¿Qué significa el número que traen las manzanas?

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El número en la etiqueta de la manzana es un código PLU (Price Lookup), implementado desde 1990 por los supermercados para gestionar eficientemente su inventario de frutas y verduras. La IFPS (Federación Internacional para los Estándares de Productos) es la entidad responsable de asignar estos códigos a los productos.
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La Clave Secreta de tu Manzana: Descifrando el Código PLU

¿Te has fijado en ese pequeño número impreso en la etiqueta de tu manzana? No es un mero capricho estético, sino una clave que revela una historia mucho más compleja de lo que imaginas. Ese código, conocido como PLU (Price Lookup o Búsqueda de Precio), es un elemento fundamental en la gestión eficiente de la cadena de suministro de frutas y verduras, un sistema silencioso que asegura que las manzanas (y otras frutas y verduras) lleguen a tu mesa de forma organizada y eficiente.

Implementado a nivel mundial a partir de 1990, el sistema PLU permite a los supermercados gestionar su inventario de forma rápida y precisa. Cada número corresponde a un producto específico, indicando no solo el tipo de fruta (en este caso, la manzana), sino también información sobre su cultivo y origen. Esto facilita el seguimiento de la fruta desde la cosecha hasta el punto de venta, permitiendo a los supermercados controlar el stock, predecir la demanda y gestionar de manera óptima la rotación de productos.

La entidad encargada de asignar y regular estos códigos es la IFPS (Federación Internacional para los Estándares de Productos), una organización global que trabaja para armonizar los sistemas de identificación de productos a nivel internacional. Gracias a la IFPS, un código PLU tiene el mismo significado en un supermercado de Madrid que en uno de Tokio, asegurando la transparencia y la eficiencia a escala global.

Pero, ¿qué información podemos extraer de este código numérico? La longitud del código PLU en sí mismo proporciona información clave. Un código de cuatro dígitos indica que la fruta o verdura es convencional, es decir, cultivada con pesticidas y fertilizantes químicos. Sin embargo, un código de cinco dígitos, que siempre empieza con el número 9, indica que el producto es orgánico, certificado y cultivado bajo estrictas normas medioambientales. Esta información es crucial para el consumidor consciente, que puede realizar una compra informada y responsable.

En resumen, el aparentemente insignificante número en la etiqueta de tu manzana es mucho más que un simple precio. Es una pequeña ventana a un sistema complejo y global que garantiza la disponibilidad de alimentos frescos y de calidad, permitiendo al consumidor, además, discernir entre métodos de producción convencionales y orgánicos. Así que, la próxima vez que compres una manzana, tómate un momento para observar su código PLU: es la clave silenciosa de una red de suministro global.