¿Cómo guardar los garbanzos remojados?

El Arte de Conservar Garbanzos Remojados: Frescura y Comodidad a tu Alcance

Los garbanzos son un alimento básico en muchas cocinas alrededor del mundo, y con razón. Son nutritivos, versátiles y económicos. Sin embargo, el proceso de remojo, necesario para ablandarlos y reducir el tiempo de cocción, a veces puede ser un obstáculo. ¿Qué hacer si remojaste una gran cantidad y no los necesitas todos de inmediato? La solución es simple y eficaz: la congelación.

A continuación, te explicamos un método sencillo para conservar tus garbanzos remojados, asegurando que mantengan su frescura y estén listos para usar cuando los necesites.

Paso a Paso para Congelar Garbanzos Remojados:

1. Escurre con Cuidado: Una vez transcurrido el tiempo de remojo recomendado (generalmente entre 8 y 12 horas), el primer paso crucial es escurrir los garbanzos a fondo. Utiliza un colador grande para eliminar todo el exceso de agua. Una buena técnica es sacudir ligeramente el colador para eliminar la mayor cantidad de líquido posible. Esto es fundamental para evitar la formación excesiva de hielo durante la congelación.

2. Congelación Individual en Bandeja: Aquí reside el secreto para evitar los temidos grumos. Extiende los garbanzos escurridos en una sola capa sobre una bandeja o recipiente plano. Asegúrate de que no estén amontonados para que se congelen individualmente. Puedes utilizar papel de hornear para forrar la bandeja y facilitar aún más la manipulación posterior.

3. Al Congelador: Coloca la bandeja en el congelador, asegurándote de que esté nivelada para evitar que los garbanzos se deslicen. Deja que se congelen por completo. Este proceso puede tardar varias horas, dependiendo de la potencia de tu congelador. Sabrás que están listos cuando estén duros y congelados al tacto.

4. Empaquetado Final: Una vez congelados individualmente, retira los garbanzos de la bandeja y transfiérelos a una bolsa hermética o un recipiente apto para congelación. Asegúrate de extraer la mayor cantidad de aire posible antes de sellar la bolsa. Etiqueta la bolsa con la fecha de congelación para que puedas realizar un seguimiento del tiempo que llevan almacenados.

Ventajas de este Método:

• Evita los Grumos: La congelación individual en bandeja permite que los garbanzos se congelen por separado, evitando que se peguen entre sí y formen un bloque sólido.
• Fácil Dosificación: Al estar congelados individualmente, puedes sacar solo la cantidad que necesitas para cada receta, evitando el desperdicio.
• Mayor Frescura: La congelación rápida ayuda a preservar la textura y el sabor de los garbanzos remojados.
• Comodidad y Ahorro de Tiempo: Tener garbanzos remojados listos para usar en el congelador te ahorra tiempo en la preparación de tus comidas.

Consejos Adicionales:

• Blanqueado Opcional: Si deseas una mayor conservación de los nutrientes y el color, puedes blanquear los garbanzos antes de congelarlos. Para ello, hiérvelos en agua durante 3-5 minutos, luego escúrrelos y sumérgelos inmediatamente en agua con hielo para detener la cocción. Luego, procede con los pasos de congelación descritos anteriormente.
• Duración en el Congelador: Los garbanzos congelados correctamente pueden durar entre 6 y 12 meses en el congelador sin perder significativamente su calidad.
• Descongelación: No es necesario descongelar los garbanzos antes de utilizarlos. Puedes agregarlos directamente a tus guisos, sopas o estofados. Si necesitas descongelarlos rápidamente, puedes ponerlos en un colador y rociarlos con agua fría.

Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar de la comodidad de tener garbanzos remojados listos para usar en cualquier momento, sin sacrificar su frescura ni sabor. ¡Disfruta de tus recetas favoritas con garbanzos!