¿Qué se siente cuando estás embarazada y no lo sabes?

¿Cómo darme cuenta si estoy embarazada?

¡Ay Dios! ¿Embarazada? No lo sé, estoy un poco… ¿perdida? Me duele la cabeza, ¿será eso? ¡Qué lío!

Falta la regla, ¡eso sí que es un gran indicio! Pero, ¿y si es estrés? Sufro mucho estrés. Ya me pasó en 2022, pensé lo mismo y nada. ¡Qué rabia! Este mes… ¡ni rastro!

Pechos enormes, como melones. Me duelen al mínimo toque, ¡insoportable! Es como si fueran a explotar. Recordar el año pasado, fue horrible!

Náuseas… Uff, ¡qué asco! El olor a café me da arcadas… ¡Odio el café ahora! Antes me encantaba. El olor a comida… igual. Tengo que comer cada dos horas, ¡estoy hambrienta siempre!

¿Sangrado de implantación? Ni idea… ¿Eso es normal? ¡Tengo que buscarlo en Google!

Ay, este flujo vaginal… ¿es normal este cambio? Es tan… diferente. No sé cómo explicarlo, es pegajoso, es… ¡raro!

Necesito una prueba de embarazo ya. ¡Mañana mismo!

• Amenorrea (ausencia de menstruación): El síntoma más obvio.
• Sensibilidad mamaria: Pezones sensibles, dolorosos y sensibles al tacto.
• Náuseas y vómitos: Las famosas “náuseas matutinas”. Pero me dan a cualquier hora.
• Cambios en el flujo vaginal: Más abundante y con una textura diferente.
• Sangrado de implantación: Un ligero sangrado unos días después de la concepción. No siempre ocurre.

Tengo una cita con mi ginecóloga el jueves a las 10. ¡Espero que me dé buenas noticias! O malas, pero claras. Necesito saberlo. ¡Ya!

¿Qué es lo más rápido que puedes saber si estás embarazada?

¡Ay, Dios mío! ¿Embarazada? Eso sí que es un bombazo. Mi regla… ¿o no? No me acuerdo bien cuándo fue la última. Qué desastre soy con esas cosas. Será mejor que haga una prueba, ¿no? Aunque, espera… ¿sensibilidad en las mamas? ¡Sí! ¡Me duelen hasta los pezones! Eso es un buen indicio, ¿verdad? O quizá es solo el estrés… ¡Uf, estoy hecha un lío!

Prueba de embarazo. Esa es la respuesta, ¿no? La más rápida. Punto. Pero, claro, hay mil pruebas y todas dicen cosas diferentes. Tengo que mirar en el baño, creo que tengo una de esas digitales de Clearblue, las que te dicen hasta cuántas semanas. Ya… y después, ¿qué?

Las náuseas… ¿eso es un síntoma? A veces tengo arcadas, sobre todo por las mañanas. Pero también podría ser la cafeína, o el trabajo, con esa jefa tan pesada. ¡Ay, qué pereza! Debería comer algo. Ayer comí pizza y luego me sentí fatal. ¿Serán las hormonas? ¡Será mejor que me haga la prueba YA!

Sensibilidad en los pechos, náuseas… lo típico. Lo leo por todos lados. Pero, ¿y si me equivoco? ¿Y si es solo mi mente jugando malas pasadas? ¡Ay, qué agobio! Necesito un café… ¡o dos! Mejor me calmo. Primero la prueba. Después, ya veremos qué hago. Debo buscar en internet más información sobre las pruebas de embarazo de 2024. ¿Son fiables? ¿Hay diferentes tipos?

• Prueba de embarazo casera: La forma más rápida de saberlo.
• Síntomas tempranos: Sensibilidad mamaria, náuseas, fatiga. Pero no siempre son fiables.
• Cita con el ginecólogo: Para una confirmación médica.
• Apps de seguimiento del ciclo menstrual: Ayuda a calcular la probabilidad de embarazo, pero no es infalible.
• He visto anuncios de esas pruebas que te dicen el día de concepción, ¡increíble!

