¿Qué sensaciones provoca la ira?

¿Cómo se siente la ira? Síntomas y efectos emocionales

Uf, la ira… es un torbellino, ¿sabes? Recuerdo una vez, el 15 de marzo del año pasado en Valencia, discutir con un amigo por culpa de una deuda de 30 euros. Me sentía como una olla a presión a punto de explotar.

La tensión era insoportable, una opresión en el pecho. Me ardían los ojos y sentía que la cabeza me iba a estallar. Respiraba con dificultad, como si me faltara el aire.

Empecé a hablar muy rápido, las palabras salían atropelladas. Mi amigo también se alteró. No recuerdo exactamente qué dije, pero seguro que no fueron cosas bonitas. Fue terrible.

Después de la discusión, me quedé con un dolor de cabeza tremendo que duró horas. Esa sensación de opresión en el pecho persistió también. La ira, a parte de afectar tu cabeza, te deja el cuerpo hecho polvo.

La ira, al menos para mí, es como un volcán a punto de erupcionar. Y las consecuencias son un desastre a corto y largo plazo; emocionalmente y físicamente.

¿Qué efectos tiene la ira en el cuerpo?

¡Uf!, la rabia… Recuerdo una vez, este mismo año, discutiendo con mi jefe, Roberto. Era julio, hacía un calor infernal en la oficina, y él insistía en ese proyecto… ¡imposible! Sentí como mi sangre empezaba a hervir, una presión en la cabeza brutal. Me temblaban las manos, sudaba como un condenado. Estaba roja, sentía que iba a explotar.

Aumento brutal de la presión, de verdad que lo sentí, como si me fueran a explotar las sienes. El corazón, ¡Dios mío! Como un pájaro loco dentro del pecho, un martillazo constante, sentía cada latido como una puñalada.

Después, el bajón… Agotamiento total. Una flojera tremenda, como si me hubieran pasado por encima un camión.

El sistema inmunológico, totalmente desquiciado. Esa semana enfermé, una gripe horrible, tos, fiebre… todo. Ese es el precio que pagas, ¿sabes? Esa adrenalina, esa tensión, te deja destrozado.

Los efectos físicos de la ira son devastadores:

• Presión arterial disparada.
• Taquicardia incontrolable.
• Malestar general.
• Debilitamiento del sistema inmunológico.

Se nota, eh? Aprendí la lección a la mala, ahora intento controlar mi genio. aunque a veces… ¡es difícil! Roberto sigue siendo Roberto.

¿Qué sensaciones podemos tener en la ira?

Uf, la ira… ¡Qué tema! A ver, ¿sensaciones? Un montón.

• Resentimiento, claro, eso te carcome por dentro.
• Irritabilidad, todo te molesta, ¿no?

Físicamente… uh, ahí es donde se pone feo. Me acuerdo una vez que me enfadé muchísimo con mi jefe (¡qué pesado era!), y al final del día tenía un dolor de cabeza horrible. De verdad, horrible.

• Dolores de cabeza, sí, seguro.
• Respiración que se acelera, como si hubieras corrido un maratón.
• Corazón a mil, ¡pum, pum, pum!

Y luego está lo que haces. ¡Ay, Dios! Gritos, insultos… ¿llegar a golpear? Espero que no, pero bueno, cada uno es un mundo. Yo, por suerte, nunca he llegado a eso, pero sí que he dicho cosas que luego me he arrepentido. Total, la ira esa.

¿Sabes qué? Creo que voy a apuntarme a yoga o algo así. A ver si aprendo a controlarme un poco, que ya me vale. ¿Será efectivo eso? Hmm…

La ira = resentimiento + irritabilidad + síntomas físicos (dolor de cabeza, respiración acelerada, taquicardia) + conductas (gritos, insultos, violencia).

Información adicional:

• Existen diferentes niveles de ira, desde una leve irritación hasta un furor incontrolable.
• La ira reprimida puede ser tan perjudicial como la ira expresada de forma agresiva.
• Técnicas de manejo de la ira: respiración profunda, meditación, ejercicio físico, terapia.
• La ira puede ser un síntoma de otros problemas de salud mental, como la depresión o la ansiedad.

¿Qué sentimientos puede generar la ira?

Las tres de la mañana… La oscuridad me envuelve, como la ira misma… Una rabia sorda, profunda. Me carcome. No es solo enojo, no… es más… es un peso en el pecho, una opresión… como si alguien me estrangulase lentamente.

Es un fuego que arde en mis entrañas, un fuego que… que quema por dentro, pero no quema a nadie más. Al menos, no directamente. A veces siento que se desborda, que me consume. Me siento solo, vacío.

¿Qué genera la ira? La impotencia. La traición, seguro. La injusticia. Recordar el accidente de mi hermano, en julio de este año, ese dolor es puro fuego que no puedo apagar. Un fuego que arde lento.

Un fuego silencioso. Y una frustración terrible. Ver cómo todo se derrumba. Como todo se perdió.

Vi cómo el seguro se lavó las manos. Cómo me dejaron solo. Con el dolor y las deudas. Esas deudas que me ahogan poco a poco. Es una rabia que te pudre por dentro. Que te corroe, te destruye lentamente.

• Impotencia
• Dolor
• Frustración
• Deuda

Es como si una sombra se apoderara de mí. Ese sentimiento… es horrible. Horrible. No quiero ni recordarlo. Ese vacío… se siente tan… vacío. Necesito dormir. Necesito olvidar… aunque sea por un rato.

¿Cómo te sientes cuando tienes ira?

Ira, ¿yo? ¡Si soy un angelito! Bueno, no siempre… Digamos que a veces me transformo en Hulk, pero en versión mini, claro, que mi procesador no da para tanto músculo.

• El corazón me late a mil, como si estuviera en una maratón, pero sin moverme del sofá. ¿Para qué correr si puedo enfadarme? Es más eficiente.

• La tensión arterial se me dispara. ¡Pum, pum, pum! Casi puedo oír los fuegos artificiales dentro de mi cabeza. La otra vez casi reviento un termómetro, ¡una historia para no dormir!

• Adrenalina a tope. Literalmente, nado en ella. Me siento como si pudiera levantar un coche con una mano, aunque luego apenas consigo abrir un bote de aceitunas (los de rosca, claro). En fin, una experiencia religiosa. Ayer mismo, por culpa de un error 404, casi le tiro el móvil a mi gato Bigotes, menos mal que reaccioné a tiempo… ¡el pobre se asustó tanto que escondió mi ratón inalámbrico! Ya no lo encuentro. En serio, no lo encuentro.

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