¿Cómo se cura el exceso de sudor?

Uf, el sudor… ¿quién no ha sufrido alguna vez esa incómoda sensación de humedad, ¿verdad? A mí me pasaba, y no te imaginas lo frustrante que era. Manchas en la ropa, manos pegajosas… ¡un desastre! Por eso, cuando empecé a buscar soluciones para el exceso de sudor, me topé con un montón de información, a veces demasiado técnica. Pero bueno, al final entendí lo básico.

Lo primero, parece ser, son los tratamientos que se aplican directamente sobre la piel, o sea, tópicos. Me suena a pomada, ¿no? Pues sí, algo así. Hay unos que se llaman anticolinérgicos, como el bromuro de glicopirronio… ¡menudo nombrecito! Recuerdo leer algo sobre que bloquean las señales que activan las glándulas sudoríparas. Y luego están los astringentes, o curtientes, que me imagino que “secan” la piel. Por ejemplo, el cloruro de aluminio, que he visto en algunas farmacias, el glutaraldehído y el ácido salicílico. De este último me suena que también se usa para los granitos, ¿o me equivoco?

Yo, personalmente, probé primero con el cloruro de aluminio. Una amiga me lo recomendó, decía que a ella le funcionaba de maravilla para las axilas. La verdad, al principio notaba un poco de irritación, pero bueno, nada insoportable. ¿Mejoró? Pues algo sí, no te voy a mentir. Pero no era la solución definitiva. Luego leí por ahí, no sé dónde, que a veces se combina con otros tratamientos, ¿sabes? Como si fuera un cóctel… En fin, todavía estoy en la búsqueda de la fórmula mágica. Supongo que cada persona es un mundo y lo que le funciona a uno a otro no. Si alguien tiene algún consejo… ¡que lo diga! Que yo ya estoy un poco desesperada.

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