¿Cuáles son las 7 señales de que estás enamorado?

¿Enamorado? Ay, qué pregunta… ¿Cómo saberlo con seguridad, verdad? A mí, siempre me ha parecido un misterio, un torbellino de emociones que te deja tambaleándote. Pero bueno, intentaré ayudarte con mi experiencia, que, aunque no soy experto, algo he vivido. Aquí van mis “siete señales” —o mejor dicho, las señales que yo he sentido— de estar enamorado, un poco a mi manera.

1. Miradas… que parecen hipnosis. Recuerdo la primera vez que vi a Luis, en esa cafetería con la música tan alta que apenas podíamos oírnos. Fue como si el resto del mundo desapareciera. Solo él, y sus ojos, esos ojos… ¿Sabes esa sensación de que no puedes apartar la mirada? Eso. Eso es estar enganchado.

2. Adiós, rutinas. De repente, tu vida deja de ser tuya. O bueno, sí, pero ahora gira en torno a él. Antes, los viernes eran para mis maratones de series; ahora, los viernes son para… ¿qué importa? ¡Lo importante es estar con él! Y la verdad, ¡tampoco me importa tanto perderme los capítulos atrasados!

3. El tiempo… ¡desaparece! Esto es algo que me pasó con Ana. Pasábamos horas hablando, riendo… y de repente, ¡ya eran las tres de la madrugada! ¿Cómo? ¡Parecía que habíamos estado charlando solo cinco minutos! Es una locura, ¿no?

4. ¡Todo es perfecto! (Bueno, casi todo). Recuerdo cuando Rafa, mi amigo, empezó a salir con Laura. Decía que ella era perfecta, que todo lo que hacía era maravilloso. Yo pensaba: “¡Hombre, cálmate un poco!”. Pero, ¿quién soy yo para juzgar? Cuando estás enamorado, ves a la persona a través de lentes rosas, ¿o no?

5. Un optimismo… exagerado. De repente, te sientes invencible, como si pudieras con todo. ¡Es como si te hubieran inyectado una dosis de felicidad gigante! Claro que luego hay bajones, pero en ese momento, ¡el mundo es maravilloso! Aunque, a veces pienso que eso es un poquito… irreal.

6. Besos, abrazos… y más besos. El contacto físico… ¡uff! Esa necesidad de estar cerca, de tocar, de sentir… Recuerdo con Inés… no me hacía falta ni hablar, bastaba con su cercanía para sentirme pleno.

7. Pensamientos… invasores. No es solo pensar en ella, es que estás obsesionado. Es como una canción que se repite en tu cabeza sin parar. ¡Es agotador pero increíble a la vez! A veces hasta me da vergüenza admitir la cantidad de veces que pienso en él al día, ¿será normal?

En fin… estas son mis señales. ¿Coinciden con las tuyas? Quizás hay más, quizás son diferentes. El amor es un lío, un precioso y caótico lío. Pero ese lío, a veces, vale la pena. ¿No crees?