¿Qué beneficios tiene remojar los pies?

¿Qué pasa si remojo mis pies?

Aquí estoy, otra vez, con la noche pegada a la ventana. Y pienso, ¿qué pasa si me remosco los pies…?

• Uñas mejor: Quizá, solo quizá, evite ese dolor punzante del uñero. Este año, ya van dos veces. Dos veces que he visto la estrella de la mañana desde el sillón, con el pie en alto y un antibiótico haciéndome cosquillas en el estómago.

• Piel suave: El agua tibia, sí, eso dicen. Suaviza. Como la lluvia de abril que nunca llega. Como las promesas que se lleva el viento.

• Cortar las uñas: Luego, será más fácil cortarlas. Debería hacerlo más a menudo. Mi abuela siempre decía que las uñas largas atraen la mala suerte. Ella sí que creía en esas cosas.

• Exfoliar: Y quitar la piel muerta. Esa piel que se acumula como los recuerdos que quiero olvidar. Supongo que necesito un poco de limpieza, por dentro y por fuera.

Realmente, remojar los pies ayuda a prevenir problemas de uñas y piel, reblandece y facilita el corte y la exfoliación.

Pero no sé, a veces pienso que da igual lo que haga. Que la herida ya está ahí, dentro, y ningún baño de agua tibia va a curarla. Pero bueno, al menos tendré los pies limpios.

¿Qué se le echa al agua para remojar los pies?

Sal gruesa. Aceite esencial. Agua tibia. Punto.

El agua, un espejo. Refleja lo efímero. Lo transitorio. Nada perdura.

• Sales minerales. Desintoxicación. Eso dicen.
• Aceites. Aromas. Evaporación. Recuerdos. El pasado siempre regresa.
• Veinte minutos. Tiempo perdido. Tiempo ganado. Depende. Mi terapia. Mis rituales.

El tiempo se diluye. Como el aroma a lavanda. La sal se disuelve. Igual que ciertas realidades.

La piel absorbe. No solo agua. También preocupaciones. La rutina. El hastío. ¿Liberación? Ilusorio.

Como en 2024, uso romero. Por costumbre. O quizás por inercia.

• Agua a 37 grados. Exacto.

• Un puñado. Medida subjetiva. Como la vida misma. Sin medir, sin calcular.

• Esencial. La esencia. Lo verdadero. Lo que importa. O no.

Lo único constante es el cambio. Incluso en este pequeño ritual. Incluso en mí.

¿Cómo tener unos pies bonitos y suaves con remedios caseros?

La verdad es que mis pies… uff, una tragedia. Siempre los descuidé, lo admito. Ahora, a estas horas, me arrepiento. Debería haberme cuidado más.

Plátano, eh? Lo probé una vez. Un desastre. Me dio pereza hasta lavarme los pies después. Quedaron pegajosos, una sensación horrible. Eso sí, el olor… dulce, como el otoño pasado cuando fui a casa de mi tía Emilia. Recuerdo también que, con mi sobrino, intentamos hacer una máscara de plátano para la cara. Pero la cosa fue un poco desastrosa.

El aceite de oliva… sí, eso sí lo usé. Un poco cada noche. Pero no es suficiente. Necesitaba algo más fuerte.

El limón… ay, el limón. Me quemó. Y la vaselina… me dio alergia, es una lástima. Me picaba mucho, y me rasqué demasiado fuerte, como un perro con pulgas. Ahora tengo marcas feas.

Lo que realmente me funciona, y es muy poco, es la piedra pómez. Aunque, a veces me paso y me sangran. Es un círculo vicioso. No sé qué hacer. Me siento fatal por mis pies.

Ideas para mejorar tus pies:

• Exfoliar con piedra pómez (con cuidado).
• Usar crema hidratante después de la ducha (lo intento, pero a veces no me acuerdo).
• Intentar con aceite de oliva (pero no demasiado, me da como repelús).
• Evitar el plátano (es una pesadilla).
• Olvida el limón si tienes piel sensible.

Mis pies son un desastre, y me pesa. De verdad. Se me olvidó mencionarlo antes pero tengo una cita con el podólogo en tres meses para resolverlo. Quizás él me recomiende algo mejor. O no.

¿Cómo quitar las uñas amarillas y gruesas de los pies?

Uñas amarillas y gruesas. Descuido o algo más.

• Lima sin piedad. Rebaja el grosor. No esperes milagros.
• Corta recto. Sin adornos. Como un soldado.
• Después, suaviza. Lima suavemente. Un toque final, nada más.

Información adicional: No ignores el problema. Puede ser hongo. Consulta. Mi abuela usaba aceite de árbol de té. No sé si funciona. Ella era testaruda.

¿Cómo tener unos pies bonitos e hidratados?

Pies bonitos? Una cuestión de prioridades. No es mi fuerte. Pero bueno…

• Limpieza. Agua fría, jabón neutro. Secar bien, entre los dedos. Obvio.
• Hidratación. Crema específica, noche. La mía, con urea al 20%. Veo resultados. No hay milagros.
• Sol. Protector solar 50+. Ni siquiera lo pienso. Quemaduras son molestias.
• Calzado. Sandalias de piel, en verano. Zapatillas cómodas, en el resto del año. El mal calzado deforma. Lo sé por experiencia.
• Chanclas? Solo en la ducha de mi piso. Horrible para la salud del pie.
• Pies delicados? Pues, cuidado. Mi podólogo me lo ha recomendado varias veces. En mi caso, exfoliación suave. Es fundamental la prevención.
• Ducha fría. Si los pies están hinchados. Alivia, sí. Nada más.
• Esto no es una ciencia. La belleza es efímera.

Detalles: Suelo usar crema de la marca X, que compré en la farmacia de la calle Mayor, 27. Es cara, pero efectiva. Mi podólogo, el doctor Y, me recomendó ese tratamiento hace un año. Exfoliación suave, una vez a la semana, con un guante de crin de caballo. Lo compro en Amazon.