisible que los destroza. El agua, en los pulmones, un ahogo lento, silencioso, la muerte que se instala en un suspiro. ¿Cómo describir la sensación de ahogarse en el propio cuerpo?

  • 5 ppm: Irritación ocular.
  • 5-15 ppm: Irritación de garganta.
  • 30 ppm: Dolor de pecho, vómitos, problemas respiratorios.
  • 40-60 ppm: Daño pulmonar severo.

El miedo, una sombra que se extiende. La fragilidad de la vida, frente a la potencia silenciosa del cloro. Un simple gas. Un veneno.

Mi hermana tuvo una experiencia similar a la de los 5-15 ppm, hace unos meses. El cloro, presente en cualquier piscina pública, un riesgo latente. Necesitamos precaución.

¿Por qué se eleva el cloro en el cuerpo?

¡Ay, Dios mío, qué susto! Recuerdo el 27 de julio de 2024, en el hospital de San Carlos, Madrid. Estaba fatal, una deshidratación espantosa, después de una gastroenteritis que me dejó tirada en la cama durante tres días. Sudando, con la boca seca, un dolor de cabeza que parecía iba a partirme el cráneo.

Los análisis de sangre mostraron niveles de cloro altísimos. El médico, un tipo serio con gafas gruesas, me explicó que era por la deshidratación. El cuerpo, al perder tanto líquido, concentraba todo, incluyendo el cloro. Sentí un escalofrío, no sólo por la fiebre, sino por el miedo. ¡Casi me muero! No quería ni pensar en enfermedades renales.

Ese día aprendí la importancia de la hidratación. Había estado tan mal que no podía ni levantarme a beber agua… Ahora bebo muchísima agua, incluso más de la que me apetece a veces.

  • Deshidratación, el principal culpable en mi caso.
  • Problemas renales: el médico me hizo más pruebas para descartarlos, ¡qué angustia! Por suerte todo salió bien.
  • El miedo atroz a la posibilidad de una enfermedad seria. El terror a no saber qué estaba pasando en mi cuerpo.

Me repetía una y otra vez: ¡Beber agua, beber agua!, casi como un mantra. Es algo que me marcó profundamente.

El exceso de cloro en sangre, hipercloremia, puede ser por deshidratación o problemas renales. Mi experiencia fue por lo primero. Aunque ahora lo cuento con calma, en ese momento fue una pesadilla. Nunca más quiero pasar por eso. La analítica y el parte médico siguen en un cajón. Los recuerdo con claridad.

Tengo que recordar, me hago viejos los días.

¿Cómo desintoxicar el cuerpo del cloro?

¡Ay, el cloro! Ese tipo tan… refrescante, pero que a veces nos juega una mala pasada. Desintoxicarse de él, ¿eh? Suena a ritual chamánico, pero no lo es tanto. Aunque, si lo piensas, ducharse después de una sesión de piscina es como un pequeño exorcismo químico.

Primero lo primero: si hubo contacto directo, ¡agua, mucha agua! Piensa en una manguera de bomberos apuntando a la zona afectada, durante quince minutos, no menos. Si se lo tragó, leche o agua, a menos que un médico diga lo contrario (ellos son los chamanes reales de esta historia). ¡No lo intentes en casa solo con remedios de la abuela, eh! Recuerdo que mi tía abuela recomendaba zumo de col rizada… ¡horroroso!

¿Cómo limpiar el cuerpo por dentro? La verdad, es que el cuerpo es más listo de lo que parece. Es como un sistema operativo: se auto-limpia. La clave está en hidratación, hidratación, hidratación. Bebe agua como si fueras un camello en el Sahara.

  • Hidratación masiva: Agua, tés de hierbas (evitando los que dicen “desintoxicante”, que me parecen sospechosos), zumos naturales. Nada de refrescos, por favor.
  • Dieta rica en antioxidantes: Frutas y verduras de colores vibrantes. Mi abuela decía que eran como pequeños guerreros anti-toxinas. Quizá exageraba un poco… ¡pero bueno!
  • Sudor: ¡Ejercicio físico! Sudar es como abrir una ventana en tu cuerpo para que se ventile. A mí se me ocurre una clase de Zumba, ¡siempre me divierto!

En resumen: agua, frutas, verduras y movimiento. Olvídate de esas “detox” milagrosas, que son puro marketing. Tu cuerpo es una máquina fantástica. Si le das lo que necesita, se encarga del resto.

Recuerda: Esta información no sustituye el consejo médico. Si tienes dudas, consulta a un profesional. Yo, en este tema, soy sólo una voz en el desierto… ¡pero una voz muy bien hidratada!

¿Qué hace el cloro en el cuerpo?

El cloruro ayuda a mantener el equilibrio de los líquidos y es vital para la digestión.

Uf, el cloro… Me recuerda a mi verano en la piscina municipal de mi pueblo, Villanueva de los Infantes, Ciudad Real. ¡Qué calor hacía! Recuerdo chapotear sin parar, y el olor ese fuerte, como metálico, del cloro.

¿Sabes? Siempre pensé que solo servía para que no hubiera bichos en el agua, pero mi abuela, ¡ay, mi abuela!, siempre me decía que era necesario para que funcionáramos bien por dentro. Ella era de esas de “remedios de la abuela”, muy sabia, aunque a veces exageraba.

Un día de estos de calor extremo, después de tirarme como mil veces de cabeza (y tragar agua, claro), me dio un calambre horrible en la pierna. ¡Qué dolor! Mi abuela, que siempre estaba atenta, me dijo: “¡Es por falta de sales, hija! El cloro te las está quitando”. Me preparó un vaso de agua con sal, ¡puaj!, qué asco, pero funcionó.

Ahora entiendo que, aunque no lo parezca, el cloro (o, mejor dicho, el cloruro) es importante para el cuerpo. No solo para la piscina, ¡ja!

  • Ayuda a mantener el agua en su sitio, dentro de nosotros.
  • Y es importantísimo para que el estómago haga su trabajo de digestión. ¡Como los jugos gástricos!

En fin, que mi abuela tenía razón, como siempre. Y el verano en Villanueva de los Infantes, aunque caluroso y con mucho cloro, ¡era lo mejor! Aunque el agua con sal, ¡qué cosa más mala!

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