¿Dónde está el punto más alejado del centro de la Tierra?

El Chimborazo: La cumbre más cercana al espacio

La fascinación humana por las alturas nos lleva a buscar las cumbres más elevadas, los puntos más cercanos al cielo. Tradicionalmente, el Monte Everest, con sus imponentes 8.848,86 metros sobre el nivel del mar, se ha coronado como el techo del mundo. Sin embargo, si cambiamos la perspectiva y en lugar de medir la altitud desde el nivel del mar, la medimos desde el centro de la Tierra, la cima del Chimborazo, en Ecuador, se alza como la verdadera campeona.

Este volcán inactivo, con sus 6.263,47 metros sobre el nivel del mar, podría parecer un competidor modesto frente al gigante del Himalaya. Pero la Tierra no es una esfera perfecta, sino un esferoide oblato, achatada en los polos y abultada en el ecuador. Esta peculiar forma hace que los puntos ubicados en la línea ecuatorial estén más alejados del centro del planeta. El Chimborazo, estratégicamente situado a tan solo un grado al sur del ecuador, se beneficia de esta protuberancia terrestre, sumando kilómetros cruciales a su distancia desde el núcleo terrestre.

De hecho, mediciones realizadas con GPS de alta precisión han confirmado que la cima del Chimborazo se encuentra aproximadamente a 6.384,4 kilómetros del centro de la Tierra, mientras que la cima del Everest se encuentra a unos 6.382,3 kilómetros. Esta diferencia de poco más de dos kilómetros, aunque parezca mínima a escala planetaria, es suficiente para otorgarle al Chimborazo el título del punto más alejado del centro de la Tierra.

Más allá de la curiosidad científica y geográfica, este dato pone de manifiesto la complejidad de nuestro planeta y la importancia de considerar diferentes perspectivas. Mientras el Everest se mantiene como el punto más alto sobre el nivel del mar, un referente indiscutible del alpinismo, el Chimborazo nos recuerda que la naturaleza siempre guarda sorpresas y que la verdadera cima, la más cercana al espacio, se encuentra en los Andes ecuatorianos. Un recordatorio de que a veces, lo más alto no es lo que aparenta. El Chimborazo, un gigante silencioso bajo un manto de nieve eterna, nos invita a repensar nuestra percepción de la altura y a maravillarnos con la geometría singular de nuestro planeta.