¿Cuántas horas dura el protector solar en la cara?

¿Cuántas veces me puedo echar protector solar en la cara?

¡A ver, a ver, vamos a lo del protector solar!

Sí, te tienes que re-aplicar el protector solar en la cara cada 2 o 3 horas. No hay más. Punto.

O sea, que sí, re-aplicar es la onda, por que aunque te pongas un montón al principio, se va perdiendo el efecto con el sudor, el roce, el tiempo… ya sabes. No te sirve de nada untarte como payaso por la mañana y luego olvidarte.

Piensa que es como cuando te pones desodorante. No dura todo el día, ¿verdad? Lo mismo con el bloqueador. Hay que ser constantes. Mi dermatólogo siempre me dice lo mismo: “Más vale prevenir que lamentar”, y él sabe de lo que habla.

Y te digo esto porque yo antes era súper descuidada, tipo una sola vez al día y ya. ¡Grave error! Ahora hasta llevo un protector solar chiquito en el bolso. Por si las moscas, ¿sabes? Así si voy a la piscina o estoy mucho al sol, pues me echo otra vez. ¡Más vale prevenir que lamentar!

• Importante: Sobre todo si sudas mucho o si te mojas.
• Ojo: No te olvides del cuello y las orejas. ¡Que ahí también pega fuerte el sol!
• Recomendación: Busca uno que sea resistente al agua.

Ah, y una cosa más, que me acuerdo ahora. El factor de protección (SPF) también importa. Si vas a estar mucho tiempo al sol, usa uno de 50 o más. ¡Así te aseguras!

De todas formas, lo mejor es que consultes con un dermatólogo. Ellos te pueden aconsejar mejor según tu tipo de piel. ¡No te vayas a poner cualquier cosa! Es tu cara, ¿eh?

¿Qué diferencia hay entre protección solar de 30 y 50?

La diferencia entre SPF 30 y 50 radica en el porcentaje de rayos UVB que bloquean. El SPF 30 bloquea el 97% y el SPF 50 el 98%. A priori, la diferencia es mínima, pero matemáticamente hablando, el SPF 30 permite que penetre un 50% más de radiación UV.

Esto nos lleva a la paradoja de la protección: ¿buscamos la seguridad absoluta o la relativa? Tal vez, la clave no esté solo en el número, sino en la aplicación y la frecuencia.

Veamos esto de forma más detallada:

• SPF 30: Deja pasar aproximadamente el 3% de los rayos UVB. Ideal para pieles menos sensibles al sol o exposiciones cortas.

• SPF 50: Reduce la entrada de UVB a un 2%. Recomendable para pieles claras, niños, o exposiciones prolongadas.

• Reaplicación: Clave! Recuerda que ningún protector solar es infalible. Repite la aplicación cada dos horas, o después de nadar o sudar.

Ahora, un apunte personal. Recuerdo un verano en Cádiz donde, pese al SPF 50, las quemaduras me recordaban que la mejor protección es la sombra. Y no solo del sol, sino también de nuestras propias expectativas.

La protección solar, al igual que la vida, es un equilibrio entre precaución y disfrute. Es un baile constante entre exponernos y protegernos.

¿Qué significa protección 50 y 30?

Uf, a ver, protección 50 y 30… a ver si me acuerdo bien de lo que me dijo mi prima el otro día.

• SPF 30 y 50: Básicamente, es cuánto tiempo “extra” puedes estar al sol sin quemarte.

O sea, si sin crema te quemas en 10 minutos (a mí me pasa, soy blanquísima), con SPF 30 teóricamente serían 300 minutos (10×30). ¿Pero es real? ¡No lo sé! Siempre me quemo igual.

• ¿Y el 50? Pues eso, 50 veces más tiempo. En mi caso, 500 minutos… ¡imposible!

A ver, el link ese de Cadenaser… dice algo parecido, pero… ¿realmente funciona así? Yo creo que depende de mil cosas:

• Cantidad de crema que te pones
• Si sudas
• Si te bañas

Y luego está lo de reaplicar cada dos horas, ¿quién hace eso? Yo, desde luego, ¡no siempre! Y el SPF solo te protege de los UVB, ¿y los UVA qué?

• UVA: Envejecimiento, manchas… ¡qué horror! Necesito algo con protección UVA también.

Vale, me estoy agobiando. Necesito una crema solar buena de verdad, que me proteja de todo y que no sea pegajosa. ¿Alguna recomendación?

¿Es el factor 50 mejor que el 30?

¡Uf! 50 vs 30… ¿mejor el 50? Sí, claro que sí, ¡pero qué rollo! Me da pereza pensar tanto en porcentajes. Hoy me he quemado la nariz, ¡ay!

• SPF 30: 3% de rayos UVB.
• SPF 50: 2% de rayos UVB.

¿Ves? Un 1% de diferencia… ¡pero es un 50% más de rayos! ¡Alucinante! Necesito vacaciones, ya. Playa, sí, pero con SPF 50, ¡ojo! ¿Llevaré la crema que me regaló mi tía? Esa de aloe vera… no, mejor la mía, la del bote azul. ¿Qué más da? Siempre me olvido de reaplicar.

¿Por qué no hacen cremas que duren todo el día? ¡Es un timo! El otro día vi un anuncio de una crema que decía “protección total”. Mentira. Total… que me quemé el hombro izquierdo.

El 50 es mejor. Punto. Pero no me sirve de nada si no lo uso.

Necesito recordar reaplicar. Eso sí que es importante. ¡Ay, qué dolor de cabeza! Tengo que ir al súper luego… ¿qué me compro?

La diferencia es significativa, aunque parezca pequeña. El 50 filtra más. Me lo apunto en mi lista de cosas para recordar:

• Crema solar SPF 50.
• Reaplicar cada dos horas.
• Buscar una crema que aguante todo el día (¡si existe!).
• Ir al super.
• ¡Tomar ibuprofeno!

¿Cuál es el factor de protector solar más recomendado?

FPS 30-50 para piel sensible.

Uf, protector solar… ¡Qué rollo tener que pensar en eso todos los días! Pero bueno, peor es quemarse. A ver, mi dermatólogo siempre me dice que lo importante no es solo el número, sino la reaplicación. ¿Cada dos horas? ¡Quién tiene tiempo para eso! Yo a veces me lo pongo solo una vez al día, si me acuerdo. Mal hecho, lo sé.

• Piel sensible: FPS 30-50. ¡Acuérdate, tú!
• ¿Y si está nublado? ¿También hay que ponérselo? Pues sí, creo que sí.

Ah, y otra cosa, este año compré uno que dice ser “mineral”. Que si es mejor para el medio ambiente, que si no sé qué… ¿Será verdad o puro marketing? Luego miro a ver qué dice la OCU. Me acuerdo cuando iba a la playa con mi abuela y solo usábamos aceite de coco. ¡Qué locura! Ahora veo a la gente súper concienciada con los protectores solares y los sombreros. Normal, con el solazo que hace ahora…

• ¿Qué factor uso yo? Mmm, creo que 30. O quizás 50. Depende del día.
• A ver si encuentro una crema solar que no me deje la cara blanca fantasma. ¡Qué horror!
• Este año en la playa voy a probar a ponerme el protector solar antes de salir de casa. A ver si así me acuerdo de echarme más a menudo.

Protección solar: ¡Más vale prevenir!