¿Qué pasa si me quito una verruga con las tijeras?
Quitar una verruga con tijeras puede ser peligroso. Los riesgos incluyen infección, sangrado y cicatrices, incluso queloides. Es mejor consultar a un dermatólogo para un tratamiento seguro y efectivo.
¿Riesgos de quitar verrugas con tijeras?
¡Ay, las verrugas! Recuerdo cuando me salió una enorme en el dedo gordo del pie, en marzo del 2021, justo antes de un viaje a Cancún. Fue horrible.
Pensé en cortarla yo misma, con unas tijeras de manicura, ¡qué locura! Gracias a Dios que no lo hice. Un amigo, médico, me explicó los riesgos.
Infección, claro. Una herida abierta en el pie, cerca de la arena y el agua… ¡una pesadilla! Además, cicatriz. Ya tengo una fea en la rodilla de una caída en bicicleta, en mi pueblo, hace diez años.
Sangrado, obvio, pero también la posibilidad de no extraer toda la verruga. Eso sí que es un rollo, que te vuelva a salir. Al final, fui al dermatólogo. Me costó 75 euros, pero valió la pena. Me congeló la verruga con nitrógeno líquido. Funciona mejor que cualquier “remedio casero”.
¿Se puede cortar una verruga con tijeras?
¡Ay, las verrugas! Esas pequeñas intrusas que parecen tener una fiesta de cumpleaños en tu piel. ¿Tijeras? ¡Ni de broma! Cortar una verruga es como intentar apagar un incendio con gasolina. ¡Un desastre monumental!
No te metas con las verrugas tú solo. Es como intentar arreglar un coche con un destornillador y una sonrisa: puede que lo empeores. Mi vecina, la abuela Emilia, intentó una vez quemar una con una vela. Resultado: una cicatriz de campeonato y tres verrugas más. ¡Tres!
Piénsalo: una verruga es un virus, un pequeño bicho que se ha instalado a sus anchas. Si la atacas con métodos caseros, lo único que consigues es enfadarlo y que se reproduzca como conejos en primavera.
- Métodos caseros: ¡mala idea! Igual que intentar domar a un gato con un láser.
- Profesionales: la mejor opción. Como contratar a un exterminador para una plaga de cucarachas. ¡Mucho más efectivo!
La solución? Ve al dermatólogo. Sé que da pereza, pero créeme, es mejor que acabar con un pie que parece un jardín enano. Ayer mismo mi dermatóloga me dijo que las verrugas de este año son especialmente tozudas. Ella misma me lo contó, así que no invento.
Además, piensa en la posibilidad de una infección. Es como invitar a una fiesta a todos los malos bichos que acechan por ahí. Mejor prevenir que curar, ¿no? Y la prevención, en este caso, pasa por un profesional. ¡Que hasta podría hacerte reír un poco! (Mi dermatóloga tiene un chiste buenísimo sobre verrugas y hongos).
Dato extra: Las verrugas, aunque molestas, no son el fin del mundo. A mi cuñado, le salió una en el labio superior y se le quitó en verano, casualmente. A veces, el tiempo hace su magia… Pero no esperes que ocurra con las tuyas. Acción preventiva ya!
¿Cómo se pueden cortar las verrugas?
No se deben cortar las verrugas. Cortar una verruga en casa puede provocar infecciones, cicatrices y la propagación del virus.
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Consulta a un dermatólogo: Es crucial. Yo mismo tuve una verruga plantar bastante molesta hace unos años y, por impaciencia, intenté “arreglarla” yo. Terminé con dos verrugas en lugar de una. Al final, un dermatólogo la eliminó con crioterapia. Aprendí la lección.
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Tratamientos médicos: Existen diversas opciones que un profesional puede ofrecerte.
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Crioterapia: El dermatólogo congela la verruga con nitrógeno líquido. Suele ser efectivo, aunque puede requerir varias sesiones. La experiencia no es dolorosa, es más bien una sensación fría intensa.
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Electrocirugía: Se utiliza una corriente eléctrica para quemar la verruga.
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Escisión quirúrgica: En algunos casos, el médico puede optar por cortar la verruga, pero con las técnicas y el equipo adecuado.
