¿Qué pasa si cae agua sobre las luces LED?

¿Agua y luces LED? Un riesgo que no se puede ignorar

Las luces LED han revolucionado la iluminación, ofreciendo eficiencia, durabilidad y un amplio espectro de colores. Sin embargo, existe un factor que puede comprometer su funcionamiento: el agua.

Aunque no siempre la exposición al agua cause un daño irreversible, es importante entender que las luces LED no están diseñadas para resistir la humedad.

Su funcionamiento se basa en un vacío que permite la correcta emisión de luz y color. La presencia de agua en este espacio puede provocar cortocircuitos, oxidación y daño en los componentes internos.

La resistencia al agua no está garantizada. Algunas luces LED cuentan con certificaciones IP (Ingress Protection) que indican su grado de protección frente a la entrada de sólidos y líquidos. Sin embargo, incluso las luces con certificación IP pueden dañarse si se exponen a un nivel de agua superior al especificado.

¿Qué hacer en caso de contacto con agua?

• Si la luz LED ha estado en contacto con agua, desconéctala inmediatamente de la fuente de energía.
• No intentes secarla con un secador de pelo o cualquier otra fuente de calor. El calor puede dañar los componentes internos.
• Déjala secar al aire libre en un lugar fresco y seco durante al menos 24 horas.
• Si la luz no funciona después de secarse, es mejor que la lleves a un especialista para que la revise y determine si se necesita una reparación.

En resumen, la exposición al agua puede poner en riesgo el funcionamiento de las luces LED. Es fundamental tener en cuenta las especificaciones de cada producto y protegerlas de la humedad para asegurar su durabilidad y eficiencia a largo plazo.