¿Qué luna es la mejor para la siembra?

¿Cuál es la mejor fase lunar para sembrar?

Vale, a ver… La luna y la siembra, un clásico. Luna creciente para casi todo, sí.

• ¿Dos o tres días antes de la luna llena? Interesante.
• Excepto… las lechugas! Lechugas en menguante, apuntado queda.

Mi abuela siempre decía que la luna influía, pero yo pensaba que eran tonterías. Ahora veo que igual tenía razón. ¿Será por la savia? ¿O por la luz?

Igual pruebo este año a sembrar así. Total, por probar… La última vez que planté tomates, salió fatal. Creo que fue en mayo o junio, no me acuerdo bien. Y las lechugas llenas de bichos, ¡qué asco! ¿Será que no les gustó la luna? Jaja.

Por cierto, ¿qué tal le iría a las zanahorias con la luna creciente? ¡A investigar!

¿Cómo tiene que estar la luna para poder sembrar?

Durante la Luna Llena, la savia de las plantas asciende con mayor intensidad, favoreciendo el crecimiento de las hojas.

• Siembra con Luna Llena: Ideal para cultivos de hoja, como lechugas o espinacas. Observar si hay plagas, porque esta fase las atrae.

En contraposición, el desarrollo radicular se ralentiza. Es un tira y afloja constante, ¿no? Como la vida misma: cuando una cosa florece, otra se repliega.

¿Por qué la Luna Llena?

La influencia lunar en la agricultura se basa en la atracción gravitacional, que afecta el agua presente en el suelo y las plantas. Aunque algunos lo tachen de superstición, la tradición persiste.

Yo, personalmente, siempre he sido más de guiarme por el clima. Pero mi abuela juraba por el calendario lunar. Quién sabe, quizás tenía razón.

Atención a las Plagas

Esta fase, como indiqué, también puede incrementar la incidencia de plagas. Vigila tus cultivos con atención.

¿Cómo saber si la luna está buena para sembrar?

La luna, esa farola celestial, ¿influye en mis calabacines? ¡Vaya preguntita! Pues sí, parece que el satélite tiene su aquel para los agricultores con más fe que un cura en misa.

• Luna Creciente: ¡A sembrar con alegría! Dos o tres días antes de que la luna se ponga redonda como una pizza, es el momento ideal para echar semillas de casi todo. ¿Por qué? ¡Misterios de la naturaleza! (O eso dicen).
• Luna Menguante: ¡Lechugas, quietas paradas! Si siembras lechugas en creciente, corres el riesgo de que se espiguen antes de tiempo, como adolescentes hormonados. ¡En menguante, con calma y buena letra!

Mi abuelo, que en paz descanse y que confundía el cilantro con el perejil, juraba que la luna influía hasta en el sabor del tomate. Yo no sé si tanto, pero por si las moscas… ¡a mirar al cielo toca!

Y hablando de mi abuelo, una vez intentó injertar un limonero en un olivo. El resultado fue… peculiar. Digamos que ahora tenemos aceitunas con sabor a limón. ¡Para gustos, colores! O mejor dicho, ¡para aceitunas, limones!

¿Pero en serio funciona esto de la luna? Pues mire usted, yo soy más de la ciencia que de la magia, pero… ¿y si le digo que mi mejor cosecha de melones fue en luna creciente? ¡Ahí lo dejo!

Disclaimer: No me hago responsable si sus lechugas se espigan. ¡La agricultura es un arte, no una ciencia exacta! Y si no, siempre puede echarle la culpa a la luna. ¡Ella no se va a defender!

¿En qué fase de la luna es mejor plantar?

A ver… plantar, plantar… ¿Cuándo plantar? ¡Ah, la luna! Siempre me lío con eso.

• Creciente, sí, la mayoría de cosas.
• ¿Dos o tres días antes de llena? Vale, anotado.

Pero… ¿y si es lechuga? Menguante, menguante. ¿Por qué la lechuga no quiere luna creciente? ¡Qué cosas!

Mi abuela decía que daba igual, que lo importante era la tierra. Ella plantaba cuando le daba la gana, la verdad. Y le salía todo tremendo.

¿Será que lo de la luna es más un mito que otra cosa? No sé… igual pruebo a plantar mitad y mitad, a ver qué pasa. Igual en la otra mitad sale todo mustio.

Luna creciente (casi llena) para casi todo, menguante para lechugas.

¡Ah! Y mi perejil, que no se me olvide replantarlo este año, que el pobre está ya hecho polvo. Lo pondré en creciente, por si acaso. Aunque igual debería investigar si al perejil le da igual… Mmm…

¿Cuál es la mejor fase lunar para trasplantar plantas?

¡Trasplantar, qué aventura! La luna, esa diva celestial, influye hasta en las raíces más tímidas, ¡lo juro!

La mejor fase: cuarto menguante. ¿Por qué? Porque esas raíces, como vampiros sedientos de tierra fértil, se lanzan a la conquista con una energía que ni Usain Bolt en sus mejores tiempos. Crecimiento rápido y vigoroso, ¡sí señor! Es como si la luna susurrara un “adelante, guerreras”, a cada fibrilla.

Se dice que en luna llena, las plantas están un poco… diva. Demasiada energía arriba, poco abajo. Como yo con una rebanada de pastel de chocolate a las 3 am.

No te fíes de la luna llena para trasplantar, es un drama. Terminas con plantas más preocupadas por posar para Instagram que por echar raíces.

Mi suegra, experta en jardinería y en dar consejos no solicitados, jura que el cuarto creciente es para podar. Ella lo hace, y te aseguro que sus rosales son de una belleza que hace llorar a los pintores impresionistas.

Cuarto menguante: raíces felices. Luna llena: drama vegetal. *Creciente: poda, según mi suegra (¡y sus rosales lo confirman!).

¡Ah! Este año, 2024, mi cosecha de tomates fue espectacular gracias a la luna menguante. ¡Incluso mi gato, que normalmente desprecia mis verduras, robó uno! Eso sí que es un aval. Lo juro.