¿Cómo se clasifica la materia según su origen?

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La materia se clasifica por su origen en:

  • Materiales naturales: Directamente obtenidos del medio ambiente (ej: granito).
  • Materiales artificiales: Resultan de procesos de fabricación (ej: acero).

Clasificación simple y clara.

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¿Cómo se clasifican las sustancias por su origen?

¡A ver si lo entiendo bien! Me estás preguntando sobre la clasificación de los materiales según su origen, ¿verdad?

¡Pues mira, a mi parecer, es bastante sencillo! Podemos agrupar los materiales en dos grandes categorías: los naturales y los artificiales. Los naturales son esos que encontramos tal cual en la naturaleza.

Un ejemplo clarísimo: el granito. Me acuerdo que cuando fui a las sierras de Córdoba, en Argentina, en marzo de 2015, ¡estaba plagado de granito por todos lados! Es una roca que simplemente está ahí, formada por procesos geológicos.

Ahora, los materiales artificiales, ¡son otra cosa! Estos son producto de la mano del hombre, resultado de procesos de fabricación.

Piensa, por ejemplo, en el acero. ¡Imposible encontrar una barra de acero tirada por ahí! Necesitas fundir minerales, alearlos, un proceso industrial complejo. Recuerdo haber visto una fábrica de acero camino a Campana en 2010. ¡Qué cosa impresionante! ¡Las máquinas, el calor! ¡Un proceso de transformación total!

¿Cómo es la clasificación según su origen?

A ver, a ver, me pediste que te explique cómo se clasifican las cosas según de dónde vienen, ¿no? Bueno, pues es bastante sencillo, aunque a veces me hago un lío, la verdad.

La clasificación principal es por origen: animal, vegetal o mineral. ¡Facilito!

  • Animal: Todo lo que sale de un animal, ya sea directamente (como la lana de las ovejas, que mi abuela usaba para tejer unos jerseys que picaban un montón!) o indirectamente (como la piel, el cuero para chaquetas o bolsos y obviamente la leche, la carne y los huevos que nos comemos). Ah, y el hueso también, que se usa para hacer botones, creo.

  • Vegetal: Aquí entran las plantas, árboles y todo lo que crece. La madera para hacer mis muebles del salón, o los tejidos como el lino y el algodón para la ropa de verano. De hecho, el otro día vi una falda de lino preciosa…¡me la tengo que comprar!

  • Mineral: Esto ya es más rollo geología, pero básicamente son cosas que se extraen de la tierra, como el hierro, la plata, el cobre… Se usan un montón en la industria metalúrgica, para hacer coches, herramientas, cables… mi tío trabaja en una fábrica que usa mucho el cobre, ¡y siempre huele raro cuando le veo!

Y dentro de los minerales, hay dos tipos principales, si te quieres poner más técnico:

  • Metálicos: Hierro, plata, cobre, aluminio… básicamente metales que brillan y conducen la electricidad.
  • No Metálicos: Azufre, sal, arena… cosas que no brillan tanto y no conducen la electricidad igual de bien.

¡Y ya está! Esa es la clasificación según el origen. Bueno, hay otras clasificaciones, pero esa es la más básica. ¡Espero que te haya servido!

¿Cuáles son los tipos de materias?

Oye, ¿sabes? Me preguntaste por las materias, ¿no? ¡Pues va a ser que sí! Hay un montón, ¡mira!

  • Elementos: Son lo más básico, ¿vale? Como el hidrógeno, el oxígeno… ¡cosas así! Recuerdo que en química, ¡qué rollo!, el hidrógeno era el H, ¿te acuerdas? Ya ves, ¡qué básico!

  • Compuestos: Esto ya es mezclar cosas, ¡una locura! Agua, por ejemplo, H2O, ¡dos hidrógenos y un oxígeno! Es como una receta, ¿entiendes?

  • Mezclas homogéneas: Como el aire, ¡no ves las partes! Es todo uniforme, ¡como una buena paella! Bueno, a veces… depende del cocinero, jeje.

  • Mezclas heterogéneas: Aquí sí que se nota, ¿eh? Como la arena y el agua, se ven las partes diferentes. Un ensalada, por ejemplo ¡un lío!

  • Coloides: ¡Esto es más complicado! Como la leche, ¡tiene cosas super chiquititas suspendidas! Un colega me explicó esto hace poco y la verdad es que me lió un poco.

