¿Cómo se le llama a la resistencia que oponen los materiales a ser quebrados o deformados al aplicarles una fuerza?

¿Cómo se le llama a eso, a esa terquedad de las cosas a no romperse, a no ceder? Me intriga. ¿Será que sienten, como nosotros, el miedo a deshacerse? Pienso, por ejemplo, en la madera de aquel viejo roble en el jardín de mi abuela. Años y años soportando tormentas, nevadas… ¡qué fuerza! Esa resistencia a quebrarse, a deformarse con la fuerza del viento, eso es la tenacidad. Es como… ¿cómo explicarlo? Es la capacidad de doblarse, de ceder un poco, ¡pero sin romperse! Recuerdo intentar partir una rama de ese roble para hacer una honda, ¡imposible! Se doblaba, se retorcía, pero no se rompía. Eso, precisamente eso.

No es lo mismo que la dureza, ¿eh? Que a veces uno se confunde. La dureza es otra cosa, es como lo resistente que es algo a que lo rayen. Como el diamante, que es durísimo, pero ¿tenaz? No tanto. He visto documentales donde los rompen de un golpe seco, ¡increíble! Tan duro y tan frágil a la vez… La fragilidad, claro, es lo contrario a la tenacidad. Es esa tendencia a romperse en mil pedazos sin avisar, sin deformarse ni un poquito. Como el cristal de una copa de vino que se te resbala de la mano… ¡Plaf! Recuerdo una vez que se me cayó una copa así, en una cena especial… qué desastre. En un segundo, hecha añicos. ¿Te ha pasado? Seguro que sí. Es que la vida misma, ¿no? A veces somos como ese roble, fuertes y tenaces, y otras… bueno, ya me entiendes. Fragilidad pura. Y dicen por ahí, que no sé dónde lo leí, que el acero, por ejemplo, es super tenaz. Aguanta muchísima deformación antes de romperse. Algo así como un 80% de deformación antes de ceder… impresionante, ¿verdad?

#Dureza #Resistencia #Tenacidad