¿Cuánto ácido agregar para bajar el pH?

Domando el pH: Guía práctica para ajustar la acidez del agua

Mantener un pH adecuado en el agua, ya sea de una piscina, un estanque o un sistema de irrigación, es crucial para su salud, limpieza y eficacia. Un pH desbalanceado puede provocar corrosión, irritación, ineficacia de los desinfectantes y proliferación de algas. En este artículo, te guiaremos sobre cómo bajar el pH de forma segura y efectiva, enfocándonos en una dosificación precisa.

El pH se mide en una escala del 0 al 14, donde 7 es neutro. Valores por encima de 7 indican alcalinidad, mientras que valores por debajo de 7 indican acidez. Para la mayoría de las aplicaciones, incluyendo piscinas y algunos sistemas de irrigación, un pH ideal se sitúa entre 7.2 y 7.6.

El problema de un pH elevado:

Un pH alto puede causar varios problemas, entre ellos:

• Irritación de la piel y los ojos: El agua alcalina puede irritar la piel, causando sequedad y picazón, así como ardor en los ojos.
• Ineficacia de los desinfectantes: El cloro, uno de los desinfectantes más comunes, es mucho menos efectivo a pH alto. Esto significa que necesitarás usar más cloro para mantener el agua limpia, lo que puede llevar a otros problemas.
• Formación de incrustaciones: El agua alcalina puede provocar la formación de incrustaciones de calcio y magnesio en las superficies, como baldosas y tuberías.
• Agua turbia: Un pH elevado puede contribuir a la turbidez del agua.

Dosificación precisa para reducir el pH:

La clave para bajar el pH de manera efectiva es la dosificación correcta. Generalmente, se utiliza un ácido, como ácido clorhídrico (también conocido como ácido muriático) o bisulfato de sodio (también conocido como reductor de pH en polvo), para bajar el pH. Es fundamental seguir las instrucciones del fabricante del producto específico que estés utilizando, ya que la concentración y la potencia pueden variar.

Sin embargo, como guía general, te ofrecemos la siguiente regla práctica:

• Por cada 100 m3 de agua, agregar 2 litros de producto por cada décima que se desee reducir el pH.

Entendiendo la regla con un ejemplo concreto:

Esta regla se basa en la suposición de que estás utilizando un ácido de concentración estándar para el tratamiento del agua. Recuerda, la concentración del ácido que uses impactará directamente en la cantidad necesaria.

Ejemplo:

Imagina que tienes una piscina con una capacidad de 100 m3. Actualmente, el pH de tu piscina es de 7.8, y quieres bajarlo a 7.6. Eso significa que necesitas reducir el pH en 2 décimas (7.8 – 7.6 = 0.2).

Siguiendo la regla, necesitas:

• 2 litros de producto por cada décima de reducción.
• Como necesitas reducir 2 décimas, necesitas 2 litros x 2 décimas = 4 litros de producto.

Pasos importantes a seguir:

1. Mide el pH inicial: Utiliza un kit de prueba de pH confiable o un medidor digital para determinar el pH actual del agua.
2. Calcula la cantidad necesaria: Basándote en la regla y el pH deseado, calcula la cantidad de ácido necesaria.
3. Diluye el ácido: Siempre diluye el ácido en un recipiente separado con agua antes de agregarlo al agua principal. Nunca agregues agua al ácido. Esto es crucial para evitar reacciones peligrosas. Añade el ácido lentamente al agua, revolviendo constantemente.
4. Distribuye el ácido diluido: Vierte la solución diluida lentamente y uniformemente alrededor del perímetro de la piscina o en el sistema de tratamiento de agua, con la bomba funcionando para asegurar una buena mezcla.
5. Espera y vuelve a medir: Después de unas horas, vuelve a medir el pH del agua para comprobar si has alcanzado el nivel deseado. Si no, repite el proceso, ajustando la cantidad de ácido según sea necesario. Es mejor agregar pequeñas cantidades y medir con frecuencia que agregar demasiado de golpe.

Precauciones importantes:

• Lee y sigue las instrucciones del fabricante: Siempre consulta las instrucciones del fabricante del producto que estás utilizando.
• Usa equipo de protección: Usa guantes y gafas de seguridad cuando manipules ácido.
• Nunca mezcles diferentes productos químicos: Mezclar diferentes productos químicos puede crear reacciones peligrosas.
• Ventilación adecuada: Trabaja en un área bien ventilada cuando manipules ácido.
• Almacenamiento seguro: Guarda el ácido en un lugar seguro, fuera del alcance de los niños y las mascotas.

En resumen, bajar el pH del agua requiere precisión y cuidado. Siguiendo la regla general de dosificación y tomando las precauciones necesarias, podrás mantener el pH del agua en un rango óptimo y disfrutar de sus beneficios. Recuerda que esta es una guía general y que las condiciones específicas de tu agua pueden requerir ajustes. Si no estás seguro, consulta con un profesional del tratamiento de agua.