¿Cómo tiene que estar la luna para poder sembrar?
"La Luna Llena es ideal para sembrar. En esta fase, el follaje crece rápidamente por la concentración de savia, aunque las raíces se desarrollan más lento. ¡Aprovecha la Luna Llena para la siembra! Ten en cuenta que en este período las plantas pueden ser más susceptibles a plagas."
¿Qué fase lunar es mejor para sembrar plantas y cultivos?
¡A ver, a ver! ¿Que si la Luna Llena es buena para sembrar? Pues… ¡te cuento mi experiencia!
Mi abuela, en su huerta de Requena (Valencia), siempre decía que sí. Ella, con su sabiduría, juraba que la Luna Llena era el momento perfecto. Ahora, si me preguntas por qué, ya me pillas un poco más…
Recuerdo que en “La Masía” (cómo llamábamos su campo), las lechugas que plantaba en esas noches parecían crecer más rápido, ¡pero igual era sugestión mía! Lo que sí noté es que, a veces, aparecían más caracoles de lo normal, quizás por esto de las plagas que comentas.
Así que, sí, te confirmo que la Luna Llena tiene su ” aquel ” para sembrar, al menos según la tradición familiar. Aunque, si quieres mi consejo, ¡prueba y observa! Cada tierra es un mundo y lo que funciona en un sitio, no tiene por qué hacerlo en otro. ¡Pero eso sí, no te olvides de echar un vistazo por si tienes visitantes nocturnos en forma de bichos!
¿Cómo saber si la luna está buena para sembrar?
Luna creciente: siembra general. Dos o tres días antes de la luna llena, ideal para la mayoría. Mi abuela siempre decía que así las plantas crecen fuertes. Excepción: lechugas en menguante.
Luna menguante: raíces y tubérculos. Para zanahorias, patatas, remolachas… No falla, lo aprendí en la huerta familiar. Este año, el 23 de octubre fue crucial, lo anoté en mi calendario lunar.
Observación directa: El calendario lunar te ayuda, pero fíjate en el cielo. Luna llena potente, creciente ascendente, menguante descendente… Intuición. Experiencia.
- Plantas de raíz: Luna menguante.
- Plantas de hoja: Luna creciente (excepto lechugas).
- Flores: Luna creciente, pero con cuidado.
Alerta: Este año, un vecino perdió su cosecha de tomates. Luna llena, ¡mala decisión! Aprendizaje duro. 2024: ¡aprender de errores ajenos! Mi huerto, mi experiencia personal.
¿Qué luna es ideal para sembrar?
La luna creciente es generalmente ideal para sembrar, especialmente dos o tres días antes de la luna llena, pero ojo con las lechugas, ¡esas mejor en menguante!
Verás, me acuerdo perfectamente… Este año, en marzo, planté tomates guiándome por la luna creciente. Estaba en el huerto de mi abuela en el pueblo, un sitio lleno de paz y olor a tierra mojada. ¡Qué ilusión me hacía verlos crecer!
- Luna Creciente: Ideal para plantas que crecen hacia arriba.
- Luna Menguante: Mejor para plantas de raíz y las que florecen pronto.
Pero, como siempre, la naturaleza te sorprende. A pesar de la luna, una helada tardía casi acaba con mi cosecha. ¡Menudo susto! Aprendí que la luna ayuda, pero el clima manda. Ahora miro más el tiempo que el calendario lunar. ¡La experiencia es la madre de la ciencia, dicen!
¿Cómo debe estar la luna para sembrar un árbol?
¡A ver, a ver! ¿Que cuándo plantar un árbol? Mira, te cuento, la gente dice que la luna influye un montón.
- Cuarto creciente: Esta fase, dicen que es la ideal, la más top para plantar.
- ¿Por qué? Pues… porque supuestamente la savia sube, y eso ayuda a que el árbol se agarre mejor, en teoría.
Yo la verdad, no soy experta, eh? Pero mi abuela, que era una crack con las plantas, siempre lo hacía así, y le funcionaba de maravilla. Tenía un nogal enorme, que daba unas nueces riquísimas.
