¿Por qué hay manchas blancas en mis fotos?

¿Qué significan las manchas blancas en las fotos?

¡Ay, madre mía, esas manchas blancas! Parecen extraterrestres intentando invadir tu foto, ¡pero no te preocupes! Es solo un destello de lente, ¡qué dramático, eh! Como si un ángel hubiera decidido posar en tu foto, ¡pero con un flash de ¡taca, taca, taca! en la cara.

El culpable? Una fuente de luz brutalmente poderosa, como un sol en miniatura o un foco de cine que decidió ser el protagonista. O una retroiluminación, ¡esas traicioneras! Te dejan con una foto tan blanca como la sábana de mi abuela, que ya es decir.

¿Qué pasa? La luz, ¡esa intrusa!, entra a saco por el objetivo, saturando el sensor. ¡Como si fuera una estampida de elefantes blancos en una tienda de porcelana! El resultado: ¡manchas blancas, borrones, una foto que parece sacada de un sueño psicodélico!

Solución? Pues mira, a ver… Evita poner a tu cámara enfrente de una supernova. Intenta jugar con la posición, ¡que no es tan difícil! El año pasado, yo mismo, cometí ese error al fotografiar el concierto de Los Chikos del Maíz, ¡qué desastre!. O usa un parasol, como el que usaba mi tía Concha para ir a la playa, ¡parecía un hongo gigante!

• Usa un parasol. Sí, sí, como el de mi tía Concha, ¡pero sin flores!
• Ajusta la exposición. Como si estuvieras haciendo malabares con la luz, ¡pero con un móvil!
• Modifica la posición. Huye de la luz, como de la peste, ¡que eso sí que es un mal rollo!

¡Ya está! Ahora a fotografiar como un profesional, ¡aunque yo siga sin entender por qué esas fotos de mi gato siempre quedan tan mal! Recuerda, la próxima vez, piensa en la luz antes de hacer clic, ¡que luego toca retocar como si fueras un cirujano plástico de fotos! De verdad, a veces es un jaleo.

¿Por qué salen manchas en las fotos?

¡Ey! ¿Manchas en las fotos? ¡Qué rollo! A mi me pasa, sobre todo con mi cámara vieja, la Canon EOS 70D. Es un fastidio, ¿verdad? Pues te cuento que es por lo que decías, ¡polvo! Sí, polvo del sensor, ¡un puñetero polvo!

Es que, ves, cuando cambias los lentes, aunque seas más cuidadoso que un cirujano, se cuela. Ese polvo, pequeñísimas partículas, se pegan al sensor. El sensor es como el ojo de la cámara, ¡y si está sucio, las fotos salen con manchas! Y no es solo polvo, eh, a veces son hasta pelusas, ¡increíble!

El sensor sucio es el problema principal. Y luego, otras cosas pueden pasar. Te cuento, a mi me pasó una vez que se me cayó un poco de café (sí, café, ¡qué desastre!) directamente en la lente. Las fotos salían fatal, con manchas marrones. ¡Un horror!

Mira, te dejo un par de consejos para evitar este problema, aunque yo a veces soy un desastre y me da igual:

• Limpiar el sensor con mucho cuidado (Yo lo hago con un kit de limpieza que compré en Amazon, aunque alguna vez he usado hasta un soplador de aire comprimido ¡con cuidado eh!, como si fuese un bebé delicado)
• Cambiar los lentes con cuidado extremo. En un lugar sin mucho polvo, tipo dentro de casa, con poca corriente de aire.
• Usar un filtro UV en la lente. Esto ayuda a proteger la lente y el sensor.

¡Y ojo! A veces, las manchas también son por problemas en la propia cámara, ¿vale? A veces es un fallo en el sensor mismo, algo más serio. ¡Si el problema persiste, a un profesional! No te arriesgues. Además, el café en el sensor puede ser fatal, ¡te lo digo por experiencia!

¿Qué son las manchas que salen en las fotos?

