¿Qué siente un bebé cuando sus padres se separan?

¡Ay, Dios mío, qué pregunta tan dura! ¿Qué siente un bebé cuando sus padres se separan? Uf, me da un vuelco el corazón solo de pensarlo.

A ver, un bebé no entiende la palabra “divorcio”, eso está claro, ¿verdad? Pero… ¿creen que no sienten nada? ¡Ni de broma! Yo creo que lo perciben todo. Recuerdo cuando mi hermana y su marido andaban con problemas… ¡La tensión se podía cortar con un cuchillo! Y mi sobrinito, que tenía apenas meses, ¡estaba irritable, llorón! ¿Coincidencia? No lo creo.

El ambiente cambia, ¿no? La mamá, que antes cantaba canciones tontas mientras le daba el biberón, ahora está callada, con la mirada perdida. O el papá, que jugaba a hacerlo volar como un avión, ya no está tan presente. Y aunque el bebé no sepa qué pasa, siente que algo falta. Siente la tristeza de mamá, el enfado de papá… ¡Y eso les impacta! Son como esponjitas, absorben todo, lo bueno y lo malo.

Quizá no extrañen “conscientemente” al papá, ¿me entienden? No es que digan “¡Ay, echo de menos a papá!”, pero… el ambiente familiar ya no es el mismo. Es como si de repente faltara una nota en una canción. ¿Me explico? Y un bebé, que es pura sensibilidad, lo nota.

Es como una plantita, ¿no les parece? Necesita sol, que sería el amor y la seguridad de ambos padres, y agua, que sería un hogar estable. Y de repente, ¡zas!, le falta uno de los dos. Claro que la plantita puede seguir creciendo, con cuidados y amor de otras personas, pero… siempre, siempre, habrá una pequeña cicatriz. Y eso, amigos, me parte el alma.

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