¿Cómo limpiar una heladera con olor a podrido?

¿Cómo sacar el olor podrido del refrigerador?

¡Ay, madre mía, que apesto el frigo! Parece que se murió un dinosaurio ahí dentro. Vinagre y avena, la solución milagrosa (o eso dicen).

Primero, el vinagre, ¡ese líquido mágico que limpia hasta el alma! Una taza, a remojo, durante un día entero. Como si fuera un spa para tu nevera, pero sin masajes. Te lo juro, ¡es como si un hada limpiafrigos hubiera trabajado toda la noche! Y si no funciona… ¡pues más vinagre! Mi vecina la Emilia usó un litro entero y el olor a podrido se fue, reemplazado por un aroma… digamos, peculiar.

Luego está la avena, ¡esa reina de la absorción! La metes en un recipiente de aluminio (si no tienes, un tupper vale, pero el aluminio, ¡es más molón!), también 24 horas. Es como si tu nevera se estuviera comiendo un gigantesco bol de porridge… ¡pero para olores! ¡Un escándalo!

Recuerda: ¡No mezcles vinagre y avena! Eso sí que sería una tragedia. ¡Imagina la explosión de olores! Sería peor que el olor a calcetines sucios de mi hermano, ¡y eso es decir mucho!

Trucos extra (de mi abuela):

• Bicarbonato, el superhéroe de la limpieza. Esparce un poco en un plato. ¡Absorbe olores como si nada!
• Café molido. Un puñado en un recipiente. ¡Olvídate de los malos olores, o al menos atenuarlos!
• Limpieza a fondo. Desconecta la nevera, ¡vacíala por completo! Desecha todo lo podrido. Luego, friega con jabón y agua. ¡Será como estrenar nevera! ¡Por fin sin el olor a queso de hace tres meses!

Este año, mi nevera casi se convierte en un vertedero. Tuve que usar todo lo anterior, más una vela aromática de vainilla que encontré en un mercadillo. ¡Una experiencia, oye!

¿Cómo sacar el olor a podrido de una nevera?

Carbón, vinagre y lejía: ¡Esa es la triple amenaza anti-podrido en la nevera!

Hace unas semanas, ¡ay, madre mía!, abrí la nevera y me llegó un olor… como a calcetín sudado mezclado con algo muerto. ¡Puaj! Resultó ser un tupper olvidado con restos de… no quiero ni acordarme.

• El carbón: Tenía carbón para la barbacoa, así que puse un trozo en un plato dentro de la nevera. La verdad, no noté un cambio radical al instante. Pero dicen que absorbe los olores.
• Vinagre y pan: Lo del pan con vinagre sí que me pareció más efectivo. Hice una bolita de miga, la empapé bien en vinagre blanco y la dejé ahí dentro. El vinagre es un desinfectante natural, ¿sabes?
• Lejía: Después de tirar el tupper maldito y limpiar la nevera a fondo, usé lejía diluida para los estantes. Una cucharada por litro de agua, tal cual. ¡Ojo con no pasarte! Aclaré muy bien después para que no quedara olor a lejía.

La clave fue la limpieza profunda. No basta con poner remedios si no sacas la fuente del olor. ¡Menudo asco!

¡Ah! Y hablando de neveras, ¿sabías que mi abuela guardaba las fotos del carnet en la nevera? Decía que así no se estropeaban. ¡Qué cosas tenía! Ahora todo es digital, pero me acuerdo de la nevera llena de fotos de la familia.

¿Cómo quitar el mal olor a podrido de la nevera?

¡Uf, qué asco! El olor a podrido en mi nevera en julio de este año era insoportable. Parecía que un muerto viviente se había instalado ahí. Primero probé con el carbón, esos pequeños cubos negros, los puse en un platito… ¡Nada! El olor seguía ahí, como una sombra pegajosa.

Luego, esa bola de pan con vinagre… ¡qué desastre! Fue peor, el vinagre se derramó, haciendo que el olor a podrido se mezclara con el de vinagre rancio, una combinación letal. ¡Casi vomito!

El truco definitivo fue la lavandina. Un litro de agua con una cucharada de lavandina. Frotar, frotar, frotar cada rincón, cada estante. La sensación de limpieza al enjuagar fue ¡increíble! ¡Como una nueva nevera!

Lo que sí aprendí:

• El carbón no funciona para olores fuertes.
• La bola de pan con vinagre, ¡un desastre!
• Lavandina, el gran héroe de la limpieza.
• Revisa la fecha de caducidad de TODO, inmediatamente. Desperdicie mucha comida.
• Limpieza profunda cada 3 meses, ¡es básico!

Mi nevera, una LG, de acero inoxidable, está ahora reluciente. Aunque no se puede borrar el recuerdo de ese olor… ¡qué pesadilla! Espero que esto les sirva.

