¿Qué recetan los endocrinologos para bajar de peso?

Uf, la pregunta del millón: ¿qué te receta un endocrino si quieres bajar de peso? A ver, he estado ahí, intentando encajar en ese vestido que tanto me gusta… y la verdad es que la cosa no es tan sencilla como “tómate esta pastilla y listo”.

Mi experiencia me dice que lo primero es entender que cada cuerpo es un mundo. ¿Te ha pasado alguna vez que a tu amiga le funciona una dieta y a ti te deja igual? Pues lo mismo con los medicamentos.

Pero bueno, al grano. Si vas al endocrino, es probable que te hable de estas opciones:

• Bupropión/Naltrexona (Contrave): Esto es una combinación rara, ¿verdad? ¡Un antidepresivo con un antagonista de opioides! Suena a ciencia ficción, pero parece que ayuda a controlar la ansiedad por comer. Yo la verdad, con antidepresivos ya tuve mi historia y no fue la mejor… pero bueno, a cada quien le va diferente, supongo.
• Liraglutida (Saxenda) y Semaglutida (Wegovy): Estos nombres me suenan a jeroglíficos, ¡jaja! Pero básicamente, son análogos del GLP-1. ¿Y eso qué es? Pues algo que regula el apetito. He oído hablar mucho de estos, parece que funcionan bastante bien para quitarte ese antojo constante que a veces te da… ¿A ti también te pasa que a las 3 de la tarde te ataca el monstruo del dulce?
• Orlistat (Xenical, Alli): Este es el “bloqueador de grasas”. La idea es que no absorbes toda la grasa que comes. ¿Efectos secundarios? Dicen que a veces te da “fuga” de grasa… ¡uy, qué miedo! Imagínate en una cena elegante… prefiero evitarlo, la verdad.
• Fentermina/Topiramato (Qsymia): Otro combo: un supresor del apetito con un anticonvulsivante. Suena fuerte, ¿no? Creo que esto ya es para casos más serios, cuando de verdad necesitas un empujón grande.
• Setmelanotida (Imcivree): Este lo nombran poco, y es que solo se usa en casos muy concretos de obesidad por problemas en el hipotálamo. ¡Vamos, que no es para la mayoría!

Al final, la clave está en lo que te diga el médico. Él o ella, después de revisarte, te dirá qué es lo mejor para ti. Porque, insisto, no hay una pastilla mágica. Y sobre todo, ¡ojo! No te automediques, que luego vienen los problemas. ¿No crees?

Mi consejo personal, además de lo que te diga el endocrino, es que intentes hacer cambios en tu estilo de vida. Comer más sano, moverte un poco más… ¡Ya sé, es lo que todo el mundo dice! Pero es que es verdad. A mí me ha funcionado mucho caminar una hora al día. Y, sobre todo, ser paciente contigo misma. No te machaques si un día te saltas la dieta. ¡Mañana será otro día!