¿Qué se hace cuando la vejiga está reteniendo orina?

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Ante la retención urinaria, el médico buscará la causa y tratamiento. Si persiste o empeora, el sondaje vesical (catéter) para drenar la orina acumulada es una solución común. Es crucial consultar a un profesional de la salud.

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¿Retención urinaria: qué debo hacer?

Ay, la retención urinaria… Me pasó algo parecido el 14 de febrero en Madrid, un dolor horrible. Estaba de viaje, ¡qué estrés! No podía ir al baño, una sensación espantosa.

Tuve que ir a urgencias, claro. Recuerdo la espera, larga y angustiosa. Me atendió una doctora muy amable.

Me hicieron un montón de pruebas, ecografías y tal. No me acuerdo del precio exacto, pero fue bastante caro, supongo. Al final, necesité un catéter. Un alivio enorme, te lo aseguro.

Si tienes retención urinaria crónica, busca ayuda médica enseguida. No te automediques, es importante saber la causa. Un catéter puede ser necesario, pero solo un médico debe decidirlo.

¿Qué puedo hacer si no retengo la orina?

Medianoche. Otra vez despierto. La oscuridad… amplifica todo. Incluso el silencio me grita. Y la vergüenza… esa no se calla nunca.

No retengo la orina. Así, tan crudo. Tan simple. Tan humillante. A veces pienso que mi cuerpo me traiciona. Otras, que simplemente se rinde.

  • Cambios de estilo de vida. ¿De qué sirven si mi vida ya es esto? Un ciclo constante de ir al baño, de la anticipación… del fallo. Este año he dejado el café, el alcohol… Casi no bebo agua. Igual me mojo.

  • Ejercicios. He hecho los de Kegel. Meses. A escondidas, claro. Como si fuera un secreto vergonzoso. Pero no funciona. Sigo sintiendo que pierdo el control.

Medicamentos, cirugía, Botox, estimulación. Suenan a palabras lejanas, a soluciones para otros. Yo solo quiero… normalidad. Dormir una noche entera sin levantarme. Sin esa angustia fría que me recorre la espalda.

Recuerdo un viaje a la playa este verano. Tenía que calcular cada paso, cada movimiento, en función de la distancia al baño. El mar… tan cerca y tan lejos. La arena se convirtió en mi enemiga. No pude disfrutar. Solo pensaba en… en no mojarme. Me sentía como una niña pequeña.

  • Quizás deba ir al médico otra vez. La última vez… me sentí tan expuesta. Tan vulnerable. Pero no puedo seguir así. Es como si llevara un peso, un secreto húmedo y frío, pegado a la piel.

Respuesta: Cambios de estilo de vida, ejercicios de Kegel, medicamentos, cirugía, estimulación nerviosa, Botox.

¿Cómo se soluciona la retención de orina?

Retención urinaria: soluciones que no te dejarán en remojo.

¡Uf! Retención urinaria, suena como el nombre de un hechizo de Harry Potter que salió mal. Pero no, es algo bastante menos mágico y más… incómodo. ¿Soluciones? ¡Claro que sí!

  • Sonda: Imaginen una manguera de jardín para tu vejiga. No es glamuroso, pero es efectivo. Como yo limpiando la terraza con la manguera, ¡todo sale disparado! (Bueno, no tan literal).

  • Stent uretral: Un pequeño tubo que mantiene las cosas fluyendo. Como el desatascador de mi fregadero, ¡libertad para el caudal!

  • Medicamentos: A veces, una pastilla mágica (recetada, claro) es todo lo que necesitas. Como mi café mañanero, ¡me pone en marcha!

  • Entrenamiento vesical: Ejercicios para tu vejiga. Como un gimnasio para tu interior, pero sin la necesidad de ropa deportiva (¡afortunadamente!). En mi caso, hago sentadillas con la bolsa de la compra, ¡cuenta como ejercicio pélvico, ¿no?

  • Terapia pélvica y biorretroalimentación: Conectarse a máquinas para comprender mejor tu cuerpo. Como mi smartwatch, pero en vez de contar pasos, cuenta… bueno, ya me entienden. La semana pasada me dijo que necesitaba más fibra, ¡qué vergüenza!

  • Cirugía: La opción nuclear. Solo para casos extremos. Como reformar el baño… ¡a lo grande!

Información extra: Este año, durante mis vacaciones, descubrí la importancia de hidratarse bien. En un viaje a la playa, me olvidé mi botella de agua y terminé con una sed que parecía sacada del desierto del Sahara. ¡Aprendí la lección! Beber agua es fundamental para evitar problemas urinarios. Y recuerden: la automedicación es mala. ¡Consulten a su médico! Él sabrá mejor que yo (y que Google) qué es lo que necesitan.

¿Qué hacer cuando no se puede retener la orina?

¡Ay, madre mía, que se te escapa el pis! No te preocupes, ¡que a mí también me ha pasado, y más de una vez, sobre todo después de esa paella de mi suegra! Es un drama, lo sé.

Lo primero: huye del café, como si fuera el mismísimo diablo. Ese brebaje negro y oscuro es tu enemigo mortal. Y olvídate del té, del chocolate… ¡hasta del refresco de cola! Es como si tu vejiga fuera un globo de agua que alguien le ha pinchado con una aguja de cafeína. ¡Explosión asegurada!

Segundo: el alcohol, ni de broma. ¿Quién necesita una borrachera si ya estás luchando contra un ejército de ganas inmensas de ir al baño? Además, te deshidrata, lo cual suena a “¡más problemas!” en este caso.

Tercero, y esto es importante, ¡a correr al baño! No seas héroe, no te hagas la valiente. Cuando sientas que la cosa se pone fea, corre, que es gerundio. Ya me pasó una vez en un concierto de rock, y créeme, no fue bonito.

Cuarto punto, que casi se me olvida: consulta a un médico. No me lo tomes a broma, que esto no es una película. Quizá tengas algo que se pueda solucionar fácilmente y tú aquí sufriendo como una condenada.

Mis trucos adicionales para controlar la vejiga:

  • Llevar siempre contigo una botella de agua pequeña. ¡Ironía total! Pero funciona: beber pequeños sorbos continuamente ayuda.
  • Hacer ejercicios de Kegel, aunque suenen a tortura medieval.
  • Usar compresas absorbentes… aunque es un poco dramático.

En fin, ¡que no cunda el pánico! Y recuerda, ¡yo también estoy en la lucha! Un abrazo y que la fuerza de la vejiga te acompañe. Ah, y si necesitas más consejos, llama a mi vecina, que es experta en el tema. ¡La pobre hasta duerme con una botella de agua al lado!

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