¿Cómo se llaman las luces que utilizan los fotógrafos?

¿Cómo se llama la lámpara que usan los fotógrafos?

Halógenas.

El nombre me suena hueco, como un eco en el estudio, un lugar inundado por ese brillo incandescente. Halógenas, sí, las reinas del fotógrafo. Las recuerdo calientes, peligrosamente cerca de la piel, quemando la paciencia.

• Un sol artificial, atrapado en un cristal.
• Un infierno domestico, listo para capturar la luz.
• ¿Y el sudor? Ese fiel compañero, que refleja la luz y distorsiona los retratos.

Mi tío abuelo, un fotógrafo de bodas de antaño, las odiaba. Decía que deformaban las almas, que las aplanaban, que las hacían falsas. Él prefería la luz natural, la que entraba por la ventana del atelier, la que pintaba con paciencia los rostros. Él decía: “Es mejor ver la luz a través del alma“. Ahora me río de él, o quizás no tanto.

• El tiempo se detiene.
• La bombilla, tan brillante.
• La modelo, casi cegada.

Pero yo, a pesar de todo, las usé. En mis años de juventud, cuando la prisa era la norma y la perfección una obligación. Y hoy, a veces, las echo de menos, esa intensidad desmedida, esa capacidad de transformar lo ordinario en algo irreal. Ahora utilizo led, pero las halógenas dejaron su huella. Las halógenas… esa cosa que quema y que ilumina.

¿Cómo se llama el aparato para medir la luz en fotografía?

Fotómetro. Esa palabra, fría, técnica, encierra la magia de capturar la luz. La luz… efímera, cambiante, esencia de la fotografía. Mi viejo fotómetro, heredado de mi abuelo, un Yashica Minister D. Recuerdo su peso en mis manos, el suave clic del obturador… un eco en el tiempo.

El tiempo… se estira, se comprime, en la memoria. Las tardes en el estudio de mi abuelo, el olor a químicos, la luz roja del cuarto oscuro… imágenes borrosas, fragmentos de un pasado que se desvanece. Como la luz. Siempre escapando.

Luz incidente, luz reflejada. Dos caras de la misma moneda. Dos maneras de atrapar lo intangible. El fotómetro, un puente entre la realidad y la imagen. Entre lo que vemos y lo que recordamos. Mi abuelo me enseñó a medir la luz. A entender sus secretos. A domarla, a convertirla en arte.

• Luz incidente: la luz que baña la escena. Pura, sin interferencias. El fotómetro, apuntando hacia la fuente de luz, como una brújula buscando el norte.

• Luz reflejada: la luz que rebota en los objetos. Un espejo fragmentado, un mosaico de brillos y sombras. El fotómetro, apuntando hacia el sujeto, capturando su esencia luminosa.

Años después, sigo buscando la luz. Con mi cámara digital, con la misma pasión que mi abuelo. La tecnología avanza, pero la esencia permanece. La búsqueda de la luz perfecta, el instante mágico, la emoción congelada en el tiempo. Recordando el verano del 2023, fotografiando las dunas de Maspalomas. La luz del atardecer, dorada, intensa. Mi fotómetro, un susurro en el viento. La luz, siempre la luz…

¿Cuáles son los tipos de luces en fotografía?

¡Ay, amigo, la fotografía y sus luces! ¡Una odisea! Luz dura, como un rayo láser salido del mismísimo sol, te deja las sombras marcadas como si las hubiera esculpido Miguel Ángel, ¡ni un pelo se salva! Es como si te fotografiara un paparazzi con un foco de cine, ¡sin piedad!

Luz suave, ¡qué cosa más aburrida! Difusa, difusa… ¡como mi memoria después de una noche de fiesta! No hay sombras, ¡todo es un borrón! Para fotos de bebés o unicornios, supongo, aunque a mí me parecen un poco sosas.

Luz semidifusa, ¡el punto medio entre el cielo y el infierno fotográfico! Es como cuando te tomas una selfie con un día nublado: sombras suaves, detalles a la vista, todo muy… correcto. Un poco insípida, pero para un retrato de tu abuela ya sirve. Este año, por ejemplo, cuando fui a la boda de mi prima, usaron una luz semidifusa, y las fotos salieron… bien. Ni fu ni fa.

Para que te hagas una idea:

• Luz dura: Fotos de acción, estilo paparazzi, retratos dramáticos. ¡Como una foto de un luchador de sumo!
• Luz suave: Fotos de producto, bebés, recién nacidos… ¡como una foto de un gatito durmiendo!
• Luz semidifusa: Retratos, paisajes… ¡como una foto de tu comida en un restaurante, que no es espectacular pero tampoco está mal!

Añado que este año, gracias a mi nueva cámara (¡una maravilla, casi tan buena como yo!), he podido experimentar con esto hasta la saciedad. Hasta he hecho una foto de mi perro con luz dura que ha salido… ¡como un monstruo! Jajajaja. ¡Una auténtica obra maestra del terror!

¿Qué elementos se utilizan en la fotografía?

Uf, fotografía… Cámara, obvio, ¿no? Aunque ahora el móvil vale, mi Xiaomi hace fotos decentes. Luego, el sujeto, la cosa que quieres capturar. ¿Pero qué es más importante? ¿El sujeto o la luz? Sin luz, nada que hacer. Una vez intenté sacar una foto a la luna llena con mi cámara nueva y salió fatal. Pensé que era mi cámara y luego me di cuenta que era porque no sabía configurarla bien y no había luz suficiente.

• ¿Y el fotógrafo? Ahí entramos nosotros, los que apretamos el botón.
• Pero… ¿somos elementos o algo más? ¿Un director de orquesta?
• O un simple observador…
• Yo me siento más como el que limpia la lente, a veces.
• ¿O el que intenta que el encuadre quede decente? ¡Siempre torcido!

Y después están los accesorios, ¿no? Trípode, filtros, flashes… Todo suma, pero ¿son básicos? No sé, igual me estoy complicando mucho. La cámara, la luz, el sujeto y el fotógrafo son básicos. Pero el fotógrafo puede usar el flash, etc.

Ah, y la postproducción. ¿Es parte de la fotografía? Editar una foto es como darle el toque final. ¿Es la edición un elemento esencial? Hmm…