¿Cómo quitar los pellejos de la piel quemada por el sol?

¡Ay, el sol y sus consecuencias! ¿Quién no ha pasado por eso? Recuerdo una vez, de jovencita, que fui a la playa y me confié. Pensé: “Un ratito no hace daño”. ¡Madre mía, qué error! Al día siguiente, parecía una gamba y la piel… ¡Horror! Empezó a pelarse. La verdad es que la tentación de tirar de esos pellejitos era ENORME, ¿verdad? ¿A quién no le pica la curiosidad?

Pero, ¡ojo! No lo hagas. En serio, por experiencia te digo que no vale la pena. Es lo peor que puedes hacer. ¿Por qué? Pues porque, aunque te parezca que esa piel ya no sirve para nada, en realidad, ¡sí! Está protegiendo la piel nueva que se está formando debajo. Si tiras de ella, puedes hacerte daño, dejar marcas e incluso infectarte. Uf, ¡qué mal rollo!

Entonces, ¿qué hacemos con esos pellejos tan molestos? Pues la clave está en ser muy, muy suave. Límpiate con agua fresquita y un jabón neutro, con mucho cariño, como si estuvieras mimando a un bebé. Y luego, lo más importante: ¡hidratación! A saco. Crema hidratante, aloe vera… lo que mejor te siente. A mí el aloe vera me va de maravilla, me calma un montón la piel.

Si la cosa se pone fea, con ampollas o un dolor que no se aguanta, ¡corre al médico! No te lo pienses dos veces. Más vale prevenir que curar, como dice el refrán. Y una cosa que a veces se nos olvida: ¡beber mucha agua! Desde dentro también hay que hidratar la piel.

En fin, que el sol es maravilloso, pero hay que tenerle respeto. ¡Protección solar siempre! Y si te pasas, ya sabes, paciencia, hidratación y mucho mimo a tu piel. ¡Que te recuperes pronto!