¿Qué meses hace calor en Máncora?

¿Cuándo es temporada baja en Máncora?

Temporada baja en Máncora: abril y noviembre. Es cuando menos gente va.

Me acuerdo perfecto. Viajé a Máncora en noviembre del 2023 y ¡uff!, el paraíso. Literalmente, poca gente en la playa. Imagínate, caminar por la orilla sin esquivar sombrillas y niños gritando. El sol pegaba sabroso, pero no te sofocabas.

• Precio de hoteles: Rebajados, un lujo que normalmente no me puedo dar.
• Comida: Encontré un ceviche espectacular en un huarique escondido, ¡S/ 20 soles! En temporada alta ni lo sueñes.

La cosa es que fui por un taller de fotografía de surf. Siempre me ha gustado capturar ese momento exacto en que la ola revienta. Había ido antes, como en enero del 2019, ¡qué error! Era imposible moverse entre tanta gente. Las fotos salieron horribles, borrosas. Y el ruido… ¡Dios mío!

Este noviembre, en cambio, silencio, olas, paz. Pude concentrarme y aprender un montón. Hasta me di el lujo de amanecer un día en la playa, solo con mi cámara y un café que me preparó una señora súper amable. ¡Ese momento no tiene precio!

¿Qué fechas se puede visitar en Máncora?

Máncora… enero, febrero y marzo. Solazo que te calcina la piel, literal.

Fui en febrero de 2024, buscando huir del invierno limeño. Pensaba “playita relax”, ja! Relajación cero. La carretera era un infierno. 18 horas en bus, con un tipo roncando a mi lado y el aire acondicionado roto. Llegué con dolor de espalda y ganas de matar a alguien.

• Sol: Brutal, quemaba hasta las ideas. Necesitaba bloqueador cada media hora.
• Gente: Un mar de gente. Imposible caminar por la playa sin chocar con alguien.
• Comida: Ceviche y más ceviche. Rico, pero empalagoso después de tres días. Encontré un puestito de hamburguesas que me salvó la vida.
• Fiesta: Música a todo volumen hasta las 4 am. Si buscas paz, este no es tu lugar. A mí me encanta, debo admitir.

Una noche, en un bar llamado Loki, conocí a un argentino que decía ser surfista profesional. Terminamos cantando a grito pelado canciones de Los Fabulosos Cadillacs. Al día siguiente, resaca monumental y la firme convicción de que nunca volvería a tomar pisco sour. Mentira, obvio.

Eso sí, vi atardeceres espectaculares. De esos que te dejan sin aliento, aunque estés hasta las narices de arena y repelente. A pesar del caos, el calor infernal y la multitud, Máncora tiene algo que te atrapa. Un no sé qué… o tal vez sea la promesa de una cerveza helada al final del día.

¿Qué meses llueve en Máncora?

En Máncora llueve en junio, julio y agosto.

A ver… Máncora, junio, julio y agosto. Pero, ¿realmente llueve TANTO? Porque he visto fotos de gente en la playa en julio. Quizás es más como garúa o llovizna, ¿no?

• Junio, julio y agosto: Teoricamente los meses con lluvia.
• Días nublados: Ideal para actividades al aire libre SIN quemaduras.

Y si vas y no llueve? Qué rabia! Yo fui a Piura en diciembre y me asé. Pensaba que iba a estar más fresco.

• Diciembre en Piura: Demasiado calor.
• Protector solar: ¡Obligatorio!

Igual… la cosa es que incluso si llueve, igual puedes disfrutar. ¿No? Aparte, Máncora no es solo playa. Hay otras cosas que hacer. ¿Como qué? Hmm…

• Surf: Si hay olas, da igual la lluvia.
• Comida: ¡Ceviche! Siempre es buena idea.

Aunque, pensándolo bien, prefiero el sol. No sé, la lluvia me deprime un poco. Pero bueno, cada uno con sus gustos. ¿Será que las lluvias hacen que el mar este más movido para surfear?

¿Por qué es famoso Máncora?

Aquí estoy, otra vez. Las tres de la mañana, creo. Y me preguntan por Máncora.

Máncora… Máncora es famosa por el surf. Y supongo que por la fiesta.

• Es el surf lo que atrae a la gente, eso seguro. Verlos desde la orilla, a veces me da envidia. No sé nadar bien, pero igual.
• La fiesta… bueno, no sé. Ya no salgo como antes. Antes sí, era Máncora sinónimo de amanecer en la playa. Ahora es más bien sinónimo de resaca y arrepentimiento. ¿Para qué engañarnos?
• También dicen que por el sol, siempre sol. Yo prefiero la sombra, la verdad. Debe ser la edad.

Recuerdo cuando tenía la edad de esos chicos que ahora veo llegar con las tablas. Siempre buscando la ola perfecta. Yo buscaba otra cosa, creo. Ya ni sé qué buscaba, a decir verdad. Me siento viejo. No, no viejo, pero… gastado.

Hace poco vi a mi ex en Máncora. No hablamos. Solo la vi de lejos. Ella sí surfeaba. Bien, además. Supongo que la vida es así. Unas olas se pierden, otras se dejan pasar. Y algunas te golpean con fuerza.

Máncora, supongo que sigues siendo famoso. Aunque para mí, ya no eres lo mismo. Solo un recuerdo, algo difuso, de lo que fui.