¿Qué pasa si me late el intestino?

¿Qué pasa si me late el intestino? Ay, Dios mío, esa sensación… ¿Te ha pasado? Ese latir, como un pequeño pájaro loco revoloteando dentro, ¿verdad? No es agradable, para nada. Recuerdo una vez, estaba en una reunión importante, súper formal, y ¡zas!, empezó ese maldito tamborileo interno. Quería desaparecer. Me puse roja como un tomate, segura de que todos lo notarían. ¡La vergüenza!

El artículo dice que es un espasmo, un movimiento incontrolable en el abdomen. Lo describe tan fríamente… “movimientos incontrolables”… como si fuera una simple descripción mecánica. ¡Pero no lo es! Es una sensación horrible, ¿o no? Te deja sin aliento, te quita el sueño, te impide concentrarte… A mí, casi me costó un ascenso, ¡lo juro!

Dicen que ignorarlo puede ser… peligroso. Que puede afectar los pulmones, el sistema respiratorio, todo el digestivo… ¡uff! Eso sí que da miedo, ¿no? Me imagino, ¿verdad?, que esos problemas no son nada divertidos. Un amigo de mi hermano tuvo algo parecido, y terminó en urgencias. Pasó una semana horrible, con medicamentos y sondas… No quiero ni pensarlo.

En fin, el artículo recomienda ir al médico si persiste. Y creo que tiene toda la razón. Porque aunque a veces lo achaquemos al estrés – y seguramente mucho se debe al estrés- no debemos minimizarlo. Yo, por ejemplo, después de mi “experiencia” en esa reunión, fui al médico. Me hicieron un montón de pruebas – fueron como… cinco, creo, pero no estoy segura, hace tiempo ya – y, por suerte, no era nada grave. Solo mucho estrés, demasiado café… y un poco de mala suerte.

Así que, si sientes ese latido interno, no te lo tomes a la ligera. Consulta a un médico, que para eso están. Es mejor prevenir que lamentar, ¿no te parece? A veces, un poco de atención extra es lo que necesitamos. Y quien sabe, igual hasta te evitas una historia tan poco divertida como la mía.

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