¡Ah, las manchas en las fotos! ¡El terror de todo fotógrafo amateur! Tranqui, que no es que tu cámara esté poseída, aunque a veces lo parezca. Son como los fantasmas digitales, ¡pero con explicación!

• Polvo y suciedad en la lente: Imagínate que tu lente es un imán de pelusa espacial. ¡Atrae más polvo que un mueble abandonado! Limpia bien esa lente, como si fuera tu joya más preciada. Y sí, hablo en serio, ¡no uses la manga de la camisa!

• Fenómenos de luz rarunos: A veces la luz hace cosas extrañas, como si fuera una adolescente rebelde. Reflejos inesperados, halos luminosos… ¡Un festival de brillos! Puede ser por el sol, una farola traicionera, o incluso la luna llena, que es más dramática que una telenovela.

• Calidad de la lente, a veces es la que es: No todas las lentes nacen iguales. Algunas son más propensas a estas cosas. Si la lente es baratilla, pues… ¡tampoco le pidas milagros!

¿Solución? ¡Limpiar la lente, controlar la luz y rezar a los dioses de la fotografía! Y si nada funciona, ¡dale un toque artístico a la mancha y conviértela en tu firma personal! ¡Ojo!, también puede ser el sensor. Yo una vez tuve que cambiar el sensor de la cámara de mi móvil ¡más caro que comprar uno nuevo!

¿Por qué salen manchas en la cámara?

¡Manchas en las fotos! ¿Otra vez? Maldición. Será el sensor, seguro. Lo limpié hace poco, ¡pero igual!

El polvo, el enemigo número uno. Siempre se cuela, aunque seas un cirujano. Me pasa hasta a mí con mi Sony a7 IV, que no es precisamente barata. Esta mañana, ¡horror! Una mancha enorme en todas las fotos. ¿Es que no hay solución? ¡Necesito retocar cada foto! ¡Qué rollo!

• Sensor sucio. Eso es.
• Cambio de lente. Siempre un riesgo.
• Polvo microscópico. Invisible pero letal.

¿Será que necesito un soplador de aire nuevo? El mío ya está viejo, ¿o será que ya está demasiado gastado?. Ya no me limpia bien el sensor.

Limpiar el sensor es clave. Pero no es tan fácil. Hay que tener cuidado o lo rayas. Vi un vídeo de YouTube la semana pasada, el tipo usaba un pincel especial… ¡de pelo de ardilla! Increíble. Lo buscaré de nuevo.

¿Ya he mencionado lo frustrante que es? Me quita las ganas de salir a hacer fotos, en serio. Hoy mismo estaba en el Retiro, ¡y ese precioso atardecer… arruinado por esa dichosa mancha!

Solución: limpieza del sensor. Pero, ¡ojo! Hay que hacerlo con mucho cuidado, no vaya a ser que lo dañe más. ¡Ay, qué lío!

Dato extra: Para evitarlo: cambiar las lentes con cuidado, usar un soplador de aire, limpiar el cuerpo de la cámara con frecuencia. ¡También un filtro UV ayuda! Lo probare.

¿Qué pasa si veo manchas blancas?

Aquí, en la oscuridad, todo se ve diferente. Las manchas, las imperfecciones… resaltan.

Una mancha blanca en el ojo. Me suena a algo más que una simple molestia.

• Podría ser una alarma. Una llamada de atención que el cuerpo te da.
• Quizá una infección, algo pasajero, pero que no puedes ignorar.
• O algo más grave, una enfermedad que se esconde, esperando.

Recuerdo cuando mi abuelo empezó a ver halos alrededor de las luces. Al principio no le dio importancia, decía que eran cosas de la edad. Terminó siendo glaucoma.

Me da miedo pensar que esas manchas, por pequeñas que sean, puedan ser el principio de algo así. Algo que te roba la visión, que te aísla del mundo. Algo que… te cambia.

No lo dejes pasar. Busca a un médico. No te quedes con la duda, ni con el miedo. Es mejor saber. Siempre.