¿Qué tan curable es el cáncer gástrico?

¿Qué tan curable es el cáncer de estómago? Ay, Dios mío, esa pregunta… me la hice tantas veces, tantas… como si pudiera controlar la respuesta con la fuerza de mi voluntad. Recuerdo a mi abuela, ella… bueno, su caso fue diferente, ya estaba muy avanzado cuando lo detectaron. Pero, ¿qué pasa si lo detectan a tiempo? ¿De verdad hay esperanza?

La verdad es que todo depende de la etapa, ¿verdad? Si el cáncer está localizado, es decir, si no se ha extendido a otros órganos, las posibilidades de curarse son bastante altas. Eso me lo explicó el doctor, con una voz tan seria, tan… impersonal, casi como leyendo un informe. Pero la palabra “cura”, ¡qué palabra tan poderosa! Significa, según él, eliminar completamente el cáncer, como si fuera una mala hierba, y que no vuelva. Que no vuelva… eso es lo que uno siempre reza, ¿no?

Pero claro, no es solo la etapa. Hay otros factores, miles de pequeños detalles que influyen, que pueden cambiar todo el panorama. Yo… yo me obsesioné con leer estudios, con mirar estadísticas. Había unos datos, no recuerdo bien los números, algo así como… que el 70% de los pacientes diagnosticados en etapas tempranas se curan. 70%! Casi tres de cada cuatro personas. Eso da esperanza, ¿no? Pero también es verdad que el otro 30%… ¿qué pasa con ellos?

Y luego está el tema de la genética, mi tío, por ejemplo, también tuvo problemas de estómago… Aunque no fue cáncer, ¿cuánto influye la herencia? Un millón de preguntas sin respuestas. Es un camino muy duro, llena de incertidumbres. Lo único que puedo decir es que la detección temprana, eso es fundamental. Como decía mi abuela siempre, “más vale prevenir que lamentar.” Y, aunque es una verdad de Perogrullo, a veces, las verdades más simples son las más difíciles de aceptar.