¿Qué luna es la mejor para la siembra?

La Luna y su Influencia en la Siembra: Eligiendo la Fase Lunar Óptima

En el mundo de la jardinería, la influencia de las fases lunares en el crecimiento de las plantas ha sido un tema de debate durante siglos. Si bien la ciencia moderna aún no ha demostrado una relación causal definitiva, muchos jardineros creen que la luna juega un papel en la salud y el rendimiento de sus cultivos.

La Luna Creciente: La Mejor Época para Sembrar

La fase lunar más favorable para la siembra es la luna creciente, que ocurre aproximadamente dos o tres días antes de la luna llena. Durante esta fase, la luna ejerce una fuerza gravitatoria ascendente, fomentando el crecimiento hacia arriba. Esta fuerza ascendente ayuda a las plántulas a desarrollar raíces fuertes y tallos vigorosos.

Las plantas que se benefician de la siembra en luna creciente incluyen:

• Tomates
• Pimientos
• Pepinos
• Calabazas
• Flores anuales

La Luna Menguante: Una Alternativa para Plantas Sensibles

Mientras que la luna creciente es ideal para la mayoría de las plantas, algunas especies son sensibles a la floración temprana. Estas plantas incluyen:

• Lechuga
• Espinacas
• Zanahorias
• Remolachas

Para estas plantas, la siembra en luna menguante puede ser más beneficiosa. Durante esta fase, la fuerza gravitatoria descendente de la luna ayuda a suprimir el crecimiento hacia arriba y promueve el desarrollo de raíces más fuertes.

Importancia de Observar el Calendario Lunar

Para obtener los mejores resultados de siembra, es esencial consultar un calendario lunar y determinar las fases lunares específicas para cada cultivo. Esto garantizará que las semillas se planten en el momento óptimo para su crecimiento y desarrollo.

Conclusión

Si bien la evidencia científica sobre la influencia de la luna en la siembra no es concluyente, muchos jardineros atestiguan los beneficios positivos de planificar la siembra de acuerdo con las fases lunares. Al sembrar durante la luna creciente o menguante, los jardineros pueden aprovechar las fuerzas gravitatorias naturales de la luna para optimizar el crecimiento de sus cultivos y disfrutar de cosechas abundantes.