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Láser: Se utiliza un láser para destruir el tejido de la verruga. Personalmente, no lo he probado, pero amigos me han contado que es una opción efectiva.
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Medicamentos tópicos: Existen medicamentos con ácido salicílico o cantaridina que se aplican directamente sobre la verruga. El ácido salicílico funciona exfoliando la piel, mientras que la cantaridina crea una ampolla debajo de la verruga, permitiendo que se desprenda.
¿Por qué es tan importante acudir a un médico? Porque lo que parece una simple verruga podría ser otra cosa. Además, el tratamiento adecuado depende del tipo de verruga, su ubicación y el estado de salud del paciente. Recordemos: un buen diagnóstico es la mitad de la cura.
¿Qué pasa si cortamos una verruga?
¡Bufff! Ni se te ocurra cortar una verruga, ¡fatal idea! En serio. Mira, te lo digo yo que una vez intenté quitarme una con una tijera… ¡qué dolor! Y encima, me salieron dos más luego. O sea, un desastre total.
No cortes las verrugas. Es súper importante que no lo hagas. Te explico por qué: Si la cortas, es como si abrieras la puerta a más verrugas. La herida, aunque sea pequeña, es una entrada para el virus. Y encima, al tocarla con algo, tipo tijera, cuchillo o lo que sea, pues lo contaminas y si luego tocas otra parte del cuerpo… ¡zas! Verruga nueva.
- Riesgo de infección: Imagínate, una herida abierta… pues se puede infectar. Yo una vez tuve que ir al médico por eso. Me recetó una crema y todo el rollo. Mejor evitarlo, ¿no?
- Propagación del virus: El virus del papiloma humano, o VPH, es el culpable de las verrugas, ¿sabías? Pues si tocas la verruga, aunque sea un poquito, se extiende. Como si fuera magia negra, pero de verrugas.
- Más verrugas: Ya te lo dije, me pasó a mí. Corté una y me salieron dos. Es como si las invocaras. Mejor déjalas tranquilas.
En serio, te lo digo por experiencia. Yo fui al dermatólogo por esto, al final, me quemó la verruga con nitrógeno líquido. ¡Eso sí funcionó! Así que ya sabes, si tienes una verruga rebelde, ve al médico. En mi caso, la doctora López, súper maja, me lo solucionó en un plis plas. Ve al médico, mejor.
- Crioterapia: Eso del nitrógeno líquido. Duele un poco, pero es efectivo.
- Ácido salicílico: También hay cremas con esto, pero tardan más. A mí me dio una crema con un 20% de ácido salicílico. Eso es bastante.
- Cinta adhesiva: Dicen que funciona, pero yo no lo he probado. Tapar la verruga con cinta americana, ¡qué cosas!
Este año ya he ido dos veces al dermatólogo por otras cosas. Mucha crema solar, ¡importante! La piel es delicada, hay que cuidarla.
¿Qué pasa si me corto una verruga sin querer?
¡Ay, amigo! Te cortaste una verruga, ¿no? ¡Qué mala pata! Eso sí que es un fastidio. A ver, no te asustes, pero… puede pasar de todo, eh.
Lo principal es limpiar bien la herida. Jabón y agua, a conciencia, ¿vale? Y luego, bueno, depende. Si es una herida pequeña, tipo arañazo, seguramente se cure solo. Pero si sangra mucho o es profunda… ¡al médico, corriendo! No te la juegues.
Infección, la gran preocupación. Sí, las verrugas, aunque parezcan tonterías, son puertas de entrada para bacterias. Mi primo, el año pasado, se cortó una y casi le dan puntos, ¡una locura! Mucho cuidado con eso.
Un corte, aunque sea chiquitito, puede empeorar las cosas, ¿sabes? Puede que la verruga se infecte y se te ponga fea, hinchada, roja… ¡Un horror! No quiero ni pensarlo.
- Limpieza: Agua y jabón, ¡mucho jabón!
- Observación: Si ves que empeora, al médico. En serio, no esperes.
- Prevención: Lavarse las manos, siempre, como ya te he dicho, ¡y mil veces más!
Lo que sí te digo es que el año pasado, mi vecina, la tía Concha, se quitó una verruga en la planta del pie con un cortaúñas (¡qué locura!) y le quedó una cicatriz fea, ¡para el recuerdo! Así que, ya ves… mejor no lo hagas. No es algo que se deba tomar a la ligera.
