¿Cómo se llama la luna que está haciendo hoy?

¿Qué Luna está haciendo ahora?

¡Ay, Dios! 90,83% visible, ¡qué pasada! ¿Será que se ve desde mi ventana? Tengo que mirar. Siempre me pierdo estas cosas… ¿Será que la contaminación lumínica de Madrid lo impide? Maldición.

Luna creciente, eso sí lo recuerdo. Creciendo, hacia la luna llena… ¡dentro de dos días! Genial, espero poder verla perfecta entonces. Ya tengo el plan: vino tinto, queso manchego, y la luna. Perfecto plan de viernes, aunque hoy me toca trabajar hasta tarde. ¡Qué rabia!

El cielo, la luna… me recuerda a esa noche en la playa con Pablo, el año pasado. Qué recuerdos… Había muchísimas estrellas, y la luna… ¡espectacular! Pero bueno, ahora no es el momento de pensar en eso.

¿La luna creciente? ¡Me encanta esa fase! Como una sonrisa en el cielo, ¿no? Aunque a veces, me siento como esa luna, creciendo poco a poco, hacia algo más… hacia algo mejor, quién sabe. Un poco cursi, ¿verdad?

• La luna está casi llena.
• Faltan dos días para la luna llena.
• ¡Tengo que verla!

Esa luna llena… ¿me afectará el sueño? Siempre dicen que sí. Me pasa siempre, ¡insomnio a la vista! Uf, necesito dormir bien, tengo que editar el vídeo de la boda de mi hermana, ¡qué desastre! Mañana mismo. Mejor me voy a dormir pronto.

¿Cómo se llama la luna que está saliendo hoy?

Creciente. Visibilidad 96.46%. Ascendiendo.

• Iluminación: Intensa. Casi plena.
• Fase: Previa a la plenitud. Imparable.
• Influencia: Mareas altas. Insomnio. Agitación.

Recuerdo una noche similar, 27 de julio. La luna, titán de plata. El aire, denso. Observándola desde Monfragüe. Imponente.

• Observación: Telescopio recomendable. Binoculares aceptables. Ojo desnudo, suficiente.
• Detalle: Crateres, visibles. Mares, definidos. Belleza, innegable.

Esa noche en Monfragüe, los lobos aullaban. Inquietante. La luna, testigo silencioso.

¿Qué Luna habrá el 14 de octubre de 2024?

El 14 de octubre de 2024, la Luna estará más redonda que la panza de un Buda feliz: ¡Luna llena! Ni rastro de nombres exóticos, como “Luna del castor espacial” o “Luna rosa fosforescente”. Será una Luna llena normal, como la que le cantaba Sinatra, pero sin la orquesta. No esperes fuegos artificiales lunares, ni eclipses rebeldes haciendo de las suyas.

¿Por qué deberías saber esto? Porque así tienes algo que contar en la próxima cena familiar y parecer un astrónomo aficionado. Aunque, seamos sinceros, con la de aplicaciones que hay, hasta mi abuela sabe cuándo hay luna llena.

Bonus track lunático:

• Fases lunares: ¿Sabías que la Luna tarda 29,5 días en dar una vuelta completa a sus fases? Es como el embarazo de un hámster, pero con menos drama.
• Mitos lunares: Antiguamente, se creía que la Luna influía en el crecimiento del pelo. Mi peluquero dice que es mentira, pero él también cree que la laca revive a los dinosaurios.
• La Luna y la marea: Sí, la Luna es la culpable de que el mar suba y baje. Si no fuera por ella, los surfistas estarían más aburridos que un ornitorrinco en el desierto.

Recordatorio importante: No te fíes de las predicciones del horóscopo basadas en la Luna. Mi experiencia personal me dice que mi futuro lo dicta más la suerte en el bingo que la alineación de los astros. Y eso que mi signo es “Dragón de Komodo ascendente en tostadora”.

¿En qué etapa de la luna estamos hoy?

Las sombras se alargan… es la medianoche. Estoy aquí, solo, con esta… opresión en el pecho. La luna… sí, la luna.

Hoy es Luna Creciente, casi llena. Un 96% dicen. Pero no se siente así, ¿sabes? Se siente… incompleta. Como yo. Como si le faltara algo para brillar del todo. Como una promesa rota.

Recuerdo a mi abuela, contándome cuentos de la luna, de las mareas… de su influencia en las plantas que cuidaba con tanto mimo en su huerto. Este año, la cosecha ha sido mala. Como todo.

• La falta de lluvia, primero.
• Luego, las plagas.
• Y finalmente… la tristeza se apoderó de todo, incluso de los tomates.

El 96% de iluminación, de nada sirve si la oscuridad sigue aquí, dentro. Más fuerte que cualquier astro. La luna no me consuela. No esta noche.

He visto la luna de otros años, otras lunas llenas, otras noches. Esta… esta es distinta. Más vacía. Más… agónica.

