¿Qué sangrado no es normal?

Sangrado vaginal anormal: cuándo acudir al médico

El sangrado vaginal es una parte normal del ciclo menstrual de las mujeres. Sin embargo, en ciertos casos, el sangrado puede ser anormal e indicar una afección subyacente que requiere atención médica.

Sangrado vaginal anormal

Se considera sangrado vaginal anormal cuando ocurre fuera de los períodos menstruales o cuando se presenta con las siguientes características:

• Sangrado fuera de los períodos: Cualquier sangrado que ocurra antes de la menstruación esperada o después de que haya terminado se considera anormal.
• Flujo menstrual abundante o escaso: El sangrado menstrual excesivo (menorragia) o escaso (hipomenorrea) también puede ser anormal.
• Sangrado antes de los 9 años: El sangrado vaginal antes de los 9 años puede ser un signo de pubertad precoz o una afección subyacente.
• Sangrado durante el embarazo: Cualquier sangrado durante el embarazo puede ser peligroso y debe evaluarse de inmediato.
• Sangrado después de la menopausia: El sangrado vaginal después de la menopausia (más de un año desde el último período menstrual) puede indicar un problema de salud grave, como el cáncer de útero o de ovario.

Causas del sangrado vaginal anormal

Las causas del sangrado vaginal anormal pueden variar y pueden incluir:

• Cambios hormonales
• Embarazo o aborto espontáneo
• Infecciones de transmisión sexual (ITS)
• Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP)
• Pólipos o fibromas uterinos
• Cáncer de útero o de ovario
• Trastornos hemorrágicos

Cuándo acudir al médico

Es importante acudir al médico de inmediato si experimenta cualquiera de los siguientes tipos de sangrado vaginal anormal:

• Sangrado abundante que empapa más de una toalla higiénica por hora
• Sangrado que dura más de siete días
• Sangrado entre períodos
• Sangrado antes de los 9 años o después de la menopausia
• Sangrado durante el embarazo
• Sangrado acompañado de dolor, fiebre o malestar general

El médico realizará un examen físico y puede solicitar pruebas adicionales, como un análisis de sangre, un ultrasonido o una biopsia, para determinar la causa del sangrado anormal y recomendar el tratamiento adecuado.