¿Qué pasa si tomo vino antes de hacer el amor?

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Beber alcohol antes de tener relaciones sexuales no potencia el placer ni el deseo, sino que lo disminuye. Interfiere con la respuesta sexual normal y aumenta el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, debido a la disminución de la inhibición y la toma de decisiones responsables.

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El Vino y el Amor: ¿Un Maridaje Peligroso? Lo que Realmente Ocurre si Bebes Vino Antes del Sexo

La idea de una copa de vino antes de un encuentro íntimo es un cliché romántico que se repite hasta la saciedad en películas y libros. Se pinta como un elixir que despierta la pasión y desinhibe, preparando el terreno para una noche inolvidable. Pero, ¿qué tan cierta es esta imagen? La realidad, lamentablemente, es mucho menos glamorosa y, de hecho, podría estar saboteando tus encuentros sexuales.

Contrario a la creencia popular, beber vino antes de tener relaciones sexuales no potencia ni el placer ni el deseo a largo plazo. En realidad, lo más probable es que lo disminuya. Si bien una pequeña cantidad de alcohol puede reducir la ansiedad inicial, la verdad es que el vino, como cualquier otra bebida alcohólica, interfiere con la respuesta sexual normal.

Piénsalo de esta manera: el sexo requiere de una coordinación precisa entre el cerebro, los nervios y el flujo sanguíneo. El alcohol, por su parte, actúa como un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que entorpece la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Esto puede traducirse en:

  • Dificultad para alcanzar el orgasmo: El alcohol disminuye la sensibilidad y la capacidad de respuesta, lo que hace que sea más difícil llegar al clímax, tanto para hombres como para mujeres.
  • Problemas de erección: En los hombres, el alcohol puede afectar la irrigación sanguínea necesaria para lograr y mantener una erección.
  • Sequedad vaginal: En las mujeres, el alcohol puede reducir la lubricación natural, haciendo que el sexo sea incómodo o incluso doloroso.

Además de afectar la fisiología, el vino también tiene un impacto significativo en la cognición y el comportamiento. Reduce la inhibición y la capacidad de tomar decisiones racionales. Si bien esto puede sonar tentador, las consecuencias pueden ser graves.

Un estudio tras otro ha demostrado que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual (ITS). Esto se debe a que, bajo la influencia del alcohol, es más probable que las personas tengan relaciones sexuales sin protección o que tomen decisiones arriesgadas que normalmente no tomarían.

Entonces, ¿cuál es la alternativa?

En lugar de confiar en el vino para encender la chispa, considera opciones más saludables y efectivas para mejorar tu vida sexual:

  • Comunicación abierta: Habla con tu pareja sobre tus deseos, fantasías y preocupaciones. La comunicación honesta es la base de una vida sexual satisfactoria.
  • Tiempo de calidad: Dedica tiempo a conectar con tu pareja a un nivel emocional y físico. Esto puede incluir citas románticas, masajes o simplemente pasar tiempo juntos sin distracciones.
  • Juego previo: No subestimes el poder del juego previo para aumentar la excitación y la lubricación.
  • Enfoque en la conexión: Concéntrate en la conexión emocional y física con tu pareja, en lugar de obsesionarte con el orgasmo.
  • Si vas a beber, hazlo con moderación: Si decides tomar vino antes de tener relaciones sexuales, limítate a una sola copa y asegúrate de que ambos estén de acuerdo con ello.

En resumen, mientras que el vino puede parecer una solución rápida para “animar” las cosas en el dormitorio, la realidad es que puede hacer más daño que bien. Prioriza la comunicación, la conexión y la salud para una vida sexual plena y satisfactoria. Recuerda que la verdadera pasión surge de la intimidad, no del alcohol.