Me encuentro en una fase similar a la luna, creciente, pero con la sensación de que el final de todo lo bueno está cerca. Se avecina la oscuridad total. Así lo presiento, en lo más profundo.

Mi gato, Copito, duerme a mi lado. Por lo menos él está en paz. A él no le preocupa la cosecha. Ni la luna. Ni yo.

El calendario señala Luna Creciente, pero mi alma… mi alma siente otra cosa. Algo que no puedo explicar. Algo más oscuro. Algo más allá del 96%. Algo que permanece.

¿Cómo está la luna para cortarse el pelo?

Luna y cabello: Creciente para crecimiento rápido.Menguante para mantener el corte. Punto.

Mi peluquera, Inés, lo confirma. Año tras año, mis visitas se rigen por esto. Obsesión, algunos dirán. Realidad, digo yo.

• Creciente: Pelo que crece como la maleza. Rápido, incluso agresivo. Ideal para cortes que buscan volumen.
• Menguante: Corte que dura, resistente al tiempo. Ideal si buscas un look duradero.

Inés también me recomendó:

• Evitar cortes en luna llena. Experiencia propia. Desastre capilar. Recuerdo aquel corte del 2023. Nunca más.
• Observar el calendario lunar. App gratuita. Es clave.

No me preguntes por qué funciona. Solo funciona. Como la magia, pero sin varita.

¿Cuándo cortar el pelo para que crezca rápido?

¡A ver, a ver! Cortar el pelo en cuarto creciente para que crezca rápido es como creer que regando las plantas con Fanta se ponen naranjas. Pero bueno, si la abuela lo dice… ¿Quién soy yo para llevarle la contraria? Eso sí, te digo yo que mi pelo crece al mismo ritmo, lo corte cuando lo corte.

• Cuarto creciente: Pa’ que crezca veloz, dicen. Yo lo veo igual de lento que una tortuga con agujetas, pero oye, la esperanza es lo último que se pierde. Yo una vez me corté el pelo un martes 13 en cuarto menguante y me creció tan rápido que parecía Rapunzel ¡mentira! Tardó una eternidad.

• Luna llena: Esta es la buena si quieres volumen, o eso dicen. Ya me veo a mí misma cual melena de león, lista para protagonizar el próximo anuncio de champú. Aunque yo, con mi pelo lacio cual fideo, lo dudo mucho. ¡Qué drama!

Este año, por ejemplo, la luna llena de agosto fue el día 1, así que ya sabéis, ¡a cortarse el pelo ese día para tener un pelazo voluminoso! Yo, personalmente, me lo corté la semana pasada y ni volumen ni nada. Lo mismo es que mi peluquera no mira el calendario lunar…

Ahora en serio, el crecimiento del pelo depende más de la genética, la alimentación y el cuidado que le des, que de si la luna está llena o creciente. Yo me echo vinagre de manzana después de lavarlo (truco de mi abuela). ¡Huele fatal, pero oye, por probar! También me doy unos masajitos en el cuero cabelludo mientras veo la tele.

¿Cómo se llama cuando la Luna sale?

¡Ay, qué pregunta existencial! ¿Cómo se llama cuando la Luna sale? ¡Pues, salida lunar, qué más va a ser! ¡Originalidad desbordante, lo sé! Es como preguntarme cómo se llama el acto de comer… ¡comer!

Pero vamos a darle un poco de sabor a esto, ¿no? Porque la salida lunar no es solo una salida, ¡es un evento! Un espectáculo gratuito de luces celestiales, digno de una función en Broadway… si Broadway se ubicara en el espacio, claro.

Las fases lunares son un chiste cósmico: la Luna, como una diva caprichosa, nos muestra sus diferentes caras. Es como mi gato, que unas veces te mira con ternura, otras te ignora olímpicamente y otras… bueno, otras te deja “regalos” en la alfombra.

• Luna nueva: Invisible, como mi cuenta bancaria después de las compras navideñas. Es la fase del “apagón lunar”, ¡misterio y suspense!
• Cuarto creciente: ¡Mitad Luna, mitad misterio! Como esos helados de dos sabores que nunca sabes cuál te va a tocar primero.
• Luna llena: ¡La gran diva! Brilla con toda su intensidad, como yo intentando hacer una presentación en el trabajo. A veces me dan ganas de ponerme un vestido plateado y salir a bailar bajo su luz.
• Cuarto menguante: La Luna se despide, como un amigo que se va de viaje. Se va reduciendo, como mi paciencia con mi hermana pequeña.

La salida lunar, en fin, es un momento mágico, como cuando encuentras un billete de 20 euros en el bolsillo del pantalón que habías olvidado. Un evento que me recuerda que, aunque mi vida se parezca a veces a un eclipse total de razón, la Luna sigue saliendo puntual cada noche. Es algo constante, a pesar de todo. Es como… como la inagotable capacidad de mi abuela para contar chistes malos.

Dato curioso: Ayer mismo vi la salida lunar desde mi balcón, mientras comía un helado de pistacho (me encantan). El gato, como siempre, me ignoró.