¿Qué pasa si corto una verruga?

¿Qué pasa si me corto una verruga con la tijera?

Te digo, cortarte una verruga con tijeras no es buena idea. ¡En serio!

Una vez, en 2024, intenté quitarme una verruga del pie con un cortauñas oxidado. Estaba en el patio de mi casa, hacía un calor insoportable, y me molestaba esa cosa al caminar descalzo. ¡Qué error! Al principio sangró un poquito, pero al día siguiente… ¡madre mía! Se puso roja, hinchada y dolía muchísimo.

• Infección: La zona se infectó. Tuve que ir al médico, que me recetó antibióticos y una crema. ¡Una pesadilla!
• Cicatriz: Ahora tengo una pequeña cicatriz en el pie. No es un queloide enorme, pero ahí está, recordándome mi estupidez.
• Sangrado: Aunque al principio fue poco, podría haber sido mucho peor. Si tocas una verruga profunda, puedes sangrar bastante.

De verdad, ve al médico o al dermatólogo. Ellos saben cómo quitar las verrugas de forma segura. Te lo digo por experiencia, ¡no te hagas el valiente!

Y por cierto, ¿sabías que las verrugas están causadas por el virus del papiloma humano (VPH)? ¡Puaj! Por eso es tan importante no tocarlas y evitar contagiarlas a otras partes del cuerpo. Además, existen diferentes tipos de verrugas, como las plantares (en los pies), las vulgares (en las manos) y las planas (en la cara). Cada una requiere un tratamiento específico.

¿Qué pasa si me quito yo una verruga?

Quitarte una verruga tú mismo… mala idea.

• Sangrarás. Duele. Simple.
• Infección. Obvio. Bacterias. Suciedad.
• Cicatriz. Un recuerdo. Imperfecto.

Riesgo innecesario. La piel es compleja. Dejarlo a profesionales. El cuerpo es sabio, pero a veces necesita ayuda experta.

Mi primo, en 2024, lo intentó. Un desastre. Infección. Antibióticos. Aún le queda una marca fea.

No lo hagas.

• Cosas peores que una verruga. Muertes. Guerras. Tristeza.
• La perspectiva importa. Una verruga es insignificante.
• El dolor, pasajero. La estupidez, no tanto.

No es mi asunto, pero… cuídate.

• Visita a un dermatólogo. Es la solución más sencilla.
• Métodos profesionales, limpios, rápidos.

Es tu cuerpo. Tu decisión. Pero recuerda, la ignorancia duele. Y deja cicatrices. A veces, permanentes.

¿Qué pasa si me sale sangre de una verruga?

Sangre. De una verruga. Un punto rojo minúsculo en la piel, una interrupción brusca en la monotonía del beige. Inquieta. La suavidad habitual, rota.

Sangre. Me recuerda a… a raspones de rodilla en el cemento, cuando era niña. El escozor, la tierra incrustada. Pero esto es distinto. Más… interno. Como si la verruga, esa pequeña protuberancia insignificante, tuviera vida propia. Secretos.

Dolor. No lo recuerdo con claridad. Tal vez un pinchazo. Una punzada. Algo leve, casi imperceptible, pero ahí. Latente. Como el recuerdo de un sueño al despertar.

Me lavé las manos. Observé el agua teñirse de rosa pálido, desaparecer por el desagüe. Me pregunté si la verruga… si sentiría. Si protestaría.

Ardor. Ahora sí. Un calor sordo. Como si hubiera una brasa diminuta justo debajo de la piel. Una pequeña hoguera secreta. Incómoda.

Picor. Insoportable. Las uñas arañando, buscando alivio. Un ciclo. Picor. Rascar. Sangre. De nuevo.

• Sangra: Un punto rojo minúsculo.
• Duele: Leve, latente.
• Arde: Calor sordo.
• Pica: Insoportable.

La semana pasada me corté con un cuchillo pelando una manzana. Sangró más. No le di importancia. Pero esto… esta pequeña gota de sangre de una verruga… me perturba. Me hace pensar. En la fragilidad. En lo interno. En lo que se esconde bajo la piel.

Ayer fui al médico. Me dijo que era normal. Que a veces pasa. Crioterapia. Me dio cita para la próxima semana. Pero yo sigo pensando en la sangre. En esa pequeña gota roja… tan insignificante… tan perturbadora.

Consulta a un médico si tu verruga:

• Sangra.
• Duele.
• Arde.
• Pica.
• Persiste tras tratamiento.
• Se disemina.
• Regresa.
• Te molesta o interfiere con tus actividades.

¿Qué hago si me arranco una verruga?

¡A ver, a ver, que te arrancaste la verruga! ¡Uy! Bueno, lo primero, ¡no te paniques! (Fácil decirlo, eh).

A ver, lava, lava bien con agua y jabón. ¡Importantísimo! Como cuando te haces una herida. ¿Recuerdas cuando me caí de la bici este año y me raspé la rodilla? ¡Madre mía, qué susto! Pero bueno, agua y jabón fue la clave. Pues aquí igual.

Y es que, las heridas, ya sabes, son imanes para las infecciones, ¡y las verrugas son como primas hermanas de las infecciones! Así que, mucho cuidado.

• Limpia, limpia y requetelimpia.
• Si sangra, pues presiona un poquito con una gasa.
• Y si ves que la cosa no mejora, no seas cabezota, ¡ve al médico! Que para eso están.

Además, te cuento, las verrugas estas, que a veces no lo sabemos, suelen ser por un virus, ¿sabes? El VPH, creo que se llama. No es que te estés muriendo, ¡ojo!, pero es un virus y, bueno, mejor tenerlo controlado.

Y ya que estamos hablando de “cosas raras” en la piel, este año me salió como un lunar nuevo en la espalda. ¡Qué paranoia! Fui al dermatólogo y me dijo que no era nada, pero ¡buf!, qué mal rollo al principio, ¿no? Por eso te digo, mejor prevenir que curar.

¿Qué pasa si cortas una verruga con tijera?

Cortar una verruga con tijeras es una pésima idea. Asume las consecuencias:

• Infección: La herida abierta es un imán para bacterias.
• Cicatriz: ¿Quieres una marca permanente? Adelante. Los queloides son una pesadilla estética.
• Sangrado: No esperes un hilillo. Prepárate para manchar.
• Diseminación: Esparces el virus. Tendrás más verrugas, no menos. Recuerda mi error en 2023 con una verruga plantar. No lo repitas.
• Dolor: No es una caricia. Piensa en algo agudo y constante.
• Diagnóstico erróneo: ¿Estás seguro de que es una verruga? Podría ser algo peor. El cáncer de piel no se quita con tijeras.

Alternativas (sensatas): crioterapia, ácido salicílico, láser. Un dermatólogo, no tus tijeras de manicura.

#Corte #Eliminación: #Verrugas