¿Cuál es el mineral más importante del mundo?

¿Cuál es el mineral más famoso?

¡Uy, qué pregunta! El mineral más famoso, ¿eh? Pues mira, el diamante, sin duda. ¡Es que brilla un montón! Lo ves por todas partes, en anillos, pendientes… ¡hasta en los dientes de mi prima, que se puso unos implantes carísimos! Es super resistente, ¿sabes? Una pasada. Eso sí, que te cueste una pasta no significa que sea el mejor mineral, solo el más famoso. Es que, bueno… ya sabes, marketing.

Es transparente, o eso creo, la mayoría. Aunque algunos tienen colores raros, ¡violeta, azul, incluso rojo! ¡Increíble! Su dureza… ¡es brutal! ¡Es el mineral más duro que hay! Y eso lo hace perfecto para esas joyas que tanto gustan a las mujeres, aunque yo prefiero relojes. Los diamantes son una inversión, dicen… y yo lo dudo, eh, pero bueno.

Te cuento, mi hermano, el que estudia geología, me contó un montón de cosas. Sobre todo me explicó sus propiedades físicas, que son una locura. Como que su estructura cristalina es súper fuerte. ¡De ahí su dureza! Eso y su brillo, claro. ¡Qué cosas, eh!

• Dureza extrema. Es el material natural más duro que existe.
• Brillo excepcional. Su transparencia e índice de refracción le dan ese brillo característico.
• Estructura cristalina. Una red atómica muy compacta, la clave de su resistencia.
• Raridad. Aunque se encuentran en varios sitios del mundo, seguir siendo escasos influye en su precio.

Este año he visto diamantes preciosos en una expo en Madrid, ¡una locura! Había incluso alguno con inclusiones, ¿sabes? Que se ven como puntitos dentro del diamante. Raros, pero bonitos. ¡Algunos eran enormes! Era una pasada, te lo juro.

¿Cuál es el mineral más importante para el cuerpo humano?

El calcio, el hierro, el yodo, el flúor y el zinc se alzan, pilares invisibles de nuestra arquitectura interna. Esos cinco nombres resuenan con una fuerza silenciosa.

No sé… Pienso en la sangre, roja y palpitante. El hierro, su alma metálica, cargando oxígeno. Imagino los huesos, construyéndose día a día, un castillo de calcio, fuerte, siempre fuerte, como las murallas de Ávila que vi al atardecer, doradas bajo un sol implacable.

El yodo… Ah, el yodo, como el aroma salado del mar que me golpea la cara en Cádiz, la tiroides danzando al ritmo de las olas. El flúor, escudo protector para los dientes, una sonrisa brillante. Y el zinc, ese guardián silencioso, participando en la alquimia celular, un artesano incansable.

• Calcio: Huesos, dientes, impulsos nerviosos, contracción muscular.
• Hierro: Transporte de oxígeno en la sangre.
• Yodo: Función tiroidea.
• Flúor: Protección dental.
• Zinc: Sistema inmunitario, cicatrización, crecimiento.

Los elementos traza esenciales… un universo aparte. Tan pequeños, tan cruciales. Molibdeno, selenio, cobre, manganeso, cromo… Sus nombres susurran secretos que aún no desciframos del todo.

¿Cuáles son los minerales más importantes para el ser humano?

¡Ay, Dios mío! Minerales… ¿cuáles eran? Calcio, sí, para los huesos, ¡claro! Me tomo un yogur cada mañana, ¿será suficiente? Necesitaría más calcio.

• Calcio: huesos fuertes, ¡imprescindible!
• Fósforo: ¿dónde está eso? ¿En el pescado? Debería comer más pescado… ¡Siempre se me olvida!

¡Y el magnesio! ¿Para qué era? Ah, sí, para los músculos. ¡Siempre estoy cansada! Será falta de magnesio, seguro. Tengo que comprar suplementos. ¡Pero a ver qué precio!

Sodio, potasio… ¡electrolitos! Me acuerdo de esas bebidas deportivas que toman los atletas. ¿Debería tomarlas? No, mejor agua. ¡Siempre agua! Aunque… esa bebida sabe tan bien…

• Sodio y potasio: equilibrio hídrico, importante. A veces me mareo.
• Cloro y azufre: ¿Dónde están? No lo sé.

¡Oligoelementos! Menos cantidad, pero igual de importantes. Hierro, para la anemia. ¡Eso sí que lo necesito! Me hice análisis en junio y estaba bajita. Tengo que tomar más espinacas, ¡odio las espinacas! ¿Y el resto? Manganeso, cobre… ¡un lío! ¡Y el yodo! Para la tiroides. ¡Mi madre toma pastillas de yodo!

• Hierro: esencial, lo sé, ¡lo necesito!
• Yodo: ¡para la tiroides! Importante.

Zinc, cobalto, flúor, selenio… ¡una lista interminable! Mejor como de todo un poco y ya está. ¡Qué pereza! Hoy como pizza, ¿tendrá minerales? ¿o es solo carbohidratos? ¡Buf! Tendré que investigar.

Minerales esenciales: Calcio, fósforo, magnesio, sodio, potasio, cloro, azufre, hierro, manganeso, cobre, yodo, zinc, cobalto, flúor y selenio. ¡Madre mía!

La clave: Una dieta variada. Aunque a veces… ¡qué pereza cocinar sano! ¡Necesito más fuerza de voluntad!

¿Cuál es el mineral más común?

Feldespato y Bridgmanita. Punto. La Tierra, un puñado de polvo estelar.

El feldespato. Aburrido, sí. Abundante, también. Lo ves en todo. Granitos. Cerámicas. Incluso en mi taza de café de esta mañana. Un componente principal de la corteza terrestre. La omnipresencia tiene su precio, supongo.

Bridgmanita. En el manto. Presión, calor. Un infierno silencioso. No lo ves. No lo tocas. Pero está ahí. Dominando. La ironía. Lo más común, invisible. Como tantas cosas.

• Feldespato: El rey invisible.
• Bridgmanita: El amo del silencio.

Silicatos. La base de todo. La vida misma. Desde la arena a los huesos. Un círculo que se cierra. El universo, una broma pesada.

Más datos: El feldespato representa alrededor del 50% de la corteza terrestre. La Bridgmanita, el 38% del manto. En 2024, mi colección personal de minerales incluye una muestra de feldespato, la compré en una tienda de minerales de Almería durante mis vacaciones de verano. Un recuerdo pedregoso. Eso es todo. Nada más.

¿Cuál es el mineral más escaso del mundo?

La kyawthuite, un mineral de Birmania, es increíblemente raro. Solo se encontró un cristal, y ahora pertenece a una colección privada.

Uf, recuerdo ese día como si fuera ayer. Estaba en casa de mi abuela en Valencia, julio 2024, hacía un calor insoportable. Buscaba información sobre minerales raros para un proyecto de la uni. Me topé con la kyawthuite.

• ¡Solo un cristal conocido!
• Myanmar, que siempre me ha fascinado.
• Una fórmula química compleja: Al3+B3O6(OH)3

Me dio por pensar en el azar. ¿Cómo algo tan único llega a existir? La Tierra es inmensa.

Luego me puse a ver fotos de rubíes birmanos. ¡Preciosos! Siempre me ha gustado el color rojo. Me acordé de un anillo que mi abuela tenía, con una piedra roja que ella decía que era un rubí. Nunca supe si era verdad. Se lo daré a analizar a un gemólogo, por si acaso. Quién sabe, ¡igual encuentro otro mineral rarísimo en su joyero!