  • Suspensiones: Similar a los coloides, pero las partículas son más grandes, ¿sabes? Como el agua con barro. ¡Un asco! Aunque me gusta el barro para hacer figuras, ¡eh!

Y por último… ¡las emulsiones! Como la mayonesa, ¡aceite y agua mezclados! ¡Magia! Si se separan… ya no es mayonesa, chaval. Es un desastre.

Los estados de la materia, ¡ah! Son siete, creo, o siete y medio, ¡qué lío!

  • Sólido
  • Líquido
  • Gaseoso
  • Plasma
  • Condensado de Bose-Einstein
  • Condensado fermiónico
  • Materia degenerada (¡la más rara!)

Es que esto de la física y la química… ¡ufff! Mi hermano, el que estudia ingeniería, el tío es un crack. Este año me ha ayudado con el examen de química. ¡Casi apruebo! Casi.

Eso sí, me acuerdo que en 2024, en mi clase de física, hicimos unos experimentos con nitrógeno líquido ¡fue increíble! ¡Casi me congelo un dedo! Menos mal que solo se quedó un poco morado. La profesora, doña Elena, ¡es un poco rara, eh! Pero enseña bien, si te fijas.

¿Cuáles son los tipos de materia que existen?

Materia, la omnipresente. Existiendo.

La materia, el lienzo del universo, se despliega ante nosotros en una danza interminable, un baile cósmico de formas y energías. Se clasifica, se define, se intenta atrapar entre las redes del lenguaje…

Materia…

  • Viva: Ese latido, esa respiración. ¿Pero qué es la vida? ¿El aliento que insufla forma o la forma que contiene el aliento? Lo vivo, lo que hoy pulsa, mañana será recuerdo, polvo de estrellas.

  • Inanimada: Rocas, arena, metal. Silencio mineral. ¿Pero acaso no tiembla la tierra con su propia memoria? ¿No guarda cada piedra el eco de eras pasadas? La inanimada… ¿tan inerte?

  • Orgánica: La huella del sol en la hoja, la promesa de la fruta madura. El ciclo eterno, la descomposición y el renacer. La materia orgánica, el sabor a tierra mojada, el aroma de la vida que se descompone para volver a ser. Un olor a casa, recuerdos de la infancia.

  • Inorgánica: Sales, minerales, estructuras cristalinas. La pureza del cuarzo, el brillo del diamante. Lo inorgánico, la base, el cimiento, el esqueleto del mundo, y si el esqueleto tiene vida propia?

  • Simple: Elementos, la tabla periódica, ladrillos fundamentales. Hidrógeno, oxígeno, el abecedario del universo. De donde salieron estos ladrillos?

  • Compuesta: Moléculas, combinaciones, la complejidad emergente. Agua, sal, azúcar. Uniones que forman tejidos, que crean mundos, que dan lugar a la sinfonía de la existencia. ¿Y si esas combinaciones tienen consciencia?

La materia, un misterio perpetuo. Existiendo.

¿Cómo se divide la materia?

¡Ay, Dios mío, qué calor hacía aquel 24 de Julio en Sevilla! El asfalto parecía derretirse bajo mis pies. Estaba en la facultad, apuntando en mi libreta, desesperada con la clase de química.

La profesora, una mujer seca con gafas enormes, hablaba de la materia. ¡Qué rollo! Pensaba en mi helado de turrón que esperaba en la mochila, se me hacía una eternidad. Masas, moléculas, átomos… ¡qué lío! Me quedé pensando en el helado, en lo frío que estaría, en contraste con el sofoco…

Recordé lo que explicó:

  • Masas: cualquier porción de materia que percibimos. Como… la enorme cantidad de arena de la playa de El Rompido, por ejemplo, que visitamos en familia en 2024. ¡Qué arena tan fina!
  • Moléculas: la parte más pequeña que podemos dividir sin que cambie. Si se divide más… ya no es lo mismo.
  • Átomos: Ya es mucho más pequeño, ¡un mundo microscópico! No lo entiendo muy bien.

Ese día me sentía agobiada, la química no era lo mío. Y sí, sé que mi resumen no es el mejor, pero era la única manera de que pudiera concentrarme. No paraba de pensar en el turrón, ese helado tan bueno… Ya en casa, comí ese helado tan apetecible y me sentí un poco mejor, aunque no entendía bien la materia. La química… me desquicia! Necesito repasar esto otra vez. La profesora dijo que era clave, ¡ay!

