¿Cómo puedo saber qué colorimetría soy?

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Descubre tu colorimetría ideal analizando tu tono de piel, cabello y ojos. Observa si tus rasgos son cálidos (amarillentos, dorados) o fríos (rosados, azulados). Experimenta con diferentes gamas de colores para identificar cuáles te favorecen y realzan tu belleza natural. ¡Encuentra tu paleta perfecta!
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Descifrando tu Código Cromático: Descubre tu Colorimetría Ideal

¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertas prendas te hacen lucir radiante y otras te apagan? La respuesta podría estar en tu colorimetría, la ciencia que estudia la armonía entre los colores y tu tono personal. Descubrir tu colorimetría ideal no es cuestión de moda pasajera; es encontrar la paleta de colores que resalte tu belleza natural, te haga sentir segura y proyecte la mejor versión de ti misma.

Olvida las tendencias efímeras y concéntrate en lo que realmente te favorece. Este viaje de autodescubrimiento comienza con un análisis cuidadoso de tus características físicas: piel, cabello y ojos. La clave está en identificar si tus rasgos son predominantemente cálidos o fríos.

¿Cálido o Frío? La Clave de tu Colorimetría:

La distinción entre tonos cálidos y fríos radica en los subtonos, esos matices sutiles que se manifiestan en tu piel, cabello y ojos.

Rasgos Cálidos (Amarillentos, dorados):

  • Piel: Presenta un subtono amarillento, dorado o ligeramente bronceado. A menudo se broncea fácilmente al sol. Las venas en la muñeca se ven verdosas.
  • Cabello: Tiene reflejos dorados, miel, auburn o rojizos. Puede ser castaño claro con reflejos dorados, rubio dorado o pelirrojo.
  • Ojos: Presentan tonos miel, ámbar, avellana, marrón oscuro o verde oliva.

Rasgos Fríos (Rosados, azulados):

  • Piel: Tiene un subtono rosado, azul o ligeramente beige. A menudo se quema fácilmente al sol. Las venas en la muñeca se ven azules o moradas.
  • Cabello: Presenta reflejos ceniza, plateados, negros azulados o castaños oscuros con reflejos fríos. Puede ser rubio ceniza, castaño oscuro o negro azabache.
  • Ojos: Presentan tonos azules, grises, verdes intensos o negros profundos.

Más allá de la teoría: La prueba práctica:

Una vez que hayas analizado tus rasgos, es hora de la experimentación. La mejor manera de determinar tu colorimetría es probando diferentes gamas de colores cerca de tu rostro.

  • Prueba con telas: Utiliza pañuelos o prendas de diferentes colores (rojos, azules, verdes, amarillos, etc.) cerca de tu rostro. Observa cómo cada color afecta tu tez. ¿Te hace lucir más radiante, o te opaca?
  • Fotos: Tómate fotos con diferentes colores. Comparar las imágenes te ayudará a identificar qué tonos te favorecen más.
  • Observa el contraste: Si tienes un tono de piel claro, es posible que te favorezcan colores más vibrantes. Si tu piel es más oscura, podrías lucir espectacular con tonos más profundos y ricos.

Tu paleta perfecta:

Una vez que hayas determinado si eres cálida o fría, podrás empezar a construir tu paleta de colores ideal. Recuerda que existen subcategorías dentro de cada tipo (por ejemplo, cálido-primavera, cálido-otoño, frío-verano, frío-invierno), lo que añade aún más matices a la elección de colores.

Conclusión:

Descubrir tu colorimetría es un proceso de autodescubrimiento que te permitirá potenciar tu belleza natural. Experimentar con diferentes colores y observar cómo te hacen sentir te guiará hacia tu paleta perfecta. Recuerda que se trata de encontrar la armonía entre los colores y tu tono personal, para lucir siempre radiante y segura de ti misma. ¡Anímate a explorar tu código cromático y a descubrir la mejor versión de ti!