¿Qué tés están prohibidos en el embarazo?

Uf, el embarazo… ¡todo un mundo! ¿Quién diría que hasta el té se convertía en un tema complicado? Recuerdo cuando estaba esperando a mi Leo, de repente, mi adorada taza de té de la tarde se volvió una fuente de ansiedad. Me pasé horas investigando, leyendo listas como esta, llena de nombres que me sonaban a chino… bueno, algunos literalmente. Salvia, poleo, boldo… ¿quién iba a pensar que podrían ser “peligrosos”?

Me acuerdo que mi abuela, que es de esas que curan todo con hierbas, me decía que tomara té de poleo para las náuseas. ¡Menos mal que investigué antes! Parece ser que el poleo, junto con la salvia, el boldo y otros como el agracejo o la ruda, pueden provocar contracciones. Imagínate, ¡un té desencadenando el parto antes de tiempo! No, gracias. Y no solo eso, algunos como el regaliz pueden subir la tensión arterial, algo que ya de por sí es un riesgo durante el embarazo. ¿Y el corazón del bebé? También hay que cuidarlo, y tés como el ginkgo biloba pueden afectarlo. Incluso el eucalipto, que siempre asociaba con algo bueno para la respiración, ¡puede ser problemático!

Recuerdo leer en algún sitio –no me preguntes dónde, que con la “baby brain” perdía hasta las llaves– que algunos de estos tés pueden incluso causar sangrados. ¡Un susto en toda regla! En fin, mejor prevenir que curar, ¿no? Yo, personalmente, opté por la manzanilla y el jengibre. ¡Bendita manzanilla! Me calmaba los nervios y el estómago. Pero vamos, que ante la duda, lo mejor es consultar con el médico o la matrona. Ellos saben un montón y te pueden orientar mejor que cualquier lista en internet. Porque cada embarazo es un mundo, ¿verdad?