Además:

  • La profesora mencionó los estados de agregación. Eso sí que lo entendí mejor: sólido, líquido y gaseoso.
  • También habló de las propiedades de la materia, pero la verdad es que ese día estaba demasiado distraída.
  • Intentaré repasar mañana para aprobar el examen. ¡Ojalá!

¿Qué tipos de materia hay?

La materia, ese susurro constante, se desdobla en formas.

Sustancias puras, como ecos de una sola voz: elementos, el oxígeno que respiro al amanecer en el monte Abantos, cada átomo un universo propio. Y compuestos, la danza del agua que refleja el cielo de Madrid. Dos mundos, unidos, distintos, pero siempre agua. Siempre materia.

Luego, las mezclas:

  • Homogéneas: Como el aire que llena mis pulmones, invisible, uniforme. Presente, como el recuerdo de las noches de verano.
  • Heterogéneas: ¡Una ensalada! Caos organizado, texturas que explotan en la boca, colores que gritan ¡vida!

Y el plasma. Ese cuarto estado, como un sueño febril, diferente a todo.

Materia. A veces se me antoja que todo lo que vemos, tocamos, somos, es una vibración, un eco fugaz en la inmensidad. No sé. Siento que los atardeceres en la playa, las conversaciones con mi abuela, las gotas de lluvia sobre mi ventana, todo se reduce a esta misteriosa danza de la materia.

¿Qué es la materia y 10 ejemplos?

¡Ah, la materia! Esa cosa que ocupa espacio y nos impide levitar (todavía). Es como la receta secreta del universo, pero con menos gluten.

La materia es todo aquello que tiene masa y ocupa un volumen. ¡Sorpresa! Incluye hasta ese calcetín perdido bajo la cama.

Aquí va mi top 10, como si fuera un DJ pinchando ejemplos cósmicos:

  • El aire que respiramos: ¡Gratis! (Por ahora). Sin él, tendríamos que empezar a coleccionar máscaras de oxígeno vintage.
  • El agua del grifo: H₂O, la bebida oficial de los seres vivos y de los fontaneros.
  • Un ladrillo: Ideal para construir imperios o, simplemente, una barbacoa.
  • El oro de tu anillo: Ojalá fuera mío. Es brillante y, según mi abuela, atrae la buena suerte (y a los ladrones).
  • El plástico de tu móvil: El culpable de que mi dedo pulgar tenga tendinitis.
  • La madera de tu mesa: ¡Atención, termitas!
  • El acero de un rascacielos: La prueba de que podemos desafiar la gravedad… hasta que tiembla.
  • El vidrio de una ventana: Para ver el mundo pasar sin tener que socializar.
  • El papel de un libro: El mejor amigo de un intelectual y el peor enemigo de un árbol.
  • Tu café de la mañana: Porque la vida es demasiado corta para beber café descafeinado.

¿Y de qué está hecha la materia? Pues de átomos, esos pequeños Lego del universo. Dentro, neutrones, protones y electrones bailan un tango subatómico. ¡Incluso hay partículas más raras como los quarks! Suena a personaje de Star Wars, lo sé. Cada átomo es un elemento diferente, como el hidrógeno, el carbono o el plomo (¡ojo con el plomo!).

Aparte de su masa y volumen, la materia contiene energía. Imagina la energía que se necesita para mantener a mi gato en constante estado de “necesito comida”. Es como una batería universal, pero más caprichosa.

Una reflexión al margen: Si todo es materia, ¿de qué está hecho el humor? ¿Será una forma de energía condensada en chistes malos? 🤔

¿Cuál es la clasificación de las propiedades de la materia?

¡Ey, colega! Te cuento lo de las propiedades de la materia, que es un rollo pero bueno… Se dividen en dos grandes grupos: extensivas e intensivas. Ya está, eso es lo básico, ¿no?

Las extensivas, como su nombre lo dice, dependen de la cantidad que tengas. Piensa en la masa de un coche, es muchísima más que la de mi bici, ¿ves? O el volumen, llenas una botella de litro y otra de medio, es obvio. Fácil, ¿verdad?

Las intensivas, al revés, da igual cuánto tengas, la cosa es la misma. La densidad del agua, por ejemplo, siempre es la misma, aunque tengas un vaso o una piscina, ¡siempre es la misma densidad! Lo mismo pasa con el punto de fusión del hielo, siempre se derrite a 0 grados, ¿o no? El color también, el oro es dorado, da igual la pepita que tengas. ¡Increíble!

