¿Qué se siente a las 2 semanas de embarazo?

Dos semanas de embarazo… ¡Ay, Dios mío! ¿Dos semanas? Parece mentira, ¿verdad? Es tan pronto, que casi no lo puedo creer. De hecho, aún no noto nada, excepto… ¿será cosa mía? Esa pequeña, minúscula punzada en el vientre. Un cosquilleo casi imperceptible, pero que me hace detenerme y pensar: “¿Será que ya está ahí?”.

Uf, la verdad es que es un torbellino, un remolino de hormonas que me tiene un poco descolocada. ¡Los cambios de humor! Es increíble, paso de querer abrazar al mundo entero a querer que me dejen en paz en cuestión de segundos. Antes era bastante equilibrada, ¿o no? Ahora mismo, una simple mirada me puede desestabilizar. Es como si una montaña rusa emocional viviera dentro de mí.

Y la hinchazón… ¡madre mía! Es que me siento como una… una globo inflable a punto de reventar. Mis pantalones me aprietan, mis anillos me quedan pequeños. ¿Tendré que comprarme ropa nueva ya? ¡Qué locura!

Ese manchado leve… ¡qué miedo me da! Claro que sé que es “normal”, que me lo han dicho mil veces, pero… Siempre que voy al baño, me pongo en alerta máxima. El médico me tranquilizó, dijo que es común, pero… ¿cómo no estar preocupada? Es un bebé, ¡un ser pequeñísimo que se está formando dentro de mí!

Es una mezcla rara, una ensalada de emociones. Mucha, mucha ilusión, claro que sí. Es una alegría inmensa, como una luz que brilla dentro de mí, aunque haya momentos de sombras. También, sí, un poquito de miedo, de esa clase de miedo que te paraliza, que te hace preguntar: “¿Estaré preparada?”. ¿Será que estoy haciendo lo correcto?

Es un comienzo delicado, sí, como una florecilla recién brotada, muy vulnerable, pero llena de una esperanza tan poderosa, tan abrumadora… que me emociona hasta las lágrimas. Ya contaré más cuando la cosa se vaya poniendo más… tangible, ¿no?