¿A qué chica ama más Tengen?

El fulgor del extravagante Tengen Uzui, el Dios del Fesitval, deslumbra tanto como su habilidad con las katanas. Rodeado de sus tres esposas, la dinámica poliamorosa del shinobi plantea una pregunta recurrente entre los seguidores de Kimetsu no Yaiba: ¿A cuál de ellas ama más Tengen?

Si bien el propio Tengen declara amarlas a todas por igual, y se esfuerza por tratarlas con justicia y respeto, la naturaleza humana y las circunstancias particulares de la historia invitan a la especulación. No existe una respuesta canónica, una verdad revelada por el autor, que designe a una favorita. Sin embargo, la abnegación y valentía demostradas por Hinatsuru durante el arco del Distrito del Entretenimiento resuenan con fuerza en la audiencia.

Recordemos la situación: Hinatsuru, envenenada y al borde de la muerte, se rehúsa a tomar el antídoto para que Tanjiro pueda utilizarlo en otra persona, priorizando la misión y la vida de otros por encima de la suya propia. Este acto de sacrificio extremo, donde demuestra una lealtad inquebrantable tanto a su esposo como a sus compañeras, la distingue del resto. Si bien Suma y Makio también demuestran coraje y determinación, la serenidad y frialdad de Hinatsuru frente a la muerte la convierten en un personaje admirable y, para algunos, en la posible favorita de Tengen.

Es importante destacar que esta interpretación no se basa en hechos concretos, sino en la percepción del público. El manga y el anime no ofrecen ninguna evidencia definitiva de favoritismo por parte de Tengen. Su filosofía se centra en la fuerza y la unidad de sus esposas, valorando sus habilidades individuales y la sinergia que crean juntas. La idea de una esposa “favorita” contradice la imagen que el propio Tengen proyecta de su familia.

En definitiva, la pregunta de a quién ama más Tengen permanece sin respuesta y probablemente forme parte del encanto del personaje. Nos invita a analizar las interacciones, a leer entre líneas y a formar nuestras propias conclusiones, enriqueciendo la experiencia de la narrativa y manteniendo vivo el debate entre los fans. El misterio persiste, brillando con la misma intensidad que el flamboyant Dios del Festival.