Pero espera, que hay más, ¡hay más! También están las propiedades físicas. Estas las ves sin tocar nada. Como el color, brillantez, dureza… Mi perrita Luna tiene un pelaje muy suave, ¡es una propiedad física!

Luego están las propiedades químicas, estas son más complicadas… Solo las ves cuando alteras la sustancia, cuando la cambias. Cuando algo se quema, se oxida… ¡pum!, propiedad química. A mi gato le gusta dormir en cajas de cartón, no me preguntes por qué, ¡son cosas de gatos!

Y por último, las propiedades organolépticas… ¡Estas son las que percibes con tus sentidos! El olor, el sabor, la textura… El café de mi abuela huele genial, ¡y sabe aún mejor! También se refiere a cosas como la textura. Mi almohada es súper suave, ¡me encanta!

Resumen rapidísimo para que no te pierdas:

  • Extensivas: Dependen de la cantidad (masa, volumen)
  • Intensivas: Independientes de la cantidad (densidad, punto de fusión, color)
  • Físicas: Observables sin cambiar la composición (color, dureza, brillo)
  • Químicas: Observables al cambiar la composición (oxidación, combustión)
  • Organolépticas: Percibidas por los sentidos (olor, sabor, textura).

Ah, y esto lo aprendí en 2024, claro que sí, que ya estoy algo mayor. ¡Ya está! ¡Espero que te sirva! Un abrazo.

¿Cómo se clasifican los elementos en la materia?

La materia se organiza elementalmente en metales, no metales y metaloides, categorías basadas en propiedades físicas y químicas. Esta clasificación, aunque útil, es una simplificación elegante de una realidad mucho más compleja y rica.

  • Metales: Conductores térmicos y eléctricos, dúctiles y maleables, tienden a ceder electrones. Su brillo característico y resistencia los hacen esenciales en la industria. Me recuerda a las catedrales góticas, donde la luz se transforma a través del metal en pura experiencia estética.

  • No metales: Aislantes (generalmente), pueden ganar electrones. Varían desde gases nobles incoloros hasta sólidos como el carbono. Un universo en sí mismos.

  • Metaloides: Exhiben propiedades intermedias. Su comportamiento depende de las condiciones. Son la “zona gris” de la tabla periódica y su sensibilidad los hace vitales en la electrónica.

La periodicidad de las propiedades es un concepto clave. Los elementos en un mismo grupo (columna) comparten características debido a su configuración electrónica. Los del grupo 1 (metales alcalinos) son altamente reactivos, mientras que los del grupo 18 (gases nobles) son increíblemente inertes. Este patrón es una danza cósmica orquestada por las leyes de la física.

¿Alguna vez te has preguntado por qué el oro es tan apreciado? Más allá de su rareza, su inercia química (no se oxida fácilmente) y su brillo inherente lo convierten en un símbolo de estatus y belleza que trasciende culturas. ¡Es fascinante!

¿Cuáles son las 4 fases de la materia?

A ver, fases de la materia… ¡qué rollo! Pero vale, a ver si me acuerdo.

  • Sólido: Como mi mesa, dura. ¿O no? Depende de la mesa, claro.
  • Líquido: Agua, zumo de naranja… Mi favorito, por cierto, ¿debería comprar más?
  • Gaseoso: El aire que respiro, el humo del coche de mi vecino (¡qué peste!).
  • Plasma: ¡Este siempre me lía! ¿Es el sol? ¿Las teles viejas? Creo que sí.

¡Ya está! Cuatro. ¿Era tan difícil? Mmm, creo que sí. Por cierto, ¡qué hambre! Debería comer algo. ¿Qué hora es?

Ah, y el condensado de Bose-Einstein… ¿Eso cuenta? Suena a peli de ciencia ficción. Igual no es de “las cuatro fases básicas”. ¿Básicas? ¿Qué es básico? ¡Uf, demasiadas preguntas!

  • Quizá debería buscar un resumen en internet, o algo.
  • Igual le pregunto a mi primo, el listo.
  • ¡O a la IA! ¡Buena idea!

[Información adicional] El plasma es un gas ionizado, o sea, un gas con partículas cargadas. El condensado de Bose-Einstein es un estado que se alcanza a temperaturas muy cercanas al cero absoluto. ¡Qué frío!

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