¿Qué indican los mm de una cámara?

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¡Ah, los milímetros en las cámaras! Para mí, no es solo un número, sino la ventana al mundo que quiero capturar. Un lente de 2.8 mm es como tener ojos de águila, ¡ves todo a tu alrededor! Pero claro, esa amplitud sacrifica un poco el detalle lejano. Un 4.0 mm, en cambio, te acerca más a la acción, ideal para enfocarte en lo que realmente importa. ¡Es cuestión de elegir tu perspectiva!

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Los Milímetros Mágicos: Descifrando el Lenguaje de las Lentes

¡Hola a todos! Soy un apasionado de la fotografía, y últimamente me he dado cuenta de que muchos, incluso algunos que ya manejan una cámara, se pierden en el significado de esos pequeños números: los milímetros (mm) que especifican la longitud focal de un objetivo. Y es que, aunque parezca una simple cifra, esconde una magia fascinante que determina la perspectiva y el aspecto final de nuestras fotos. No es solo un número, como dije antes; es la clave para controlar el lenguaje visual que nos permite narrar nuestras historias.

¿Qué indican exactamente esos mm? Se refieren a la longitud focal, que es la distancia entre el centro óptico de la lente y el sensor de la cámara cuando está enfocada al infinito. Esta distancia, expresada en milímetros, determina el ángulo de visión y la magnificación de la imagen. Piensen en ello como si fuera el “zoom” de vuestros ojos.

Un objetivo con una longitud focal corta (por ejemplo, 18 mm o menos) nos ofrece un ángulo de visión amplio. Es como si estuviéramos utilizando un gran angular. Capturan un amplio campo de visión, ideales para paisajes, arquitectura o fotografías de grupos grandes. Recuerda mi ejemplo del 2.8mm? Ese ángulo de visión es ENORME, casi panorámico. Es genial para capturar la inmensidad de un paisaje o la arquitectura imponente de una ciudad, pero sacrifica el detalle y puede provocar cierta distorsión, especialmente en los bordes de la imagen. He visto fotos con lentes de gran angular donde las líneas rectas, como las de un edificio, parecen curvarse.

Por el contrario, una longitud focal larga (por ejemplo, 70 mm o más) proporciona un ángulo de visión estrecho. Nos acerca al sujeto, comprimiendo el fondo y creando un efecto de “teleobjetivo”. Ideal para retratos, deportes, o para capturar detalles lejanos. Mi lente favorito para retratos es un 85mm, la distancia perfecta para un retrato natural, sin distorsiones y con un suave desenfoque de fondo (bokeh). Un lente de 400mm, por ejemplo, será capaz de capturar fotos espectaculares de animales salvajes a kilómetros de distancia. La diferencia es abismal!

Algunos ejemplos para aclarar las cosas:

  • 14-35mm: Un objetivo zoom de gran angular, perfecto para paisajes, interiores y fotografía arquitectónica.
  • 24-70mm: Un versátil objetivo zoom que cubre un amplio rango focal, ideal para la mayoría de las situaciones. Es un clásico!
  • 70-200mm: Un teleobjetivo popular para retratos, deportes y vida salvaje. El poder de acercamiento es increíble.
  • 50mm: Considerado por muchos como el “objetivo de retrato” por excelencia, ofrece una perspectiva natural y agradable al ojo.

Pero no se trata solo de números, el tamaño del sensor también juega un papel crucial. Un sensor APS-C (como el que llevan muchas cámaras sin espejo) percibe de forma diferente la longitud focal que uno de formato completo (Full Frame). Un 50mm en APS-C tendrá el mismo efecto que un 75-80mm en una cámara Full Frame.

En resumen, la elección de la longitud focal depende completamente de la visión que queramos conseguir. No existe una lente “mejor” que otra, sino la más adecuada para cada situación y estilo fotográfico. Experimentar con diferentes longitudes focales es la clave para dominar el arte de la composición y expresarse a través de la fotografía. Así que, la próxima vez que veas esos mm en tu lente, recuerda que no son solo números, sino una herramienta poderosa para dar vida a tus ideas. ¡A explorar!