¿Cómo ablandar el grano de maíz?

¿Cómo ablandar el grano de maíz? Ay, amigos, qué tema tan crucial para mi, ¡casi diría que existencial! Porque a ver, ¿quién no se ha encontrado con ese grano duro, como una piedrecita en la boca, que te arruina toda la experiencia de un rico plato de maíz? A mí, me pasa a menudo. Recuerdo una vez, en una barbacoa familiar… ¡qué desastre! Había preparado una ensalada de maíz deliciosa, ¡pero con ese maíz duro, parecía que estaba comiendo piedras! Un auténtico drama.

Remojar el maíz, al menos cuatro horas, es clave, ¿sabes? ¡La diferencia es abismal! En serio, es como magia. De verdad que sí. Antes, yo era de los que decían: “Bah, qué pereza remojarlo”, y luego me tocaba sufrir las consecuencias. Ahora, ¡ni se me ocurre saltarme ese paso! Es que esa parte dura, esa especie de cáscara diminuta que algunos tienen en la base… ¡me da una rabia! Parece que te está desafiando, ¿no? Como si dijera: “¡No me vas a ablandar tan fácilmente!”

Pero bueno, con paciencia y agua, hasta el grano más rebelde cede. Y la verdad, el tiempo que inviertes en remojarlo es mínimo comparado con la satisfacción de disfrutar luego de un maíz tierno, jugoso… ¡una delicia! Es que, ¿hay algo peor que un maíz duro? Para mí, no. Es como un pequeño crimen contra el paladar, una traición gastronómica, ¿entiendes?

Así que ya sabes, cuatro horas de remojo, mínimo. Luego, con cariño (sí, ¡con cariño!), le quito esa parte dura a cada grano. Sé que es un trabajito, pero créanme que merece la pena. Al final, ¡el resultado es un plato espectacular! Y evita dramas familiares como el de la barbacoa… ¡Que nadie más sufra mi terrible experiencia pasada!