¿Cómo aliviar el dolor de estómago por mala digestión?

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Para aliviar el dolor de estómago por mala digestión, considera remedios caseros como beber agua, evitar acostarse, consumir jengibre y la dieta BRAT. También es crucial evitar alimentos difíciles de digerir, fumar, el alcohol y el exceso de bicarbonato de sodio. Los higos pueden ayudar.
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Un Malestar Familiar: Cómo Aliviar el Dolor de Estómago por Mala Digestión

Esa incómoda sensación de plenitud, las náuseas, la acidez… la mala digestión es una experiencia desagradable que todos hemos vivido alguna vez. Si bien no suele ser grave, puede interrumpir nuestro día y dejarnos sintiéndonos mal. Afortunadamente, existen varias estrategias que podemos implementar en casa para aliviar el malestar y retomar nuestras actividades.

Antes de recurrir a medicamentos, la naturaleza nos ofrece algunas soluciones sencillas y efectivas. El agua, por ejemplo, es un aliado fundamental. Beber agua tibia en pequeños sorbos ayuda a mover los alimentos a través del sistema digestivo, facilitando la digestión y aliviando la pesadez.

Evitar acostarnos inmediatamente después de comer es crucial. La posición horizontal puede dificultar el proceso digestivo y aumentar la probabilidad de reflujo. Lo ideal es esperar al menos una hora antes de recostarnos, y si es posible, mantener una postura ligeramente erguida para facilitar el tránsito gastrointestinal.

El jengibre, una raíz milenaria con propiedades medicinales, es un remedio casero popular para la indigestión. Ya sea en infusión, rallado en un plato ligero o incluso masticado en pequeños trozos, el jengibre puede ayudar a calmar el estómago y reducir las náuseas.

La dieta BRAT, un acrónimo de plátano (banana), arroz, puré de manzana y tostada, también puede ser beneficiosa. Estos alimentos son suaves, fáciles de digerir y ayudan a solidificar las heces, lo cual puede ser útil en casos de diarrea asociada a la indigestión. Incorporar higos frescos o secos a esta dieta también puede ser una buena idea, ya que su alto contenido en fibra contribuye a regular el tránsito intestinal y a aliviar el estreñimiento, un posible factor desencadenante de la indigestión.

Tan importante como lo que comemos es lo que evitamos. Alejarnos de alimentos grasos, picantes o procesados, conocidos por ser difíciles de digerir, es fundamental para aliviar el malestar. De igual manera, debemos evitar el tabaco y el alcohol, ya que irritan el revestimiento del estómago y dificultan la digestión.

Finalmente, aunque el bicarbonato de sodio a menudo se promociona como un remedio para la acidez estomacal, su uso excesivo puede ser contraproducente, generando un efecto rebote y empeorando la situación a largo plazo. Es preferible optar por remedios naturales y, si el malestar persiste, consultar con un profesional de la salud.

Cuidar nuestra alimentación y adoptar hábitos saludables son claves para prevenir la indigestión. Escuchar a nuestro cuerpo y responder a sus señales nos permitirá disfrutar de una mejor digestión y un mayor bienestar general.