Necesito concentrarme. Necesito esa prueba. Ahora mismo.

¿Cuáles son los síntomas comunes de malestar durante el embarazo?

El cuerpo, un territorio desconocido. Náuseas, un mar revuelto en el estómago. Vuelven, insistentes, como olas que rompen contra un arrecife. 2023, el año en que mi cuerpo, templo de una nueva vida, se rebeló. Aquellas mañanas, un torbellino de náuseas, un ahogo silencioso. La gravedad, una enemiga. La cama, mi única aliada. No sólo mañanas. Los ataques, impredecibles, surgían a cualquier hora. Un eco lejano, un presagio de la tormenta que se avecina.

Vómitos, la expulsión de lo que ya no puedo contener. Un vacío que se abre, un agotamiento que cala hasta los huesos. El cuerpo se resiente, una fortaleza sitiada. No solo fueron náuseas y vómitos; también, un cansancio profundo, una pesadez que se anida en los huesos. Un letargo, un profundo sueño que se asemeja a la muerte misma. Un peso enorme, un vacío inmenso.

• Náuseas matutinas, aunque también a cualquier hora.
• Vómitos, la expulsión de lo que no se puede retener.
• Agotamiento, un cansancio insoportable.
• Pesadez, una sensación de opresión en el cuerpo.

Recuerdo un mediodía de este año, el sol caía implacable sobre el asfalto, pero en mi interior solo había un frío gélido, la náusea se mezclaba con un dolor sordo, un vacío. Un vacío sin fin. Un vacío insondable. La fuerza de la vida, la vida que crece dentro.

¿Dónde son los primeros dolores del embarazo?

Dolor pélvico. Abdomen inferior. Ya sabes.

• No confundir: dolor abdominal, estómago arriba. Otra historia.
• Dolor, señal de algo. Siempre.
• Cada cuerpo, un mundo. Cada embarazo, más.

¿Primeros dolores? ¿Dónde? Pregunta errónea. Es más, ¿por qué?

• Mi primer embarazo, recuerdo acidez. No dolor. Curioso, ¿no?

Información adicional: El cuerpo habla. A veces grita. Escuchar. ¿Qué más da dónde? El quid es por qué. La vida, al fin y al cabo, es dolor. Y viceversa.

¿Cómo es la orina de una embarazada los primeros días?

¡Ay, la orina! Ese misterioso líquido que revela más secretos que un agente secreto en misión. En el embarazo, ¡se vuelve toda una artista del camuflaje!

La orina de una embarazada, esos primeros días, puede ser un amarillo vibrante, como el sol de verano en la playa de mi último viaje a Cancún (¡qué recuerdos!). O, por el contrario, un tono más oscuro, como un café con leche… sin leche. Todo depende de la fiesta hormonal que se está montando dentro. Es como una paleta de pintor, pero con olores menos agradables, ¡ja, ja!

Es una cuestión de hormonas, claro. ¡Esas traviesas! Ellas deciden si el amarillo es pálido o potente. Piensa en ello como un semáforo: amarillo intenso = ¡cuidado!, posible deshidratación. Amarillo más oscuro = ¡alerta!, quizás algo más que hidratación.

• Amarillo intenso: ¡El sol brilla en tu pis!
• Amarillo oscuro: El sol se esconde tras una nube de hormonas.

En fin, que si te encuentras con un color extraño, ¡consulta a tu médico! Él tiene la clave para descifrar el mensaje secreto de tu orina. Y no te preocupes, no es como descifrar jeroglíficos egipcios, aunque a veces puede parecerlo. Yo, por ejemplo, me acuerdo de un caso en el consultorio de mi tía, ¡fue todo un misterio! Pero al final se resolvió todo bien, por supuesto. Se trataba de una dieta rica en zanahorias. ¡Qué cosas!

Recuerda: cambios en la coloración de la orina pueden ser indicadores de otras cosas, aparte de cambios hormonales. Siempre, siempre, ¡consulta a tu médico! Este es un tema serio, aunque lo haya tratado con humor. ¡Salud!