¿Por qué dicen que la Tierra no es redonda?

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La forma de la Tierra, un esferoide oblato, se debe a su rotación. La fuerza centrífuga generada por esta rotación provoca un abultamiento ecuatorial y un achatamiento polar, desviándose ligeramente de una esfera perfecta.
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¿Por qué la Tierra no es redonda?

La creencia común de que la Tierra es una esfera perfecta es incorrecta. De hecho, nuestro planeta tiene una forma ligeramente achatada llamada esferoide oblato. Esto significa que la Tierra es más ancha en el ecuador y más estrecha en los polos.

¿Por qué la Tierra tiene forma de esferoide oblato?

La forma oblata de la Tierra se debe a su rotación. A medida que la Tierra gira sobre su eje, la fuerza centrífuga, una fuerza ficticia que surge del movimiento circular, provoca lo siguiente:

  • Abultamiento ecuatorial: La fuerza centrífuga ejerce una fuerza hacia afuera en el ecuador, lo que hace que la Tierra se abulte en esa región.
  • Achatamiento polar: En los polos, la fuerza centrífuga es menor, lo que hace que la Tierra se aplane en estas áreas.

¿Cuál es la diferencia entre una esfera y un esferoide oblato?

Una esfera es un objeto perfectamente redondo, mientras que un esferoide oblato es un objeto que es más ancho en el ecuador y más estrecho en los polos. La Tierra se desvía de una esfera perfecta en aproximadamente un 0,3%, lo que significa que su achatamiento polar es muy pequeño pero notable.

Otros factores que contribuyen a la forma de la Tierra

Además de la rotación, otros factores menores influyen en la forma de la Tierra, entre ellos:

  • Distribución de masa: La distribución desigual de masa dentro de la Tierra, como montañas y océanos, puede causar ligeras variaciones en su forma.
  • Fuerza gravitatoria: La atracción gravitatoria de la Luna y el Sol también puede afectar la forma de la Tierra de forma sutil.

Conclusión

La forma de la Tierra como esferoide oblato no es una anomalía sino un resultado natural de su rotación. Este achatamiento polar tiene implicaciones para varios fenómenos geofísicos, como la circulación oceánica y el clima global. Entender la verdadera forma de la Tierra es esencial para los científicos y los tomadores de decisiones que estudian y trabajan con nuestro planeta.