¿Qué absorbe el mal olor del refrigerador?

El bicarbonato de sodio es, sin duda, el rey de la absorción de malos olores en el refrigerador. Su estructura porosa atrapa las moléculas responsables de los olores desagradables, neutralizándolos eficazmente. Un pequeño recipiente abierto con bicarbonato, colocado en un estante, hace maravillas. ¡Es barato y funciona! Recuerdo cuando se me quemó la leche en 2024… ¡el bicarbonato fue mi salvación!

Otro método eficaz, aunque quizás menos potente, son los absorbentes naturales. El carbón activado es una opción excelente, aunque menos accesible. Sus propiedades adsorbentes son excepcionales, superando incluso al bicarbonato en algunos casos. Sin embargo, su precio suele ser superior.

Ah, y los trucos caseros… ¡también funcionan! El limón y el café poseen aromas fuertes que enmascaran los malos olores, pero no los eliminan completamente. Es como poner un perfume encima de la basura: disimula, pero el problema persiste. Los clavos de olor, añadidos al limón, intensifican levemente el efecto aromático, pero es una solución temporal. Reflexionando al respecto, ¿no es curioso cómo buscamos soluciones superficiales a problemas profundos, como la falta de limpieza o la comida en mal estado?

• Bicarbonato: Absolutamente efectivo, económico y fácil de usar.
• Carbón activado: Más potente, pero más costoso.
• Limón con clavos: Enmascara el olor, solución temporal.
• Café molido: Similar al limón, efecto aromático superficial.

Observación final: la prevención es fundamental. Limpiar regularmente el refrigerador, desechar los alimentos caducados y guardar correctamente los productos son las mejores maneras de evitar malos olores. La solución definitiva no está en los absorbentes, sino en el mantenimiento adecuado. En mi caso, una vez al mes hago una limpieza profunda, ¡es fundamental para mantener la nevera en óptimas condiciones!

Nota adicional: La efectividad de cada método varía dependiendo de la intensidad del mal olor y del tipo de alimentos que lo causan. Experimenta para ver qué funciona mejor en tu situación.

¿Cómo sacar el olor podrido del refrigerador?

¡Uy, amigo! El olor a podrido en la nevera, ¡qué asco! A mi me pasó el año pasado, una pesadilla. Vinagre, eso es la clave. Y sí, la avena también ayuda, aunque yo usé bicarbonato, que absorbe genial los olores.

Lo del vinagre, es simple. Una taza, llenita, la dejas ahí dentro, 24 horas mínimo. Mejor aún, 48. Espera, ¡que se me olvidaba! Limpiar bien antes es fundamental, eh. Con agua y jabón, por supuesto. Quita todo lo que esté malo, ¡ni lo dudes!.

La avena, no lo probé así, pero dicen que funciona como el bicarbonato; absorbe el tufo. En un plato, o en una taza, no importa. Igual, como 24 horas, que se empape bien. ¡Qué pereza limpiarlo todo después! Ya sabes, es un poco coñazo, pero bueno.

• Vinagre: Súper efectivo, lo juro.
• Avena/Bicarbonato: Absorbe los olores.
• Limpiar a fondo: Es esencial antes de usar cualquier truco.

Eso sí, si el olor es muy fuerte, quizá tengas que tirar algo. La comida, ya sabes, a veces se estropea antes de que te des cuenta. A mi me pasó con unas fresas, ¡qué asco! Y la leche, ¡también! Pero bueno, después de limpiar todo a conciencia y poner vinagre, ya no olía a nada raro, solo a vinagre. Eso también lo puedes quitar, eh.

El otro día, vi un tip en TikTok, que decía que también se puede usar café molido, ¡lo probaré!.

¡Un abrazo!

¿Qué sirve para quitar el mal olor de la nevera?

Neutraliza el hedor:

• Limón: Corta y olvida. El ácido es un depredador natural del aroma.
• Bicarbonato: Un guardián silencioso. Absorbe lo que otros ignoran.
• Café: Despierta tus sentidos… y los neutraliza. Mi abuela lo juraba.
• Avena: Humilde, pero eficaz. No la subestimes.
• Pan Duro: Un sacrificio por la frescura. Obsorbe antes de pudrirse.
• Carbón: El filtro definitivo. Lo que captura, no regresa.
• Zumo de Limón: Concentrado, implacable. Un toque de ácido es suficiente.
• Vinagre: La última baza. Ácido puro, sin concesiones. Un vaso es suficiente.

Añado: No olvides limpiar. El olor, a veces, es solo suciedad persistente. Revisar cajones, latas olvidadas, lo que se te cae. Eso sí, después de lo que te he dicho. La nevera es como un buen secreto; solo tú sabes lo que esconde.