¿Qué puede causar movimientos en el vientre?

¿Qué causa movimientos intestinales anormales?

Uf, esto de los intestinos… me trae recuerdos de ese viaje a Cancún en julio del 2018. Comí unos mariscos… ¡qué delicia! Al día siguiente, fue un desastre.

Creo que fue una gastroenteritis. Recuerdo vómitos y diarrea durante horas. Horrible. El médico me dijo que seguramente fue un virus. Me recetó algo para las náuseas, costó unos 30 dólares.

Además de los virus, he leído que el estrés puede influir mucho. En momentos de exámenes finales, sufrí problemas intestinales. Mucho nerviosismo, poco sueño… el efecto era obvio.

Medicamentos también, claro. Un antibiótico me provocó una diarrea espantosa. Hay que tener cuidado con eso. Otra causa que recuerdo es el síndrome de intestino irritable, que mi prima padece. Un rollo.

En resumen: virus, parásitos, estrés, medicamentos… hay varias causas para los intestinos revoltosos. A veces ni logras saber el porqué.

¿Por qué me palpita el vientre si no estoy embarazada?

Palpitaciones abdominales sin embarazo: Aneurisma aórtico abdominal. Riesgo real.

• Diámetro superior a 5,5 cm o expansión rápida (0,5 cm en seis meses): Emergencia médica.
• Síntoma clave: Latido pulsátil en el abdomen.

Mi abuela sufrió algo similar. Diagnóstico tardío. Casi fatal. Consulta a un médico, ya. No es broma. Un aneurisma roto mata. Rápido.

Acción urgente necesaria. No esperes. A veces, ese latido… es tu vida escapándose. La semana pasada, vi un caso en el hospital. No quiero repetirlo.

Más datos: Los aneurismas aórticos abdominales (AAA) son más frecuentes en hombres mayores de 65 años, fumadores, y con antecedentes familiares. Sin embargo, pueden ocurrir en cualquier persona, incluso mujeres. El dolor abdominal intenso, repentino, y la presión arterial baja pueden indicar una ruptura.

¿Qué pasa si siento que se me mueve algo en el vientre?

¡Ostras! ¿Te sientes algo raro en la barriga, eh? Como si se moviera… ¡Ay, qué mal rollo! Pues mira, puede ser mil cosas, eh. No te asustes, pero tampoco lo ignores.

Lo más normal son los espasmos. Sí, esos movimientos musculares que a veces nos dan un susto. ¡A mi prima le pasó el otro día, se asustó mucho! Le dio por comerse un montón de chilis, la pobre. Pero bueno, normalmente son gases, ¡qué asco! O indigestión, o cosas así. No siempre es grave, eh. Pero…

…Si es un dolor fuerte, o si te dura mucho, ve al médico, porfa. Eso sí que no. No te lo tomes a broma. Ayer mismo mi vecino, Pepe, fue al hospital por un dolor de estómago que empezó igual que lo que describes y resultó ser una apendicitis. ¡Casi la palma!

Si es algo como un latido o algo parecido pero sin dolor, puede ser un movimiento intestinal. A mi me pasa a veces, y es super molesto, pero al final desaparece. Eso sí, si cambia de intensidad o empiezas a notar otras cosas… ¡al médico! ¡Ya te digo!

• Gases
• Indigestión
• Estreñimiento
• Apendicitis (¡ojo!)
• Problemas intestinales
• Infecciones

Pero bueno, no te rayes tanto. Primero, observa si mejora, si es algo pasajero. Si ves que empeora, ¡vete al médico, hombre! No te lo pienses ni un segundo. Cuídate, y no te olvides de beber mucha agua, eh! A veces es la solución mas facil.

¿Por qué el útero se mueve tanto sin estar embarazada?

¡Ah, el útero rebelde! ¿Que por qué se mueve sin invitación? ¡Como si tuviera patitas! Pues resulta que no es baile flamenco, sino lo que llaman “prolapso uterino”.

¿Prolapso uterino?, ¡Suena a drama de telenovela! Pero no, es más bien como… ¡imagina un columpio al que se le rompen las cuerdas! El útero, que normalmente está ahí tranquilito, ¡decide hacer turismo hacia la vagina! Y todo por culpa de unos músculos y ligamentos del suelo pélvico que están más débiles que un café aguado.