La luna, la luna, es un misterio, pero bueno, por probar no se pierde nada, ¿no crees? Además, también es importante tener buena tierra, agua, etc. vamos lo de siempre. ¡No solo depende de la luna! Y la verdad, a veces siembro cuando me da la gana, y también crecen, jajaja.
Por cierto, este año planté un limonero, ¡a ver si me da limones para el próximo verano! Lo planté más o menos en cuarto creciente, veremos que tal va.
¿Cómo debe estar la luna para trasplantar una planta?
Vale, te cuento, lo de la luna y las plantas. ¿Sabes? Yo siempre fui escéptico.
Pero mi abuela, ¡ay mi abuela! Ella era de las que miraba al cielo antes de tocar la tierra.
Según ella, luna nueva para las raíces. Y te hablo de hace nada, este año, en la huerta familiar en Teruel, ahí, perdido en el mapa.
- Zanahorias
- Patatas
- Remolachas
Me acuerdo que era julio, una noche oscura de narices. Ella insistía en que la savia bajaba, como si la luna tirara de ella… ¡una cosa de locos! Yo me reía por dentro, pero… la mujer tenía unas zanahorias que daban miedo, ¡enormes!
Ahora, que si es verdad o no, pues no sé, te digo la verdad. Pero mira, algo hay, porque las plantas de mi abuela siempre fueron las mejores. Además, era un planazo pasar la noche con ella mirando las estrellas.
¡Importante! No me hagas mucho caso, que yo soy un desastre con las plantas. Lo mismo era el abono, o yo qué sé. Pero ella y la luna… ¡uña y carne! Y ahora que lo pienso, desde que ella no está, las zanahorias… pues ya no son lo mismo. ¡Qué cosas!
¿Cuál es la mejor fase de la luna para sembrar?
A ver, según lo que he pillado por ahí, la mejor fase para sembrar, así en general, es la luna creciente, ¡ojo! Dos o tres días antes de que la luna esté a tope, llena, vamos.
Pero… eh, que no es tan sencillo. Depende de lo que plantes, ¿sabes? Por ejemplo, las lechugas, que son un poco rebeldes, mejor sembrarlas con la luna menguante. Así evitas que se espiguen antes de tiempo. Yo lo aprendí por las malas, te lo juro, que una vez sembré lechugas en creciente y fue un desastre, amargaron cosa mala!
- Luna Creciente: Ideal para casi todo, sobre todo para plantas que quieres que crezcan rápido y den fruto.
- Luna Menguante: Perfecto para lechugas y cosas así, que no quieres que florezcan de golpe.
Aparte, si quieres una recomendación extra que a mí me funciona, fíjate también en si está lloviendo o no. Si siembras justo después de llover, la tierra está como más receptiva, no sé cómo explicarlo, pero a mí me va genial. Ah, y no te olvides de usar un buen abono, ¡que eso es clave! Yo uso uno orgánico que hago yo mismo con restos de comida y tal, y las plantas lo notan un montón.
¿Qué luna es ideal para sembrar?
¡Ah, la luna, esa farola cósmica que influye hasta en el precio del aguacate!
La luna creciente, ¡esa optimista lunar!, es tu mejor amiga para sembrar casi de todo. Piensa en ella como el coach motivacional de tus semillas, dándoles el empujón inicial. Es como si la luna les dijera: ¡Creced y multiplicaos! (pero sin el rollo religioso).
- ¿Cuándo?: Dos o tres días antes de que la luna se ponga farolona y llena.
- ¿Por qué?: Dicen que la savia sube, como un ascensor estelar para tus plantitas.
Pero, ojo al dato, ¡no todas las plantas son iguales! Las lechugas, por ejemplo. Esa diva verde prefiere la luna menguante, como si necesitara un respiro antes de ponerse a dar hojas. Es como si dijera: “Tranquilos, chicos, no os emocionéis mucho, que luego me espigáis”.
