¿Cómo se calcula el peso con la densidad?

¡Ay, la física! ¿A quién no le da un pequeño escalofrío a veces? Pero bueno, aquí vamos… A ver, si sabemos la densidad (ρ) de algo, que, vamos, es como qué tan apretaditos están los átomos, podemos calcular su peso (w) relativamente fácil, ¿no?

Eso sí, necesitamos también el volumen (V) de ese “algo”. O, si tiene una forma así como cuadradita o redondita, regular, pues, podemos usar el área (A) y la altura (h). ¿Te acuerdas del colegio? ¡Yo a veces sí, a veces no! 😅

La cosa es que multiplicas la densidad por el volumen (o si no tienes el volumen, pues, el área por la altura) y después, ¡ojo aquí!, multiplicas por la gravedad (g). ¡Y voilà! ¡Peso calculado!

Es una fórmula bastante sencillita, la verdad. Pero a mí, no sé por qué, me emociona un poco. Me parece increíble cómo algo tan pequeño, tan “micro” como la densidad, puede contarnos tanto sobre el peso de un objeto. Es como… ¿cómo explicarlo? Como cuando ves una foto antigua y entiendes mucho más de la persona que aparece en ella de lo que te imaginas. ¿Me explico? No sé, igual estoy divagando… pero bueno, ¡ahí lo dejo! 😉