¿Qué son los signos vitales?

Los Signos Vitales: El Cuaderno de Bitácora de Nuestro Cuerpo

A ver, ¿cómo les explico esto de una manera que todos entendamos? Para mí, los signos vitales son como el tablero de instrumentos de un coche, o mejor aún, como el cuaderno de bitácora de nuestro cuerpo. Son esas señales que nos indican si el motor está funcionando correctamente, si vamos a una velocidad adecuada o si, por el contrario, necesitamos una revisión urgente en el taller (¡el médico, en este caso!).

Me acuerdo de cuando mi abuela se ponía mala. Lo primero que hacía mi madre era tocarle la frente para ver si tenía fiebre y luego le tomaba el pulso. En ese momento no lo entendía bien, pero ahora sé que estaba chequeando sus signos vitales, buscando pistas sobre su estado de salud. Y es que estos indicadores, aparentemente sencillos, son una ventana a nuestro complejo funcionamiento interno.

Hablemos de los sospechosos habituales, los cuatro signos vitales principales:

• Temperatura: ¿Quién no ha sentido ese calor sofocante que anuncia la llegada de una fiebre? La temperatura corporal normal ronda los 36.5-37.5°C (medidos por vía oral). Una variación, ya sea por arriba o por abajo, puede indicar desde una simple infección hasta problemas más serios. Recuerdo una vez que tuve una fiebre de 40°C por una infección de garganta ¡sentía que me derretía! Gracias a que mi madre controló mi temperatura, pudo actuar a tiempo y llevarme al médico.

• Pulso: El latido constante del corazón, ese “pum, pum” que sentimos en la muñeca o el cuello, es el pulso. Nos dice cuántas veces late nuestro corazón por minuto. Un adulto sano suele tener un pulso entre 60 y 100 latidos por minuto. El ejercicio, el estrés o incluso la cafeína pueden alterarlo. Personalmente, cuando hago deporte siento cómo mi pulso se acelera, ¡es como si mi corazón quisiera salir corriendo solo!

• Frecuencia respiratoria: Inspirar, espirar… ¡la respiración es vida! La frecuencia respiratoria mide la cantidad de respiraciones que tomamos por minuto. En un adulto, lo normal está entre 12 y 20 respiraciones. Recuerdo cuando tuve un ataque de asma de pequeña; mi respiración se volvió rápida y superficial, me costaba muchísimo respirar. Fue aterrador. Medir la frecuencia respiratoria en ese momento fue crucial para que los médicos entendieran la gravedad de la situación.

• Presión arterial: Este signo vital mide la fuerza con la que la sangre circula por nuestras arterias. Se expresa con dos números: la presión sistólica (la presión cuando el corazón late) y la diastólica (la presión cuando el corazón descansa entre latidos). Una presión arterial normal se considera alrededor de 120/80 mmHg. La presión arterial alta, o hipertensión, es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares. Me preocupa bastante este tema, ya que la hipertensión es hereditaria en mi familia y trato de controlarla con una dieta saludable y ejercicio.

Más recientemente, se ha añadido un quinto signo vital:

• Saturación de oxígeno (SpO2): Este parámetro, especialmente relevante desde la pandemia de COVID-19, mide la cantidad de oxígeno en la sangre. Se mide con un oxímetro de pulso y un valor normal suele estar por encima del 95%.

En definitiva, los signos vitales son una herramienta fundamental para evaluar nuestro estado de salud. Nos permiten detectar anomalías, monitorizar la evolución de enfermedades y tomar decisiones informadas sobre el tratamiento. Aprender a medirlos y entender qué significan nos empodera y nos da un mayor control sobre nuestro propio bienestar. Para mí, conocerlos es como tener un manual de instrucciones de mi propio cuerpo, y eso, sin duda, me da tranquilidad.

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