¿Qué puede comer una persona que le quitaron todos los dientes?

La Nueva Alimentación Tras la Extracción Completa de Dientes: Un Camino Hacia la Recuperación

La pérdida de todos los dientes, ya sea por extracción o por otras razones, marca un cambio significativo en la vida de una persona, afectando no solo la estética y la fonación, sino también, y de manera crucial, la alimentación. La recuperación tras una extracción completa requiere una atención especial a la dieta, y este proceso debe ser gradual y cuidadoso para evitar complicaciones y promover la cicatrización adecuada.

Contrario a la creencia popular de una dieta exclusivamente líquida, la realidad es más matizada. Las primeras 24 horas son cruciales y exigen una alimentación extremadamente suave, enfocada en evitar cualquier tipo de trauma en las zonas en proceso de curación. Durante este periodo, los alimentos ideales son aquellos que se deshacen fácilmente en la boca y requieren un mínimo esfuerzo masticatorio. Pensamos en:

• Yogur natural: Su textura cremosa y suave lo convierte en una excelente opción. Se puede enriquecer con miel o frutas en puré para aumentar su valor nutricional.
• Puré de manzana: Un clásico por su suavidad y facilidad de ingesta. Asegúrese de que no contenga trozos de piel o semillas.
• Sopas cremosas: Caldos de verduras bien licuados, sin grumos ni especias irritantes, son una fuente de hidratación y nutrientes esenciales.
• Batidos de frutas y verduras: La licuadora se convierte en un aliado indispensable. Combinaciones como plátano, mango y leche de almendras aportan energía y vitaminas. Es importante evitar ingredientes fibrosos o con textura áspera.

Tras las primeras 24 horas, la dieta puede ir ampliándose gradualmente, incorporando alimentos semiblandos que requieran una masticación mínima pero que ofrezcan una mayor variedad nutricional. Aquí algunas sugerencias:

• Plátano maduro: Su consistencia cremosa facilita su ingesta y proporciona potasio, un electrolito importante para la recuperación.
• Aguacate: Similar al plátano en su textura, el aguacate es rico en grasas saludables y nutrientes.
• Huevo poché: Cocido de forma suave, el huevo es una excelente fuente de proteínas. Evitar la yema dura.
• Pescado blanco al vapor: El pescado blanco, como la merluza o el lenguado, se desmenuza fácilmente y aporta proteínas de alta calidad.

Es fundamental evitar alimentos duros, crujientes, pegajosos o que requieran una masticación intensa. Esto incluye: pan tostado, galletas, carne dura, frutas con cáscara o semillas, verduras crudas, y alimentos que puedan alojarse en las heridas de la extracción. Las bebidas carbonatadas también deben evitarse, ya que la presión del gas puede interferir en la cicatrización.

Finalmente, recordar la importancia de una adecuada hidratación. Beber abundante agua, caldos o infusiones (tibias, nunca calientes) es crucial para la recuperación. Con el paso de los días, y según la evolución de la cicatrización, la dieta podrá ir ampliándose, siempre bajo la supervisión del odontólogo o cirujano maxilofacial. Su orientación es clave para garantizar una recuperación óptima y una transición suave hacia una alimentación normalizada.