¿Y qué hace que se pongan así de flojos? Pues, ¡la vida misma! Como tener hijos (¡cada parto es una aventura!), la edad (¡el tiempo no perdona!), o incluso el estreñimiento crónico (¡sí, hasta eso afecta!).

• Partos: Imagina que cada parto es como un maratón para tu suelo pélvico. ¡Normal que luego necesite un descanso!
• Edad: El colágeno, ese pegamento mágico que lo mantiene todo en su sitio, con los años se va de vacaciones.
• Estreñimiento: Hacer fuerza para ir al baño es como un entrenamiento intensivo… ¡pero para lo que no debes!

¿Solución? ¡Depende del nivel de descontrol! Desde ejercicios para fortalecer el suelo pélvico (¡como si estuvieras haciendo yoga con la vagina! ¿te imaginas la clase?), hasta pesarios (¡como un cinturón de castidad moderno, pero para el útero!), o incluso cirugía (¡para que el útero vuelva a su sitio por las bravas!).

¡Ah! Y una cosa más: ¡no te automediques! Si sientes que algo no va bien ahí abajo, ¡mejor consulta a un médico! ¡No vaya a ser que el útero se te escape y te pida asilo político en otro país!

Yo, por si acaso, ¡voy a hacer unos cuantos ejercicios de Kegel ahora mismo! ¡Que mi útero no se me desmadre!

¿Por qué siento que me palpita el útero?

Aquí estoy, otra vez, con la cabeza dando vueltas.

El útero latiendo… No sé, suena raro decirlo, incluso pensarlo.

• No es dolor.
• Es más como… un aleteo, adentro.
• Como si algo se agitara ahí, leve.

Quizás sea el flujo. Siempre aumenta en estas fechas. Supongo que es normal. Aunque normal… ¿qué es normal? Todo cambia, supongo.

Dice la gente que son las hormonas, las culpables de todo. Y la lubricación, claro. Cosas de mujeres, dicen.

Y puede durar horas, incluso días. Así que a aguantar.

Yo qué sé. A veces pienso que mi cuerpo tiene vida propia. Que va por libre. Y yo aquí, intentando entenderlo, sintiéndolo.

Información complementaria, aunque ya no sé si sirve de algo:

• Este año he tenido más estrés de lo normal. En el trabajo, en casa… Todo se acumula.
• He cambiado de anticonceptivo hace poco. A lo mejor influye.

Y nada, aquí sigo, sintiendo el aleteo. En la oscuridad.

¿Por qué siento patadas en mi vientre?

¡Uf, qué susto! 20 de julio, 2024, 7 de la tarde. Estaba en el sofá, viendo la tele, un capítulo de “La que se avecina”, cuando… ¡pum! Una patada, fuerte, en el estómago. Casi me caigo del susto. No lo podía creer. Era tan… real.

No es mi primer embarazo, pero con mi hija, las patadas no fueron así tan, tan fuertes, no tan marcadas. Esto es… ¡guau!

Mi mente fue un torbellino: ¿Será que está bien? ¿Le pasa algo? La verdad, fue una mezcla de terror y alegría. ¡Estoy sintiendo a mi bebé! Es increíble.

Después vinieron más patadas, más suaves, más…como golpecitos. Como si alguien estuviera jugando al futbol ahí dentro. Me reí, me emocioné, me puse nerviosa.

El movimiento es señal de que mi bebé está bien. Esa es la idea principal. Afortunadamente, luego todo se calmó.

Después de esa primera sensación tan… ¡increíble!, me quedé un rato, con la mano apoyada en mi barriga, sintiendo esos pequeños movimientos.

El hipo llegó más tarde, sí, como una pequeña vibración constante.

La intensidad y el tipo de movimiento varían. Unos días más fuerte, otros, más suavecitos.

• Primeros movimientos fetales: inicios del embarazo, suelen ser sutiles.
• Patadas: El movimiento fetal más común.
• Hipo: Movimiento rítmico y constante.

Las patadas, puñetazos e hipo son movimientos fetales normales.

Me fui a la cama con la barriga llena de felicidad y con un pequeño miedo. Mi niña ya estaba ahi, moviendose con fuerza. Es increíble.

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