¿Qué canción le dedicó Gustavo Cerati a su esposa?

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Cecilia Amenábar, esposa de Gustavo Cerati en el momento del lanzamiento, colabora vocalmente en «Te llevo para que me lleves», el primer sencillo del músico argentino. Esta canción, compuesta por el propio Cerati, se ha interpretado como una dedicatoria a su entonces pareja.

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“Te llevo para que me lleves”: Un Canto de Amor y Colaboración entre Cerati y Cecilia Amenábar

Gustavo Cerati, figura icónica del rock latinoamericano, fue un artista que no temía experimentar y fusionar géneros, dejando un legado musical inigualable. Pero más allá de la vanguardia sonora, Cerati también fue un hombre que experimentó el amor y lo plasmó en su arte. La canción que mejor refleja ese vínculo personal con su entonces esposa, Cecilia Amenábar, es sin duda “Te llevo para que me lleves”.

Esta canción, lanzada como el primer sencillo del álbum “Amor Amarillo” (1993), no solo destaca por su melodía envolvente y sus letras evocadoras, sino también por la participación especial de Cecilia Amenábar en los coros. Esta colaboración, que va más allá de una simple participación vocal, convierte a la canción en un diálogo íntimo y musical entre la pareja.

Más allá de la confirmación explícita de Cerati, la letra de “Te llevo para que me lleves” respira un aire de romanticismo y conexión profunda. Frases como “Dejame llevarte a mi estación / Allí no hay horario ni razón” sugieren una invitación a un espacio personal, un refugio construido por el amor y la comprensión mutua. La canción, en su esencia, es una promesa de compañía y apoyo incondicional: “Te llevo para que me lleves / A un lugar donde no haya que volver“.

La presencia de Cecilia Amenábar en la canción no es solo un detalle anecdótico, sino que eleva la pieza a un nivel más personal y significativo. Su voz, entrelazada con la de Cerati, simboliza la unión y la reciprocidad que caracteriza una relación amorosa. Es un ejemplo tangible de cómo la vida personal del artista se infiltra en su obra, enriqueciéndola y dotándola de una mayor profundidad emocional.

Si bien la relación entre Cerati y Amenábar llegó a su fin, “Te llevo para que me lleves” permanece como un testimonio de un amor vibrante y una colaboración artística única. La canción trasciende el mero romanticismo y se convierte en un símbolo de la conexión humana, la necesidad de compañía y el deseo de compartir la vida con alguien especial. En definitiva, es una pieza clave para comprender la faceta más íntima y personal de Gustavo Cerati, un hombre que supo convertir el amor en melodía y la vida en arte.