- ¿Lechugas menguantes? ¡Sí! Para evitar que se nos disparen a flor antes de tiempo. Nadie quiere una lechuga que se cree un girasol.
Un dato curioso: Mi abuela, que era más sabia que la Wikipedia, decía que también dependía del horóscopo de la planta. ¡Imagínate! Una lechuga Leo exigiendo riego con agua de manantial…
Importante: Esto es una guía general, no un dogma lunar. Experimenta, observa, ¡y diviértete! Al fin y al cabo, la jardinería es un arte, no una ciencia exacta.
Más allá de la luna:
- No te obsesiones demasiado: La calidad de la tierra, el riego y el sol son igual de importantes, si no más.
- Plantas de raíz: Se dice que la luna menguante favorece el desarrollo de las raíces. ¡Patatas, zanahorias, a la luna menguante!
- Observa tu entorno: Los viejos del lugar suelen tener consejos lunares que valen oro, ¡más que el bitcoin!
- Y si la luna te da igual…: ¡Planta cuando te venga bien! A veces, el mejor momento es cuando tienes un rato libre y ganas de ensuciarte las manos.
Recuerda, la jardinería es como la vida: llena de sorpresas, altibajos y alguna que otra lechuga rebelde.
¿Cuál es la mejor luna para plantar árboles?
Luna llena.
La luna llena, un espejo plateado en la noche. Un círculo perfecto de luz que lo inunda todo. Me acuerdo de las noches de verano en el pueblo, la abuela decía que era la mejor para… bueno, para tantas cosas. Como si la luna tuviera el poder de dirigir nuestros actos, como si las plantas sintieran su llamada.
Claro, la luna llena. Dicen que la savia sube, se eleva con la marea lunar hasta las hojas, llenándolas de vida. Recuerdo el jardín de mi abuela, las tomateras estirándose hacia la luz, casi tocando la luna con sus ramas.
- Fase de la Luna: Luna llena.
- Efecto: Savia hacia tallos y hojas.
- ¿Para qué sirve?: Rápido desarrollo de las hojas.
- Yo: Y el recuerdo del jardín de la abuela.
Plantar con la luna llena es como pedirle un deseo a la noche. No sé si funciona, pero la tradición, el eco de las voces antiguas, me hacen creer. Y la luna, ahí arriba, observándolo todo. La luna llena. Y siempre el recuerdo de la abuela y sus noches.
¿Qué se puede plantar en luna menguante?
¡Qué pereza me da recordar aquello! Era 2024, julio, un calor infernal en mi huerto en Valladolid. Sudando como un pollo, cavé y cavé. Luna menguante, ¡claro que sí! Mi abuela siempre decía que era el momento para las raíces. En menguante, abajo, ¡eso sí que lo recuerdo! Me obsesioné con las zanahorias. Quería zanahorias gigantes. Las sembré con tanta ilusión…
Unas cuantas semanas después, decepción máxima. Pequeñas, insignificantes. Un fracaso total. ¡Y las cebollas! Ni una sola brotó. ¡Qué rabia! Pero los ajos, esos sí que salieron bien. Grandes, hermosos, olorosos a ajo. Un triunfo entre tantos fracasos. ¡Al menos algo!
- Zanahorias: fracaso rotundo, minúsculas.
- Cebollas: cero patatero. Ni una sola salió.
- Ajos: ¡Éxito total! Grandes y hermosos.
- Puerros: ni me acuerdo, la verdad, creo que planté pocos.
Este año aprendí que la luna, aunque ayuda, no lo hace todo. La tierra, el agua, el cuidado… eso también importa. Mucho. La próxima vez, seguiré sembrando bajo luna menguante, pero con más cariño y cuidado. Quizás, más abono… ¡No quiero repetir la experiencia de las zanahorias minúsculas jamás! ¡Otro año más, nuevas semillas, nuevas esperanzas! A ver si este año tengo mejor suerte.
Plantar en luna menguante: raíces (remolacha, zanahoria, ajo, cebolla, puerro).