Mejor que lo vea un profesional, ya sabes, un médico o dermatólogo. Ellos tienen sus cosas, sus métodos. Esos sí que saben lo que hacen. Yo, la verdad, en estas cosas, prefiero no arriesgarme. Es mi consejo. Ya me contarás qué tal te va, ¡suerte!
¿Qué pasa si me quito una verruga?
Destruir. La palabra resuena, fría, en el vacío de la tarde. Una tarde como tantas otras, pero hoy, la palabra destruir vibra en el aire, se pega a la piel, como el eco de una verruga que ya no está. ¿Y si me la quito? Un pequeño acto, una incisión mínima en el mapa de mi cuerpo… pero ¿qué deja tras de sí?
Un espacio liso, ausente. Quizás una cicatriz, un fantasma del relieve que una vez fue. Me viene a la memoria la textura rugosa, casi una pequeña piedra en el dorso de mi mano. Llevo meses mirándola, tocándola a veces, sin querer. Un lunar sin encanto, un huésped silencioso.
Desaparecer. Otro verbo que se desliza, lento, por los pliegues del pensamiento. La verruga, al irse, ¿se lleva consigo algo más que su molesta presencia? Recuerdo ver fotos viejas, de mis abuelos, con sus manos llenas de pequeñas marcas, testimonios de un tiempo que ya no es. Manos que trabajaron la tierra, manos que acunaron vidas… manos que ya no están.
Destrucción… un acto definitivo. Como arrancar una página de un libro. Un libro que sigo escribiendo, día tras día. Ayer compré pan en la panadería de la esquina. El panadero tenía las manos limpias, sin una sola marca. Me pregunto si él también habrá tenido que destruir alguna vez.
Lesiones. La palabra me suena a hospital, a frío acero quirúrgico. Prefiero pensar en la verruga como en una pequeña montaña, un accidente geográfico en mi piel. Un paisaje que pronto dejará de existir.
- Desaparición de las verrugas: Evita nuevas lesiones.
- Ningún tratamiento 100% eficaz: Siempre hay una posibilidad de recurrencia.
- Objetivo de los tratamientos: Destrucción de las lesiones.
- Mi experiencia personal: Verruga en el dorso de la mano.
- Reflexión: El acto de quitarse una verruga como una pequeña destrucción.
Ayer, mientras regaba las plantas de mi balcón –geranios rojos, herencia de mi madre–, volví a mirar la verruga. Una pequeña sombra bajo el sol de la tarde. Pronto ya no estará. Y con ella, desaparecerá también una pequeña parte de mí.
¿Qué pasa si me cortó la verruga con una tijera?
¡Ay, madre mía, te cortaste la verruga con tijeras! ¡Qué dolor!
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Infección: Obvio, ¿no? Las tijeras no están esterilizadas como en el médico. ¡Uf! ¿Llegaste a desinfectar después? ¡Espero que sí! Yo una vez me corté cocinando, y aunque no fue una verruga, ¡casi me da algo del asco que me dio!
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Cicatriz (queloides): Depende de la piel, supongo. Mi hermana tiene una cicatriz enorme de cuando se cayó de bici con 7 años… ¡vaya queloide! Yo, en cambio, casi no tengo marcas. ¿Será genético?
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Sangrado: Pues sí, normal que sangre. Las verrugas tienen vasos sanguíneos, por eso duelen a veces. ¡Qué asco!
¿Qué más puede pasar? Mmm…
- Que vuelva a salir: Las verrugas son virus, ¡así que la raíz sigue ahí! A mí me salía una en el pie de pequeña, ¡qué fastidio!
- Dolor: ¡Obvio! Pero bueno, imagino que ya te duele. ¡Ánimo!
- Diseminación del virus: Si tocas otras partes del cuerpo con la tijera o la zona cortada, ¡puedes contagiar otras zonas! ¡Cuidado!
- Posible necesidad de ir al médico: Quizá, si te duele mucho, se infecta o vuelve a salir muy rápido, ¡mejor que lo vea un profesional! En 2024, ir al médico no es tan difícil como antes.
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