¿Qué pasa si pongo bicarbonato de sodio en una herida?

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Aplicar bicarbonato en una herida abierta retarda la cicatrización e incrementa la inflamación. Es crucial limpiar la herida con un antiséptico adecuado y cubrirla con un apósito limpio, cambiándolo dos veces al día, aplicando antiséptico en cada cambio.
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El Bicarbonato de Sodio y las Heridas Abiertas: Mitos y Realidades

El bicarbonato de sodio, un producto común en la cocina, a menudo es considerado un remedio casero para diversas dolencias, incluyendo las heridas. Sin embargo, la aplicación de bicarbonato en una herida abierta es contraproducente y puede incluso empeorar la situación. Entender por qué es fundamental para una cicatrización adecuada.

A diferencia de la creencia popular, aplicar bicarbonato de sodio en una herida abierta no solo no ayuda, sino que puede perjudicar el proceso natural de curación. La principal razón radica en su efecto sobre el delicado equilibrio químico de la piel y el entorno de la herida.

El bicarbonato de sodio, aunque inocuo en la mayoría de usos domésticos, es alcalino. Una herida abierta, por el contrario, se encuentra en un ambiente fisiológico ácido. Esta diferencia de pH dificulta la acción de las defensas del organismo, ralentizando la formación de coágulos y, en consecuencia, la cicatrización.

Además, el bicarbonato puede contribuir a una mayor inflamación al interrumpir el proceso natural de defensa del cuerpo. En lugar de ayudar a detener la infección, puede incluso fomentarla al crear un medio menos hostil para las bacterias.

En definitiva, la mejor manera de abordar una herida abierta es aplicar una estrategia de cuidado responsable y profesional. La prioridad absoluta es la higiene. Esto implica una limpieza exhaustiva con un antiséptico adecuado, diseñado para matar o inhibir el crecimiento de bacterias. Nunca debe usarse agua sola, ya que solo elimina los contaminantes superficiales y no previene la infección. Después de la limpieza, es vital cubrir la herida con un apósito limpio, cambiándolo al menos dos veces al día. Cada cambio de apósito debe ir acompañado de una nueva aplicación del antiséptico.

La creencia de que el bicarbonato de sodio es un remedio eficaz para las heridas se basa en una incomprensión de los procesos biológicos que se desencadenan tras la lesión. Es crucial recordar que una herida abierta es una puerta de entrada potencial para infecciones, y la higiene adecuada, junto con la supervisión médica, son esenciales para una recuperación exitosa.

En caso de dudas o sospechas de infección, es fundamental consultar a un profesional sanitario. Un médico o enfermero evaluará la herida, determinará el tratamiento más adecuado y podrá guiar al paciente en el proceso de recuperación. No tome decisiones médicas basadas en información no respaldada científicamente.