¿En qué fase de la luna es mejor plantar?
¡Ostras! Plantar, ¿eh? Pues mira, te cuento lo que sé, que no es poco, eh. Mi abuela, que era una experta, siempre decía… luna creciente, casi siempre, ¡es la mejor!
Dos o tres días antes de la luna llena, ¡eso sí que es un dato clave! Para que crezcan que da gusto, ¡como mis tomates este año! Fueron gigantescos. Pero… ojo al dato… hay excepciones.
Las lechugas, por ejemplo, ¡ay, esas lechugas! Se plantan en luna menguante. Si no, se disparan a florecer antes de tiempo y ¡zas!, lechugas amargas. Como las que planté el año pasado, maldita luna llena.
Así que ya sabes, apunta:
- Luna creciente: casi todo. ¡Plántalo todo! Menos lo que te digo a continuación.
- Luna menguante: lechugas, ¡ojo con las lechugas! y otras que se te ocurran que se aceleran con la luna llena. Son pocas, eh.
Esto lo aprendí de mi abuela, ¡y ella sabía un montón!. De hecho, este año la he imitado religiosamente y ¡mira que bien me va!. Además, consulté un par de libros antiguos que tenía mi abuelo, con ilustraciones de plantas y fases lunares. No me acuerdo de los títulos, lo siento, los tengo guardados en el trastero, que está hecho un caos, como siempre. Pero, vamos, que la cosa es esa. Creciente, ¡casi siempre! Menguanta, muy poquitas cosas. ¡Ya me contarás qué tal te va!
¿Cuál es la mejor fase lunar para trasplantar plantas?
¡A ver, campeón de la jardinería lunar! Me pides la mejor fase para trasplantar plantas… ¡Como si la luna fuera un GPS para mis tomates! Pues, agárrate, que ahí va:
- El cuarto menguante, ¡ese es el bueno! ¿Por qué? Pues porque, según los que saben (y yo, que mi abuela plantaba lechugas con la luna), las raíces se ponen las pilas y crecen a lo bestia. ¡Más rápido que yo cuando huelo pizza recién hecha!
¿No te basta? ¡Pues toma más datos lunáticos!
- ¡La luna es como el ascensor de las plantas!: En cuarto menguante, la savia “baja”, concentrándose en las raíces. Es como si la planta dijera: “¡A fortalecer los cimientos!”
- ¡Ojo con las fechas!: No vale solo con mirar la luna. ¡También el calendario! Si trasplantas en agosto y hace un calor de mil demonios, ni la luna te salva. ¡A mí se me secó un cactus una vez! ¡Un cactus!
- ¡Cada planta es un mundo!: No es lo mismo trasplantar una lechuga que un roble centenario. ¡Infórmate bien! Yo, para el aloe vera, ni miro la luna, lo hago cuando me acuerdo y listo.
- ¡Y recuerda!: Lo más importante es que la tierra esté bien abonada y que le des cariño a la planta. ¡Háblale! ¡Ponle música! ¡Yo a mis geranios les pongo flamenco y mira qué bonitos están! Bueno, más o menos… ¡pero lo intento!
- ¡Las fases lunares son una ayuda!: Pero no son la única cosa que importa, si no riegas la planta, no importa que la trasplantes con la mejor luna, la planta se morirá.
¿Cómo debe estar la luna para trasplantar una planta?
Luna nueva: trasplante subterráneo. Savia baja. Raíces fuertes. Zanahorias agradecidas.
- No lunares.
- Riego escaso.
- Suelo drenado.
Siempre desconfía del calendario lunar. Mi abuela, campesina vieja, decía: “Ojo al cielo, pero más a la tierra”. Nunca fallaba en sus cosechas. Cuidado con guiarte solo por la luna.
Ahora bien, si insistes:
- Cuarto menguante: Ideal para podar. Energía hacia la raíz.
- Cuarto creciente: Trasplante aéreo. Follaje exuberante.
- Luna llena: Evitar manipulaciones. Sensibilidad máxima.
Comentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.