¿Cómo describir un mineral?

¿Cómo describir minerales?

Describir minerales es… como intentar atrapar el atardecer en una mano. Es fijarse en lo invisible, en el orden secreto de la materia. Una danza silenciosa de átomos que se revela en formas y colores. ¿Cómo decirlo todo? ¿Cómo encapsular la esencia?

Pienso en mi abuelo, buscando oro en el río. Sus manos, curtidas por el sol, acariciaban las piedras, buscando un brillo diferente. Él no hablaba de dureza o lustre. Hablaba de la promesa, del sueño, de lo que la tierra guardaba para él.

Pero los minerales, sí, se describen… con palabras que suenan frías, pero que intentan desentrañar ese misterio.

• Estructura cristalina: El alma, la base, el andamiaje interno.
• Hábito: La forma en que se presenta al mundo, su vestido.
• Dureza: ¿Cuánto resiste al roce? ¿Cuánto se deja dominar? Como el carácter.
• Lustre: Su brillo, su luz propia. ¿Metálico? ¿Vítreo? ¿Sedoso?
• Diafanidad: ¿Se puede ver a través de él? ¿Es transparente, translúcido u opaco?
• Color: A veces engañoso, a veces revelador. El maquillaje de la tierra.
• Rayado: El color que deja al ser arañado. Una huella.
• Tenacidad: ¿Es frágil? ¿Maleable? ¿Dúctil? ¿Cómo se comporta bajo presión?
• Exfoliación: La forma en que se rompe en planos definidos. Su debilidad.
• Fractura: ¿Cómo se rompe cuando no se exfolia? ¿Concoidea? ¿Irregular?
• Partición: Similar a la exfoliación, pero menos perfecta.
• Densidad relativa: ¿Pesa mucho para su tamaño? ¿Es denso o ligero?

Como intentar describir un recuerdo, a veces las palabras se escapan. Pero el mineral, ahí está, paciente, esperando ser descubierto. Este año, compré una amatista. No sé mucho de dureza o exfoliación. Solo sé que me recuerda a las montañas donde jugaba de niño.

¿Qué son los minerales?

¡Ay, Dios mío! Recuerdo esa clase de geología en la UACJ, 2024, un tostón monumental. El profe, un tipo seco como el desierto de Chihuahua, nos hablaba de minerales. Minerales, compuestos químicos naturales, cristalinos casi siempre. Eso sí me quedó grabado a fuego.

Me dio sueño, qué pereza. Tenía el sol pegándome en la cara, por la ventana del aula. ¡Qué calor! Pensaba en otra cosa mientras dibujaba en mi libreta. Lo único que recuerdo es que el profesor habló de tres tipos de rocas.

• Ígneas: De magma, ¿no? Como esas piedras volcánicas que vi en un viaje a El Paso.
• Sedimentarias: Como la arena de la playa de Rosarito, esas vacaciones fueron geniales.
• Metamorficas: No, ahí ya me perdí. ¡Miren, un pájaro! Espera, ¿qué decía el profesor? ¡Ah, sí, minerales!

Los minerales forman rocas. Eso sí lo tengo claro. ¡Qué aburrida la clase!

Después fui a comer tacos al pastor en un puesto cerca de la universidad. ¡Qué rico! Mucho mejor que esa clase.

Detalles adicionales:

• La clase de geología fue en el edificio de ciencias, aula 302.
• El profesor se llamaba… ¡no recuerdo su nombre!
• Mi libreta tenía un dibujo terrible de un cactus.
• Los tacos de pastor costaron 70 pesos.

¿Qué es un mineral 1 eso?

Un mineral en 1º de ESO es como esa roca que encuentras en la calle y te hace pensar: “¡Vaya, la naturaleza sabe hacer cosas!”. Es un sólido inorgánico natural, producto de la química terrestre. Piensa en las canicas de mis sobrinos, pero sin la intervención del hombre, claro.

• Sólido: ¡No líquido, ni gas! A menos que estemos hablando de ciencia ficción.
• Inorgánico: Nada de células vivas. Aquí no hay margen para vegetales o animales petrificados.
• Natural: La madre Tierra lo creó, no un laboratorio. ¡Ni siquiera el laboratorio de mi vecino, que ya es decir!

Se forman por reacciones químicas, como cuando intentas hacer un bizcocho y, ¡bam!, te sale una obra de arte… o un desastre. La naturaleza, al contrario que yo en la cocina, casi siempre acierta.